Foto realizada en 1934. Cedida por Toribio Gragera Parees.
Francisco Eduardo Gragera Tejeda nació el día 13 de octubre de 1909 en el seno de una antigua familia hidalga montijana, de propietarios de tierras.
Orígenes del apellido Gragera
Tomado de Escudos de Armas de Apellidos, de Santiago Díaz Aroca.
Los Gragera gozaron, desde muy antiguo, de todas las preeminencias y franquicias de las familias nobles, y esta nobleza la probaron varias veces. La primera probanza la hicieron en el siglo XVI a Alonso Gragera, vecino del Montijo, le disputaron su hidalguía y sostuvo pleito contra la villa y su Procurador Síndico, justificando plenamente, no sólo que era hijodalgo, sino que lo habían sido su padre, Pedro Gragera Fernández, su abuelo paterno Pedro Gragera y su bisabuelo Alonso Gragera “el viejo”.
En 1538 la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Granada le declaró hijodalgo notorio de sangre, y lo mismo a su padre y abuelo, condenando en costas a la parte contraria (el Concejo del Montijo) con cincuenta ducados para la Cámara de Su Majestad. Dicho Alonso Gragera tuvo dos hijos: Alonso, que marchó a las Indias donde murió, y Antonio que vivió siempre en el Montijo donde tenía grandes posesiones.
Los Gragera en Montijo se fueron dividiendo en varias líneas familiares que han llegado hasta nuestros días. Veamos la directa de Paco.
Toribio Gragera Capote era gran propietario agrario y mediano contribuyente de Montijo, En la desamortización de las tierras de la Iglesia, en los años 1836 a 1852 compró 28 hectáreas. Fue alcalde de Montijo en 1856, 1857, 1858, 1865 y 1866. Estaba casado con Margarita García Álvarez, descendiente de Pedro Álvarez Vadillo administrador del Conde de Montijo e hidalgo. Tuvieron varios hijos, entre ellos los célebres cazadores Alonso, Hipólito (que fue alcalde de 1887 a 1890, cazaba por la sierra del Machial) y Agustín Gragera García. Este último fue el célebre “pa Agustín” que vivía en la calle Sánchez Rivera (donde hoy se encuentra la ferretería González), era presbítero, gran contribuyente en 1852 y muy aficionado a las monterías, amigo de Antonio Covarsí (padre del pintor Abelardo Covarsí).
Para comprender el período en que Toribio fue alcalde, liberal moderado, daremos algunos datos:
La nueva Ley Municipal aprobada por los liberales moderados en enero de 1845 estableció el sufragio directo censitario que acentuaba la centralización de la administración pública mediante el control del poder político de los ayuntamientos. La Constitución de 1845 de los moderados estableció el llamado sufragio censitario, las rentas para poder ser elegido ern de 12 000 reales y para poder votar de 400 reales. Por ello en las elecciones de 1846 solo pudo votar el 0,8 % de la población española, casi 100 000 personas solamente. En 1856, la reina Isabel II nombró nuevo presidente del gobierno al general moderado O’Donnell que fue el artífice de los gobiernos de la Unión Liberal. Una vez nombrado Presidente del Consejo de Ministros, O’Donnell restauró la Constitución de 1845 con un Acta Adicional con la que trató de atraerse a sectores liberales. Las luchas entre las distintas facciones moderadas y liberales, y entre ellas mismas, continuaron a pesar de todo. Tras los sucesos de julio, la debilidad de O’Donnell llevó a la Reina a cambiar de nuevo de Gobierno con Narváez el 12 de octubre de 1856. El 30 de junio de 1858 O’Donnell formó de nuevo gobierno en el que se reservó el Ministerio de la Guerra. El gabinete duró cuatro años y medio, hasta el 17 de enero de 1863, y fue el gobierno más estable del periodo. Se restableció nuevamente la Constitución de 1845 y las elecciones a Cortes de septiembre de 1858 otorgaron a la Unión Liberal un absoluto control del poder legislativo. Una de las más destacadas actuaciones fue la reforma administrativa interna de los municipios. En 1861 la política de acoso al gobierno de O’Donnell se multiplicó por parte del Partido Moderado y del Progresista. El 2 de marzo de 1863 la Reina aceptó la renuncia de O’Donnell. Después vuelve Narváez, en un periodo tranquilo, con el establecimiento del orden del Estado centralizado y tras detener el proceso desamortizador de Madoz. Un gobierno dictatorial que acaba en 1868, cuando estalla una nueva revolución, dirigida contra el gobierno y la Reina Isabel II: la Revolución Gloriosa. Narváez formó gobierno el 16 de septiembre de 1864 con la intención de aglutinar fuerzas y recoger un espíritu unionista que permitiera la integración de los progresistas en la política activa, temeroso de que el cuestionamiento del reinado fuera más allá. La negativa progresista a participar en un sistema que consideraban corrupto y caduco llevó a Narváez al autoritarismo y a una cascada de dimisiones en el seno del gabinete. Dentro del Estado Centralizado español liberal destacan las Diputaciones Provinciales, que habían tenido un gran poder político y económico pero con los moderados su poder queda reducido a órgano de consulta. Dentro de los ayuntamientos, todos los concejales son elegidos por sufragio censitario y deben ser aceptados por el alcalde y el Gobernador Civil. El alcalde debe mantener el orden público, adaptándose a lo que designe el gobierno central, que, en algunos casos, se reserva el derecho de nombrar un Corregidor en lugar de un alcalde, dado que el alcalde pasaba por elecciones y el Corregidor era elegido a dedo.
