Recreación del Hospital de Pobres y la iglesia de San Isidro de Montijo en el último tercio del siglo XV

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El dibujo que vemos aquí ha sido realizado por Jaime Vila Domínguez a quien doy las gracias.

Para realizar esta recreación pictórica nos hemos basado en los textos publicados por varios historiadores montijanos.

En la parte central del dibujo vemos una casa que era el HOSPITAL DE POBRES de Montijo, existente a finales del siglo XV. Para ello hemos recogido datos del trabajo de Manuel García Cienfuegos publicado en la revista Pax et Emérita, volumen 17 año 2021, y del libro de Pablo Iglesias Aunión “Historia de la comarca de Lácara, del Medievo a los tiempos modernos”, publicado por ADECOM LÁCARA en el año 2000, página 58. En la página 212 del libro dice que el hospital estaba “a las espaldas” de la iglesia de San Isidro, seguramente pegado al ábside de la iglesia.

En la visita que realizan los visitadores de la Orden de Santiago en 1511 dicen que “está entre ambas iglesias, junto a la casa del comendador”. Es decir, entre la iglesia de San Isidro a la que estaba adosada y la iglesia de San Pedro; la casa del comendador era la que después fue palacio de los condes y hoy pisos del conde. Estamos hablando de las casas que hoy son de los herederos de Teodomiro del Viejo y el café de Alfonso Dorado, en la calle Mercado frente al Teatro Municipal Nuevo Calderón.

La casa era de una sola planta y tenía “una portada de arcos de ladrillo a la puerta de la calle”.

A finales del siglo XV el mayordomo encargado del hospital era Juan Domínguez y lo atendían un capellán, un médico, un sangrador, un boticario y un hospitalero con su esposa que vivían en la casa.

Hacia arriba del hospital vemos la IGLESIA DE SAN ISIDRO que fue la parroquia de Montijo hasta el año 1490. Hemos tomado datos del artículo de Francisco Germán Rodríguez Martín “Posible localización de la antigua iglesia de San Isidoro de Montijo”, publicado en la revista de Ferias de 1985, y del libro citado de Pablo Iglesias Aunión, página 60. Según el sacerdote historiador Vicente Navarro del Castillo la iglesia “era de humildes proporciones”.

Bernabé Moreno de Vargas estudia en su libro Historia de la ciudad de Mérida (año de 1633) esta iglesia y nos habla de “la puerta que mira a Oriente”, que es la que vemos en el dibujo.

Arriba a la izquierda vemos la Casa de la Encomienda o del comendador de la Orden de Santiago, que estaba en la hoy llamada plaza de Cervantes y que estudió Aurora Ruíz Mateos en su libro “Arquitectura civil de la Orden de Santiago en Extremadura : la casa de la Encomineda. Su proyección en Hispanoamerica”, publicado por la Diputación de Badajoz en 1985, donde destacaba su torreón, símbolo del poder. Posteriormente se levantó en ella el palacio de los condes de Montijo.

Eran comendadores en esos años Juan Chacón y Fernando de Arce.

El hospital y la iglesia de San Isidro colindaban con el primer cementerio que tuvo Montijo, que estuvo donde hoy se ubica el Teatro Municipal y que hemos representado abajo a la izquierda en el dibujo. Cuando se construyó la Plaza de Abastos en 1932 aparecieron bastantes restos humanos.

A la derecha del dibujo hemos representado una fila de silos de trigo subterráneos que existían donde hoy está el atrio de la iglesia de San Pedro y que era la Silera, institución muy antigua, en el terreno que llamaban “cerro de la iglesia”, donde había peñas.

Esperamos haber contribuido a recrear una parte de lo que fue nuestra villa en aquellos siglos. En el museo de la Comunidad de Labradores debería haber una maqueta del Montijo de aquellos siglos y proyecciones en 3D de los monumentos más importantes de la villa.

Juan Carlos Molano Gragera. Abril de 2024.

Juan Carlos Molano Gragera
Juan Carlos Molano Gragerahttp://historiasdemontijo.com
Cuando estudié la carrera de Ciencias Políticas, en la Universidad Complutense, durante los años 1968/72, tuve algunos maestros como Antonio Elorza Domínguez o Juan Trías Vejarano que me enseñaron a investigar en los archivos para elaborar aspectos de nuestra historia. Aquella semilla se fue desarrollando desde finales de los años setenta cuando volví a vivir a Montijo y continúa viva hasta el día de hoy. Espero continuarla hasta que me fallen las fuerzas y la vista. Y me gustaría que se siguiese leyendo después de “pasar a mejor vida”.

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Cuando estudié la carrera de Ciencias Políticas, en la Universidad Complutense, durante los años 1968/72, tuve algunos maestros como Antonio Elorza Domínguez o Juan Trías Vejarano que me enseñaron a investigar en los archivos para elaborar aspectos de nuestra historia. Aquella semilla se fue desarrollando desde finales de los años setenta cuando volví a vivir a Montijo y continúa viva hasta el día de hoy. Espero continuarla hasta que me fallen las fuerzas y la vista. Y me gustaría que se siguiese leyendo después de “pasar a mejor vida”.

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