Para comprender los hechos sucedidos en nuestro país y en nuestra región durante la primera transición hacia la democracia debemos partir de la llamada “crisis del petróleo” de 1973.
Leemos en Wikipedia: “La crisis del petróleo de 1973 (también conocida como primera crisis del petróleo) comenzó el 16 de octubre de 1973, a raíz de la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de no exportar más petróleo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra de Yom Kipur, que enfrentaba a Israel y Egipto.
Aunque en un principio el embargo afectaba a Canadá, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos, posteriormente se extendió a Portugal, Rodesia (actual Zimbaue) y Sudáfrica.
El aumento del precio, unido a la gran dependencia que tenía el mundo industrializado del petróleo, provocó un fuerte efecto inflacionista y una reducción de la actividad económica de los países afectados. Estos países respondieron con una serie de medidas permanentes para frenar su dependencia exterior”.
La crisis del 73 trajo a España recesión, inflación, paro, cierre de empresas, etc. Pero después hubo una segunda crisis en 1979 que fue bastante más dura en nuestro país. En regiones industriales como Euscadi provocó el despido de muchos trabajadores, que en su mayor parte habían ido allí durante la emigración de los años sesenta.
Manuel Cañada Porras escribió en su muro de facebook un artículo titulado: «Memoria emigrante: con los olvidados, frente a los olvidadores y frente a los olvidadizos»
«13 de agosto de 1974 … uno de los accidentes más terribles que golpearía a la emigración extremeña. El autobús había salido de Montijo y se dirigía a Mataró. Obreros y obreras de Badajoz, de Guadiana, de Valdelacalzada o de Zalamea retornaban a sus lugares de trabajo y residencia tras haber pasado unos días de vacaciones con la familia. El autobús chocó con un camión en La Muela, en las cercanías de Zaragoza, y como consecuencia del brutal accidente 9 emigrantes perderían la vida y otros 38 serían hospitalizados.»
Y en ese contexto se produjo un hecho que nos tocó directamente al pueblo de Montijo. En el verano de 1974 se volvió a crear la Unión Deportiva Montijo, presidida por el ATS y concejal del ayuntamiento franquista Emilio Macarro Rodríguez (quien a finales de 1976 fue nombrado Secretario Local de Montijo del grupo político AREX, creado por Enrique Sánchez de León, el Congreso Fundacional fue en Mérida el día 25 de marzo de 1977 y en abril se integraron en la UCD de Adolfo Suarez. Desde entonces Emilio Macarro fue el dirigente de este partido en Montijo) jugando en la Regional Preferente. En el verano de 1977 tuvo que jugar la fase de ascenso a la Tercera División y el sorteo le tocó con el equipo de Azpeitia (Guipúzcoa) Lagun – Onak.
En Azpeitia vivían muchos montijanos que se fueron a buscar trabajo en la emigración, y en todo el País Vasco vivían muchos extremeños y extremeñas que añoraban con volver a trabajar a su tierra. Por ello el anuncio de la llegada del equipo montijano a jugar el ascenso a Azpeitia, el domingo 26 de junio de 1977, provocó una movilización entre los extremeños que vivían en Euskadi trascendiendo al mero acto deportivo y convirtiéndose en una manifestación política reivindicativa.
Hay que recordar que el día 1 de abril de 1977 legalizó el gobierno de Adolfo Suarez las centrales sindicales y el 9 del mismo mes al Partido Comunista. El 15 de junio tuvieron lugar las primeras elecciones a Cortes Constituyentes.
La ETA estaba muy activa por entonces y la comarca de Azpeitia era un foco de etarras; el 22 de junio de 1977 ETA cometía un atentado contra Javier de Ybarra, consejero del Banco de Vizcaya, presidente de la Diputación de Vizcaya y alcalde de Bilbao. Cuatro días antes del encuentro de futbol que nos ocupa lo que nos muestra el ambiente de tensión que se respiraba en aquellas tierras vascas.
En el diario HOY del 30 de junio venía una crónica de Ángel Valadés sobre los hechos en la página 8. Muchos emigrantes esperaron junto al Santuario de San Ignacio de Loyola la llegada del equipo y los cien montijanos que se desplazaron animarlo; las conversaciones versaban “sobre la esperanza del retorno, porque todos los extremeños de las Vascongadas quieren un puesto de trabajo en su tierra extremeña. Sin excepción … El tema de la bandera se debatió … Convendría que los extremeños, de alguna manera y pronto, decidiéramos qué colores deben ser los de nuestra bandera. Porque la provisional … la verde, blanca y negra, se aireó … durante todo el domingo en las calles azpeitiarras …”
Fueron gente de todo el País Vasco, llevaban en sus pechos pegatinas de “Extremadura existe”, “Extremadura unida jamás será vencida”, “Reforma agraria sí, nucleares no”, “No a la emigración”. El estadio Garmendipe “fue un clamor de Extremadura, de banderas al viento, de entusiasmo indescriptible … las banderas extremeñas anularon a las ikurriñas … Porque allí era Extremadura la que estuvo … la que después recorriera las calles en auténtica manifestación gritando “¡Los emigrantes queremos volver!”, llegando hasta la plaza mayor donde las fuerzas del orden dispersaron a los manifestantes, que lo harían correctamente” … el grito de los extremeños de “la tercera provincia de Extremadura”, que ellos dicen que es Vascongadas, a donde hay casi 200.000 … la ncesidad de exigir su regreso por el que claman”. “Muchos jamás habían ido al futbol, pero allí se trataba de defender a Extremadura”.
Fotos de SANFER publicadas en el HOY ese día.
El día 14 de agosto de 1977 hubo en Badajoz una manifestación numerosa para pedir el cierre de la Central Nuclear de Valdecaballeros donde se colocó, por un joven, por primera vez una bandera extremeña en el balcón del Ayuntamiento.
En abril de 1979 se celebraron en España las primeras elecciones municipales democráticas. En Montijo obtuvo seis concejales la UCD, encabezada por Emilio Macarro Rodríguez, pero fui nombrado yo alcalde como candidato por el PCE (conseguimos cinco concejales) con el apoyo del PSOE, que también obtuvo cinco. En el verano de ese año tuvo lugar la movida contra la Central Nuclear de Valdecaballeros consiguiendo paralizarla.
Como dijimos arriba, la segunda crisis del petróleo tuvo lugar en 1979 y fue mas dura que la del 73. La política reconversora propiamente dicha se inició en España con el Real-Decreto Ley 9/1981 y la Ley de Reconversión 21/1982 del Gobierno de la UCD. Los resultados de la aplicación de estas normas estuvieron muy mediatizados por la precaria situación de las empresas.
Ignacio Alonso escribía en El País de 25 de abril de 1982 un artículo titulado “Miles de extremeños exigieron ayer en Fregenal de la Sierra la planta de peletización”. Recogemos estas frases: “… Entre otras medidas para Extremadura, el gobierno diseñó la creación de empresas en la zona suroeste de la provincia de Badajoz. Se declaró la comarca de Fregenal como Zona de Urgente Industrialización dentro del proceso de Reconversión Industrial que vivía España. El principal proyecto de reconversión de la economía de Fregenal fue el de Prerreducidos Integrados del Suroeste, más conocido por su acrónimo PRESUR. La planta de Presur fue una promesa del gobierno de la UCD, que permitía de esta forma mantener abierta las minas de Cala e impulsar el sector minero de la zona a través de una fuerte apuesta por la transformación de las materias primas en derivados industriales. A la producción de pellets, principal tarea original de la planta, se sumaba un potente proyecto en investigación. En la planta se dedicada espacio al estudio de recursos naturales y rocas ornamentales, granitos y mármol, así como el tratamiento de ferroaleaciones de los que se obtenía lingotes de cromo níquel, una planta de demostración para el tratamiento de ferroaleaciones y el proyecto más destacado, de investigación con plasma para el estudio de nuevos materiales, siendo el único en la época en toda España.
La apertura de Presur fue un acontecimiento político de primer orden en toda la geografía extremeña. Contó con la participación de los principales líderes del PSOE, que impulsaron la apertura de la planta. De entre aquellos acontecimientos destaca la visita de Felipe González a las minas de Cala, mientras aun era líder de la oposición al gobierno de Suarez. En cuanto a los hechos acaecidos en Fregenal, destacó la manifestación masiva del 25 de abril de 1982, que congregó a entre 40.000 y 50.000 personas, en los alrededores del Paseo de la Constitución, donde se encontraba reunida en asamblea permanente la Junta de Extremadura, para exigir del Gobierno la puesta en marcha inmediata de una planta de pellets.”
En el diario HOY, de 12 de julio de 2020, escribió Alberto Márquez Carrascal:
“La empresa se creó en 1983, después de un gran terremoto político con epicentro en Fregenal y Cala. La movilización popular fue un elemento determinante para alcanzar la tan perseguida planta de pellets, con manifestaciones multitudinarias en el Paseo de la Constitución… donde se encuentra en asamblea permanente la Junta de Extremadura, para exigir del Gobierno la puesta en marcha inmediata de una planta de pellet».
El Consejo de Ministros se echó para atrás el día 16 de abril y los mineros del sur de la provincia se pusieron en huelga de hambre. El día 21 nos reunimos en Asamblea 122 alcaldes de los pueblos de la provincia en Fregenal junto con el Consejero de Administración Territorial de la Junta Preautonómica de Extremadura. Presidieron la mesa alcaldes de los cuatro partidos, por el Partido Comunista estuvo yo.
La mesa que presidió la Asamblea de Alcaldes en Fregenal, a la derecha estoy yo. Foto tomada del HOY.
Los alcaldes aprobamos un manifiesto llamando a todos los ciudadanos de la provincia a manifestarse el domingo 25 en Fregenal. Un grupo de alcaldes no estaba de acuerdo con el Manifiesto porque eran “demasiado blandas las acciones”.
Esa manifestación fue muy numerosa, a la que fuimos en un autobús desde Montijo.
Algunos vecinos de los que fueron en autobús: Joaquín de la O, Pedro Romero, Martín Romano, Alonso Mayo, yo, Cristóbal Germán, etc. Foto cedida por Cristóbal.
Fotos de la manifestación en el Paseo de la Constitución en defensa de Presur el 25 de abril de 1982.
José María Coronas, Secretario General del PCE de Extremadura, y yo como alcalde del PCE, nos desplazamos para intervenir en actos del PCE/EPK en el País Vasco a petición de ellos. Yo hablé en el frontón municipal de Ermua (Vizcaya) el viernes 7 de mayo de 1982, junto con el Secretario General del EPK Ignacio Latierro. Asistieron muchos extremeños que vivían allí.
Octavilla anunciadora del acto.
Foto de Ermua tomada de todocolección.
El Frontón Municipal de Ermua, foto tomada del blog Historia de Ermua.
Ramón Ormazábal, Tomás Tueros e Ignacio Latierro Corta (librero de San Sebastian opuesto a la violencia política) lideraban la línea del partido partidaria de mantener la unidad y la relación con el Partido Comunista de España, mientras que Roberto Lertxundi, Esteban Eguren y Txemi Kantera encabezaban un sector más cercano al vasquismo.
En septiembre de 1981, y tras el IV Congreso del PCE-EPK, la corriente mayoritaria en el partido (liderada por Lertxundi) inició la unión del PCE-EPK con Euskadiko Ezkerra (EE). De esta manera, en 1982 se materializa la fusión entre el sector mayoritario del PCE-EPK y EE, manteniéndose el sector restante vinculado al Partido Comunista de España, entonces liderado por Santiago Carrillo.
Ignacio Latierro militó primero en el PCE, después fundó con Carrillo el Partido de los Trabajadores pasando después al PSE-EE donde llegó a ser parlamentario entre 1991 y 1998.
Foto de Ignacio Latierro
Leemos en Wikipedia sobre la situación de Ermua entonces:
“…En la vecina Éibar se está produciendo (en los años 60) un desarrollo industrial sin precedentes, la población crece debido a la necesidad de mano de obra para las fábricas de todo tipo que no dejan de producir. Trabajadores de todas las regiones de España llegan en número ilimitado. Ermua no puede quedar al margen del fenómeno y se ve envuelta en la vorágine de crecimiento desordenado. Fábricas y viviendas ocupan todo el terreno del valle. Cubren el río en un intento desesperado de buscar rendimiento al escaso terreno llano. Las viviendas se construyen en ocho y diez alturas y las industrias se desarrollan verticalmente en lugar de horizontalmente. En 1967 hay 11.857 habitantes censados y un buen número sin censar que trabajan en Éibar y duermen en Ermua, en esa década la población de Ermua aumento un 340% pasando de 3.029 habitantes a 14.651. Ermua se convierte en una ciudad-dormitorio de su vecina, entonces villa de Éibar.
Al final de la dictadura, en 1976, Ermua tiene una densidad superior a Bilbao o Barcelona, 2434 habitantes/km². Una ciudad netamente industrial, fuertemente vinculada con Éibar, con una presencia obrera importante y con mayoría de población proveniente de la emigración interna.
En esta nueva situación poblacional la recuperación de las libertades de elección hace que se rompa el secular control de la derecha, principalmente carlista, que se venía produciendo en el municipio. El primer ayuntamiento del nuevo período democrático tiene un alcalde del PSE, que se encarga de realizar una gran reforma urbana en la villa. El desorden causado por el apresurado crecimiento de los años anteriores intenta ser mitigado con una serie de importantes medidas urbanísticas y con importantes inversiones. Ermua recupera un cierto bienestar habitacional y se va imponiendo, en sucesivos períodos de mandato de alcaldes del PSE-EE, un cierto equilibrio urbanístico y de equipamientos. La crisis industrial de los años 80 hace que la población empiece a disminuir.” En la legislatura 79/83 gobernaba el PSOE, con 8 concejales, en coalición con el EPK que tenía 4.
Estos son los recuerdos que permanecen en mí de estos hechos. Entonces había solidaridad entre los trabajadores porque sabían que para conseguir sus objetivos había que unirse. Y gracias a ello se consiguieron bastantes cosas, como PRESUR, cerrar la Central de Valdecaballeros, etc.