Los padres de Francisco eran Toribio Gragera González-Piñero (hijo de Alonso Gragera García) y Paula Clementina Tejeda Campos, vivían en la calle Esteban Amaya nº 12. En esta familia nacieron cuatro niños varones: Alonso, que murió a los siete años de meningitis, Francisco, Emiliano y Alonso.
Toribio tenía otros hermanos (Luís, Juan …), era primo de Argimiro Rodríguez González-Piñero que vivía en la plaza de Santa Clara y con el que estaba muy unido. También era primo de las hermanas Margarita, Josefina y Antonia Gragera Gragera que vivían en la calle Sánchez Rivera; Toribio acudía mucho a esa casa a visitarlas.
Francisco estudió en la escuela privada de D. Eduardo Núñez Díaz, “el chiquito”, de allí pasó al colegio de jesuitas “San José” de Villafranca de los Barros donde cursó el bachillerato y el Preuniversitario que terminó en junio de 1926.
La familia de los Tejeda procedían de San Vicente de Alcántara. A comienzos del siglo XIX vivían allí Servan Tejeda y su esposa, un hijo suyo se fue a vivir a Torremayor al casarse con una Gragera. Estos tuvieron varios hijos: Servan, Francisco, Isabel y Telesforo Tejeda y Gragera.
En Torremayor vivía Serván Tejeda y Gragera, estaba soltero y era muy religioso, bastante maniático (tocaba el piano pero una sola pieza, tenía criados y por las noches les mandaba que pusiesen ceniza por la casa para auyentar a los espíritus) casi siempre vivió en el cortijo de Los Caleños, realizó testamento en el año 1894 ante el notario Luciano Lauriño García, construyó una capilla en la iglesia parroquial de ese pueblo, tenía una buena casa en Torremayor, una finca en Valencia de Alcántara: “La tapada del lavadero”, sito en San Antón, otra en San Vicente de Alcántara: “Los Castaños”, otras en el término de Torremayor: “Los Caleños y Melchora” conocidos como cerros de Tejeda y donde se encontraban los hornos de cal, muy antiguos, de ahí el nombre de la finca; “El Chaparral” debajo de la vía del tren, “El Coto” encima del canal, “El Hinojal” que está al este de Torremayor y “El Rompimiento”, “El Valdío” en el término de Mérida.
Su criada Rosa era de San Vicente de Alcántara y estuvo siempre con ellos. Serván nombró herederos a sus hermanos. Una copia de este testamento existe en el Archivo Parroquial de Santiago Apóstol de Torremayor.
Los Tejeda eran cultos, tocaban el piano, eran artistas, veraneaban en Caldas da Reinha (Portugal).
Francisco Tejeda y Gragera se casó con Olalla Campos, de Montijo, y se fue a vivir a la calle Hernán Cortés de este pueblo y de ahí se trasladaron a la Plaza de Santa Clara nº 1. En la plaza vivieron sus hijos Adelina, Juan y Ezequiel Tejeda Campos, hermanos de la madre de Francisco Gragera Tejeda: Paula Clementina, a los que él estaba muy unido. Otra hija de Francisco y Olalla era Obdulia Tejeda Campos. Un hermano de Olalla Campos era el abogado Bartolomé Campos, soltero.
Juan Tejeda Campos estaba soltero y también era poeta y artista y bastante raro, Paco Gragera estaba muy unido a él. Entre las múltiples poesías que hizo Juan le dedicó una a Mariano Rubio Codes. Juan defendía a su hermano Ezequiel de quienes le criticaban porque le gustaba vivir la vida; era el propietario de la casa donde vivían su hermana Paula Clementina y Toribio Gragera en la calle Esteban Amaya nº 12.
Juan Tejeda Campos, foto artística de Manuel Mendoza, Madrid. Cedida por Juan Bautista Pinilla.
Adelina Tejeda Campos. Foto Pepe, Badajoz. Cedida por Juan Bautista Pinilla.
Juan Pinilla Pinilla estaba casado con Obdulia Tejeda Campos, eran propietarios de la finca El Chaparral del Coto situado frente a la estación de Torremayor, y tuvieron dos hijas: Carmen y Eulalia Pinilla Tejeda. Juan Tejeda y Paco Gragera se iban andando o en tren a El Coto.
Juan Tejeda Campos con su pastor en Los Caleños, a finales de los años 20. Foto de Paco Gragera.
A Paco le gustaba ir al cortijo de Los Caleños y pasar allí temporadas.
Los mozos de mula de Los Caleños arando las tierras. Foto de Paco Gragera.
Desde el primer momento Francisco tenía inclinaciones por la pintura y el diseño y su aspiración era hacer la carrera de Bellas Artes en Florencia, que era la escuela puntera en la Europa de aquellos años. El decía que su vocación artística la había mamado en casa de su abuela Olalla Campos Bautista y su abuelo Francisco Tejeda Gragera, que vivían en Torremayor y pasaban largas temporadas en Los Caleños.
Paco tenía una gran relación con su vecina de calle Patrocinio García Jerez que era profesora de dibujo por lo que les unía la misma vocación.
Pero a su padre no le parecía propio de un miembro de buena familia dedicarse al arte y quiso que estudiase una carrera con porvenir, por lo que lo envió a la Universidad Central de Madrid. Primero se matriculó en la Facultad de Ciencias
al comienzo del curso 26/27. En una visita que realizaron a Madrid su prima Carmen Pinilla y Juana Bautista les estuvo enseñando el Museo del prado, explicándoles los pintores y los cuadros, la iglesia de San Francisco el Grande y otros monumentos, les llevó a una función en el Teatro Infanta Isabel que esta en la calle Barquillo (Paco era de la clac y tenía precios reducidos de las entradas), ….
Carné de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid, del curso 26/27. Foto de Toribio Gragera Parees.
El dictador Primo de Rivera llevó a cabo en el año 1928 la reforma de la Universidad mediante el Real Decreto de 19 de mayo, donde se le daba a las universidades católicas del país la facultad de conceder diplomas universitarias en igualdad con las públicas. El artículo 53 del R.D. provocó la oposición de los intelectuales a la Dictadura, las protestas del claustro de profesores de la Universidad Central, las manifestaciones de los estudiantes dirigidos por la FUE y su huelga general el 7 de marzo de 1929. El gobierno cerró la Universidad. Paco Gragera no estaba cómodo en aquél ambiente tan convulso en el que vivía esta universidad y no le gustaba la carrera que estaba cursando, por lo que pidió el traslado a la Universidad de Granada donde se cambió a la carrera de Derecho. Allí vivió y estudió en el Colegio Seminario de Teólogos y Juristas «San Dionisio Areopagita del Sacro Monte», regido por religiosos, y allí admiró la Semana Santa de la bella ciudad nazarí. En una ocasión fue a verlo su prima Carmen Pinilla y la llevó a ver los monumentos de la ciudad y a oír el flamenco en las cuevas del Sacromonte.
COLEGIO SEMINARIO CONCILIAR DE TEÓLOGOS Y JURISTAS SAN DIONISIO AREOPAGITA DEL SACRO MONTE DE GRANADA
Fue establecido junto a la Abadía-Iglesia Colegial del Sacromonte en 1609 por Pedro Cabeza de Vaca de Castro y Quiñones en la ciudad nazarí, con la aprobación del pontífice Pablo V,
Con fecha de 11 de mayo de 1713 Felipe V dictará en Madrid una real cédula reconociéndolo como uno de los mayores y más prestigiosos Seminarios Eclesiásticos de toda España. Cuando años más tarde sume el Seminario los estudios de Derecho civil se convertirá en un prestigioso Colegio no sólo de teólogos, sino también de juristas, que con alguna excepción, sobre todo en el siglo XIX, funcionará hasta hace poco más de medio siglo como centro de enseñanza superior.
Para ser admitido se procedía a realizar y expedir el informe de «limpieza de sangre» que el aspirante –»huésped»– debía, asimismo, superar para su definitivo ingreso como colegial: «Se le hacen las informaciones de limpieza de sangre, legitimidad de su nacimiento, buena vida, y costumbres; dando para ello el Señor Rector comisión á Colegial, que haya sido de este Colegio, ó persona Eclesiástica condecorada, y distinguida. Si algún Señor Prevendado, Capellán, ó Colegial tuviese noticia de alguna falta del Pretendiente, que le sirva de impedimento para vestir la Beca (aunque de las informaciones no conste) antes que llegue la ocasión de estar en Capilla para conferírsela, la manifestará al Señor Rector, para que haga la justa averiguación de ella, y si fuese cierta, la propondrá al Cabildo, para que con maduro consejo determine lo que se deba hacer: mirando en quanto pueda por el honor del Pretendiente, sin admitirlo en el Colegio».
A partir de 1752 se dará un paso más en el Seminario Areopagita al autorizarse la enseñanza y estudio de los dos Derechos, civil y canónico, junto a la creación de la cátedra de Lenguas Orientales (hebreo, griego y árabe), convirtiéndose así en un «insigne» Colegio ya no sólo de teólogos, sino también de juristas. De esta manera, el Colegio sacromontano pasará a ser considerado el centro de enseñanza superior privado más antiguo de nuestro país.
El 23 de octubre de 1885 se procedió a la instauración de la Facultad de Derecho en el Colegio del Sacromonte, con validez oficial académica. