Francisco nació en Almoharín el día 10 de febrero de 1943 en la inmediata posguerra, en los años del hambre donde los trabajadores extremeños tenían que trabajar duramente por salarios muy bajos y sin que existiesen sindicatos que los defendieran. En Europa se estaba desarrollando la II Guerra Mundial, en enero de 1943 tuvo lugar la batalla de Leningrado y en marzo la de Estalingrado donde el ejercito rojo paró la embestida del nazismo, lo que provocó un halo de esperanza a los trabajadores derrotados españoles.
El padre de Francisco era un jornalero de Mérida y la madre servía en una casa de esta ciudad; como era natural de Almoharín (Cáceres) fue a dar a luz a casa de sus padres y, por ello, nació circunstancialmente Francisco en ese pueblo cacereño. Tuvieron ocho hijos más. Después entraría el padre a trabajar como empleado del Ayuntamiento de Mérida
Francisco comenzó a colaborar a los doce o trece años (1955/6) con un vendedor de telas por las casas y allí trabajó hasta los catorce años. Los domingos trabajaba en el campo: entresacando algodón, etc.
Cuando tenía diecisiete años ((1960) entró a trabajar en Construcciones Carmona, empresa de Francisco Carmona. Este hacía trabajos para la Compañía Sevillana de Electricidad (hacer hoyos, poner postes, etc.) y allí trabajaba Francisco Rodríguez como peón.
Francisco Carmona había luchado durante la guerra civil en el bando republicano y al ser derrotados por el fascismo huyó; estuvo perdido pero después de un tiempo volvió a casa. Francisco Carmona le puso a su hijo Vicente, que estaba enfermo, un comercio en la barriada junto a la Corchera para que se pudiese ganar la vida. Allí solían ir a beber vino Francisco Rodríguez y los compañeros de la empresa en el año 1962, Francisco protestaba mucho por las condiciones laborales y José el chofer le decía: “callate muchacho”.
Vicente Carmona en su comercio de Mérida.
-En junio de 1956 el PCE lanzó la política de Reconciliación Nacional encaminada a superar el enfrentamiento entre los españoles por la Guerra Civil. El 5 de mayo de 1958 el PCE organizó una Jornada de Reconciliación Nacional contra la dictadura donde los comunistas lanzaron octavillas clandestinas e hicieron pintadas. Tuvo poco éxito; al año siguiente convocó el partido una Huelga Nacional Pacífica.
A mediados de los años cincuenta se empezó a organizar el PCE en algunas poblaciones extremeñas como Don Benito o Mérida, repartiendo propaganda clandestina en la Jornada de Reconciliación Nacional de 1958 y en la Huelga Nacional Pacífica de junio de 1959. Fue un fracaso en las Vegas del Guadiana. A los que faltaron al trabajo los multaron y les echaron 7 días de arresto.
A comienzos de los sesenta se constituyó un Comité Comarcal del PCE en Don Benito que después se transformó en Provincial.
En 1961 la dictadura realizó redadas de militantes capturando a cerca de 800 comunistas en toda España.
En la primavera de 1962 habían tenido lugar grandes huelgas en las minas de Asturias que después se extendió a Vizcaya y de ahí a los grandes núcleos industriales de España lo que enfureció al franquismo que comenzó una etapa de represión contra los trabajadores más politizados.
En los años 1961 y 1962 se produjeron redadas de la policía en Badajoz y Mérida, desarticulando el partido en esas ciudades que no volvieron a reorganizarse hasta los años setenta.
Manuel González de la Rubia era el secretario local del PCE en Mérida y fue detenido en 1961 con varios camaradas como Casiano Barragán Fernández, Francisco “camarón”, Pedro que tenía un bar y su hermano Ángel, uno de Calamonte, varios de Don Benito y de Guareña, en Badajoz detuvieron a Baldomero y le encontraron una pistola en su casa, Manuel también en Badajoz. Los detenidos pasaron varios meses en la cárcel y continuaron más tiempo González de la Rubia y Baldomero de Badajoz.
En Mérida también militaban Andrés Sánchez y Vicente Carmona (que había tomado contacto, a finales de los años cincuenta, con el partido) pero no habían sido detenidos. Antes de la caída de Mérida estuvo en Mérida Julián Grimau reuniéndose con la Célula, los camaradas le pidieron a Vicente Carmona que lo refugiase en su casa, lo que hizo. Vicente tenía una maleta de cartón con doble forro donde guardaba los Mundo Obrero que distribuía el periódico clandestino del partido.
La dirección provincial estaba en Don Benito pues Pedro Berrocal y otros camaradas de allí no habían caído.
-En esta etapa (por el año 1962) comenzó a colaborar Francisco Rodríguez con el Partido Comunista a través de Casiano Barragán que había estado en las Juventudes Obreras Católicas (JOC) hasta que se afilió al partido y lo habían detenido en la caída de 1961. Los domingos salían a tomar copas y Casiano le rebeló a Francisco que era miembro del PCE, le preguntó que si quería colaborar con ellos y Francisco le contestó que quería ayudar a la lucha de los trabajadores por mejorar sus condiciones de vida.
Le presentó a otros camaradas como José, el chofer de Construcciones Carmona y que Francisco no sabía que era del partido, Nicolás Ramos “Pepillo”, José Muñoz, Vicente Carmona, Felipe …
Casiano le dijo a Francisco: “tenemos que hacer unas pintadas mi hermano Fructuoso y yo en la Corchera y en el Matadero de Mérida” y Francisco se estrenó poniendo “Solidaridad con la lucha obrera de Asturias”. Su nombre de guerra era “Baldomero”.
Francisco Rodríguez y Nicolás fueron a visitar a Manuel González de la Rubia a la cárcel de Cáceres y les dijo que no volviesen porque iban a sospechar que eran camaradas del partido.
Francisco Rodríguez y los camaradas de Mérida José, Nicolás y Felipe se encargaron de reorganizar la comarca de Mérida y las Vegas Bajas. Tenían contacto con Pedro Berrocal y este con la dirección de Francia del PCE. Francisco era responsable de Valverde de Mérida, Don Álvaro y Villagonzalo; José de Calamonte y Arroyo de San Servan. El camarada de Valverde tenía una barca en el Guadiana y pasaba a Francisco a Villagonzalo para ver a Basilio que era herrero, tenía un parche en un ojo y quería fabricar un artefacto explosivo.
A Montijo iban buscando a un camarada que al parecer se llamaba Evaristo Pimienta, pero no dieron con él pues se trataba de Francisco Ortega Alejo que vendía electrodomésticos de la empresa Evaristo Pimienta, de Badajoz, pero los de Mérida no sabían su nombre. A Badajoz iban Francisco y Nicolás a llevarle dinero del partido a la esposa del camarada Manolo … que estaba en la cárcel desde la caída del 61, lo mismo que González de la Rubia y Baldomero.
Los camaradas de Mérida organizaban los domingos guateques, con sus novias, que les servían de tapadera para poder reunirse sin levantar sospechas ante la Policía , que los vigilaba.
En una ocasión llevaban octavillas para entregárselas a los de Badajoz pero vieron que iba detrás de ellos la policía secreta y tuvieron que tirarlas por Talavera la Real.
Francisco se fue al Servicio Militar a Sidi Ifni, en Artillería, en el año 1964 donde se encontró con el camarada de Guareña Tomás Sancho. En Mérida se quedó Felipe. Otro camarada de Mérida, Pedro “el sillero”, tenía bastante miedo y no quería encargarse de la comarca.
La guerra de Ifni fue una guerra no declarada por España y Francia contra Marruecos, entre noviembre de 1957 y junio de 1958; en los años 1963 a 65 había una aparente cordialidad entre los gobiernos de España y Marruecos. En Sidi Ifni había varios asturianos que eran muy reivindicativos y valientes, en una ocasión recibieron la visita de un general y les dieron a la tropa una comida especial. Algunos asturianos trabajaban en la cocina e informaron a los soldados que la comida para ellos era muy mala y les dijeron que había que realizar una acción de protesta: cuando un asturiano diese un golpe todos los soldados dejarían las cucharas en la mesa y se negarían a comer. El capitán Santana era encargado del comedor y se puso enfurecido, pero el ayudante del general probó la comida y le dijo que era incomestible. Les pusieron en sustitución unos huevos fritos. En otra ocasión hicieron una sentada.
Cuando Francisco y Nicolás volvieron de la mili fueron a ver a Pedro para saber cómo estaba la organización del partido y les dijo que no había nada que hacer pues Felipe había emigrado a Barcelona y no existía organización. Después se desplazaron a Don Benito para hablar con Pedro Berrocal.
A Nicolás lo mandó la Compañía Telefónica a Dos Hermanas (Sevilla), Francisco continuó viviendo y trabajando en Mérida, se casó con Isabel González Sánchez en el año 1968 y trabajó un tiempo en el Ayuntamiento como electricista.
Unos tíos de Francisco vivían en Alcoy (Alicante) y lo animaron a que se fuese allí, cosa que hizo en ese año, quedó a su esposa embarazada en Mérida. Después se iría Isabel a Alcoy y dejaron a su hijo Javier con los abuelos en Mérida. También trabajó en una empresa “borrera” de reciclaje de ropa, por horas, y de allí pasó a Cartonajes Alcoy donde estuvo trabajando hasta que decidieron volver a Mérida en el año 1971.
En Alcoy contactó Francisco en el partido y organizó en la fábrica una Comisión Obrera con otros compañeros, uno de ellos era socialista; Francisco fue delegado sindical. Celedonio Madrid le propuso que fuera a Francia a formarse en la Escuela del PCE, pero Francisco lo rechazó.
Cuando regresó a Mérida en 1971 habló con el jefe de la Compañia Sevillana y lo contrataron como eventual por seis meses, después se trasladó al taller de José Sardiña Pacheco (ingeniero técnico electricista del Ayuntamiento de Mérida) como electricista durante dos años.
En el año 1973 se produjo la crisis mundial del petróleo que golpeó duramente a España después de muchos años de desarrollismo. El aumento del desempleo, la hiperinflación del 26% a mediados de 1977, la fuga de capitales, etc. crearon una gran inestabilidad.
En la provincia de Badajoz existían Células clandestinas del PCE en una serie de poblaciones (Don Benito, Villanueva de la Serena, Santa Amalia, Mérida, Calamonte, Montijo, …) que venían organizando las reivindicaciones de los trabajadores. En junio de 1973 tuvo lugar la caída de Villanueva de la Serena y Don Benito con el resultado de 160 comunistas detenidos en la provincia, que ingresarían en la prisión de Badajoz, entre ellos los montijanos Francisco Ortega Alejo y Bartolomé del Viejo García.
El día 20 de diciembre de ese año, ETA asesinó al almirante Luís Carrero Blanco, presidente del Gobierno. La revolución portuguesa del 25 de abril de 1974 sirvió de espoleta para activar la oposición democrática en España y en Extremadura. En el verano de ese año se creaba en España la Junta Democrática, integrada por el PCE, el PSP, el PT, el P. Carlista, CC.OO., y personalidades como García Trevijano o Vidal Beneyto.
La Cia. Sevillana trasladó a Francisco Rodríguez a Montijo el día 3 de mayo de 1973. Al siguiente año se compró en la calle Juan Ramón Jiménez, número 1, y en la planta inferior vivía José María Álvarez Cerro, afiliado a la Célula clandestina del PCE de Montijo. Tomaron amistad y éste le puso en contacto con los camaradas: Apolinar Camazón, Santiago Delgado y sus sobrinos Francisco y Juan Delgado Barragán, Mariano Gallego, Bartolomé del Viejo, etc.
Por el año 1975, comunistas de varias poblaciones organizaron establemente en la provincia de Badajoz las Comisiones Obreras (CC.OO.). Francisco tenía contactos con el dirigente de CC.OO. de Madrid Pedro Ruíz García para organizar el sindicato en la comarca (Pedro nació en Villanueva de Córdoba en 1936 y falleció en Puertollano en 2023, a los once años se trasladó a vivir a Puertollano, participó en la creación del Comité comarcal del PCE y la UJCE en 1962 y en ese año, al calor de las movilizaciones, se constituye en Puertollano la primera Comisión Obrera de Castilla la Nueva, desarrolló una intensa actividad desde la huelga de mayo de 1962 en la cuenca minera de Puertollano, fue encarcelado en junio de 1970 por haber participado en una reunión de la dirección estatal de CCOO, y despedido de la empresa. Antes de ese año fue detenido hasta en veintidós ocasiones, fue elegido en enero de 1977 el primer secretario general de CCOO de Castilla la Nueva. En 1974 pasó a integrar el Comité directivo de Madrid del PCE. En la primavera de 1976 se incorporó otra vez a la dirección estatal de CC OO y se dedicó, junto a Julián Ariza, a organizar el sindicato en Extremadura y Castilla la Nueva, antes de la legalización de los sindicatos en abril de 1977).
Tras la aprobación de la Ley de Reforma Política, el Gobierno de Adolfo Suárez legalizó al PSOE en febrero de 1977 junto a otros partidos, pero no se atrevió a legalizar el PCE. Adolfo Suárez legalizó el Partido Comunista el día 7 de abril de 1977, en plena Semana Santa. Ese día se celebraba en un corralón de Don Benito una asamblea provincial del PCE dirigida por el Secretario José María Coronas Salcedo, entró una camarada eufórica gritando: “Viva el Partido Comunista. Acaban de legalizar el partido”. Inmediatamente dieron por finalizada la reunión y salieron a celebrarlo por las calles de Don Benito. Al domingo siguiente fueron a los Juzgados de Badajoz a legalizar la organización provincial José María Coronas, Francisco Rodríguez y todo el Comité Provincial. La noticia salió publicada en el diario HOY con una foto. Cuando los compañeros de la Cia. Sevillana la vieron se sorprendieron de ver a Francisco en la foto.
Cartel de las elecciones generales de 1977.
En Montijo se constituyó la Asociación de Vecinos de Montijo en abril de 1978 integrada por hombres de la izquierda donde era vocal de la directiva Francisco Rodríguez Pérez (electricista del PCE).
El secretario nacional de CC.OO. Marcelino Camacho vino a Mérida en el invierno del 75 al 76 a promover y organizar el sindicato, dio una charla en un edificio que tenía la Iglesia en la barriada Plantonar de Vera, de Mérida, que les facilitó el sacerdote Pedro Montero (¿). Se presentó la Policía Nacional y les dijeron a los organizadores que era una reunión ilegal y que deberían irse. Alberto Asuar Ramírez, Francisco Rodríguez Pérez y dos compañeros más negociaron con la policía y ésta cedió en que hablase Marcelino sólo cinco minutos, pero éste estuvo un buen rato hablando antes de disolverse. No hubo detenciones ni multa.
En octubre de 1976 lanzó el PCE una octavilla clandestina llamando a todos los trabajadores de Montijo y Puebla de la Calzada donde apoyaban las reivindicaciones de CC.OO., “en nuestra zona comienzan a funcionar ya Comisiones Obreras…” decía.
En enero de 1977 los abogados del despacho laboralista de CC.OO. en Atocha eran asesinados por los pistoleros del Sindicato Vertical, con la indiferencia del régimen. En el mes de enero de ese año vino a Badajoz, enviado por la dirección nacional de CC.OO. y del PCE, Pedro Ruiz García para entrevistarse con José María Coronas y estudiar la organización de la dirección provincial de CC.OO. Y pensaron ofrecerle el cargo de Secretario Provincial a un trabajador de la Compañía Sevillana de Electricidad –empresa que tenía muchos trabajadores por entonces- , miembro del Comité Provincial del PCE que vivía en Montijo: Francisco Rodríguez Pérez.
Los días 29 y 30 de enero se celebraron reuniones de CC.OO. de la provincia de Badajoz, a las que asistieron trabajadores de Badajoz, Don Benito, Montijo, Mérida, Almendralejo, Olivenza, La Garrobilla, Villafranca de los Barros y Calamonte. En estas reuniones se tomaron los acuerdos de elegir un Secretariado Provincial provisional y cuatro Secretarías, iniciar la afiliación masiva de trabajadores al sindicato, contratar a un abogado laboralista para asesorar y defender a los afiliados, celebrar el día 6 de marzo la constitución de la Unión Provincial de Badajoz, elaborar un documento para constituir la Unión, llevar estos acuerdos a todos los pueblos donde funcionaba CC.OO. y crearla donde no existía aún, utilizar los locales del Sindicato Vertical para hacer asambleas de CC.OO, y participar en las próximas elecciones generales a favor de los partidos obreros.
De esta forma, el día 6 de marzo de 1977 se constituyó en Mérida, todavía en la ilegalidad y con la asistencia de unos 150 delegados, en el edificio de ejercicios espirituales -propiedad de la Iglesia- de Plantonal de Vera, la Unión Sindical de CC.OO de la Provincia de Badajoz. Después se constituirían las federaciones de rama. Pedro Ruíz presidió la Asamblea y dijo, entre otras cosas, que esperaban “que llegue pronto el decreto de libertad sindical; dio la cifra de 130.000 afiliados en sólo cuatro meses”… Había “unos seiscientos afiliados en la provincia”.
Pedro Ruiz defendió que no había que ir al pacto social porque los culpables del caos económico eran los capitalistas y no los trabajadores.
Se habló de la huelga de la construcción en Badajoz “de la que se dijo que se estaba llevando muy mal por otros compañeros y que ellos no eran partidarios de las huelgas indefinidas ni de dar saltos imposibles, ni que lleven el hambre a los trabajadores”.
Salieron elegidos para el Secretariado por la comarca de Mérida y Vegas Bajas Francisco Rodríguez Pérez, Pedro Rodao y cuatro más. Francisco fue nombrado Secretario General Provincial de CC.OO, el de Finanzas Adolfo Mayoral Trejo (de Mérida), el Secretario de Organización José María Díaz (de Mérida), la de Prensa y Propaganda Adela Flores (de Don Benito). En esa asamblea estuvieron presentes varios montijanos: Bartolomé del Viejo García, Pedro Rodao, Rafael Cruz Moreno, Pedro Sánchez Guzmán, etc. además de muchos comunistas de la provincia como Alberto Asuar Ramirez, Manuel Parejo, varios de Don Benito, etc. La noticia apareció en el diario HOY de 8 de marzo.
El gobierno de Suárez legalizó el 1 de abril de 1977 las centrales sindicales, que se registraron el día 28. El 2 de abril de 1977 se trajo al Hotel Colón de Montijo a dar una conferencia sobre “El paro en Extremadura (datos para una aproximación al problema del paro)” a Julio Segura Sánchez que entonces era catedrático de Teoría Económica de la Universidad Complutense y miembro del Comité Central del PCE. El acto se hizo a través de la Centro de Estudios Muñoz Torrero, de Badajoz. El salón estuvo totalmente abarrotado de público, unas 600 personas, la mayoría trabajadores. Julio propuso que los trabajadores se afiliasen a los sindicatos para defender unidos sus derechos. En una crónica del diario HOY del 8 de abril leemos: “Comenzado el acto, un grupo de trabajadores colocaron varias pancartas que pedían “Subsidio de desempleo para los jornaleros”, “Queremos trabajo para todo el año”, “Nucleares no, industrias sí”, etc. Todas estas pancartas estaban firmadas por Comisiones Obreras. Posteriormente se leyó un informe sobre “la situación del paro obrero en Montijo y su comarca”, a cargo de José Sánchez por los trabajadores agrícolas y Francisco Rodríguez por la rama general. En el coloquio se informó del funcionamiento de Comisiones Obreras en la localidad…” Se recogieron firmas para elevar el informe al Gobierno.
A partir de entonces comenzarían a afiliarse muchos trabajadores al sindicato CC.OO. en Montijo –donde se llegó a tener más de 500 afiliados- y en las Vegas Bajas.
Se celebró en Montijo en 1977 el primer 1º de Mayo después de 1936 organizado por los sindicatos CC.OO. y UGT.
A principios del año 1979 comenzó una huelga en la fábrica COBASA, ”ante la grave situación laboral que se nos plantea a la plantilla por un expediente de regulación de empleo que afecta a 55 trabajadores”. Fue dirigida por CC.OO., UGT y el Sindicato Unitario. En esta empresa trabajaban muchos trabajadores de la comarca. La dirección provincial de CC.OO. telefoneó al Secretario Local Francisco Rodríguez y le pidió que se informase del problema existente en la empresa, éste habló con varios montijanos que trabajaban allí y Francisco se puso en contacto con el abogado de CC.OO. José Benitez Donoso para que los defendiese. Se hicieron reuniones y hubo negociaciones con la dirección de la empresa. CC.OO. promovió la campaña comarcal “No al expediente de COBASA. Trabajo sí, paro no”.
El Partido Comunista comenzó a publicar en Montijo a mediados de 1979, cuando ya gobernaba en el Ayuntamiento en coalición con el PSOE, el periódico “El Trabajador Montijano”. Su domicilio social era la sede de CC.OO. (plaza de Cipriano G. Piñero nº 13) y su consejo de redacción estaba integrado por Francisco Rodríguez Pérez (Secretario Local de CC.OO.), Francisco Nogales Hernández, Manuel Pozo Caballero, Martín Romano Delgado y Juan Carlos Molano.
El 23 de febrero de 1981 sucedió el intento del Golpe de Estado (con el conocimiento del rey) para formar un gobierno de Concentración Nacional dirigido por un militar monárquico. En Montijo, al igual que en todas las ciudades, la extrema derecha (Fuerza Nueva, etc.) confeccionaron listas negras de aquellos que habría que eliminar si triunfaba el Golpe: concejales y dirigentes de los partidos y sindicatos de izquierdas.
Como recogía el periódico El Trabajador Montijano de abril de 1981: “En Montijo, los comunistas acogimos el golpe con preocupación pero con absoluta serenidad. Inmediatamente nos reunimos el Secretariado del Comité Local y nos pusimos en comunicación telefónica con nuestro Comité Provincial que estaba ya reunido… En nuestra sede de Senador Piñero estuvimos celebrando una reunión sobre temas y cuestiones que teníamos ya programadas para ese día. Mas tarde, entre reunirnos en el Ayuntamiento o hacerlo en casa de un miembro del Comité Local que tuviese teléfono, decidimos esto último (en casa de Francisco Rodríguez Pérez, en la barriada Juan XXIII, frente al cuartel de la Guardia Civil)…”
El día 13 de mayo de 1981 tuvieron lugar asambleas en los pueblos de la comarca “Por la salvación de las Vegas Bajas” y “para conseguir el Plan de Pleno Empleo presentado por los alcaldes” de las comarcas de Mérida y Vegas Bajas, contra el cierre de industrias, para exigir la creación de puestos de trabajo, y la apertura y readaptación de las industrias transformadoras para trabajar todo el año, convocadas por CC.OO., UGT y SU y la Unión de Campesinos Extremeños, apoyadas por los ayuntamientos gobernados por el PSOE y el PCE. y llamaban a todos los vecinos de la comarca.
Cabecera de la manifestación pasando por la calle Gabriel y Galán donde iba Francisco Rodríguez.
Asamblea de Comisiones Obreras en los salones Conde. Vemos a Francisco y su esposa Isabel en la primera fila.
El día 14 de febrero de 1982 se celebró el I Congreso de la Unión Regional de Comisiones Obreras de Extremadura al que asistió Francisco Rodríguez como Secretario Local de Montijo.
El 8 de mayo de 1983 se celebraron las segundas elecciones municipales democráticas. En Montijo obtuvo el PCE 10 concejales (el 56’33% de los votos), entre ellos Francisco Rodríguez e Isabel.
Toma de posesión, en la Comunidad de Labradores, de los diez concejales del PCE. En el centro a la izquierda vemos a Isabel y Francisco.
Francisco fue elegido Delegado Municipal de Servicios Públicos y fue muchos años delegado sindical en la Cia. Sevillana por el sindicato CC.OO. Y ha colaborado en todas las movilizaciones que se han desarrollado para beneficiar a la clase obrera y a los sectores populares. Por ello es uno de los imprescindibles. Hoy continúa viviendo y luchando en Montijo.
Apuntes biográfico escritos por Juan Carlos Molano Gragera. Diciembre de 2023.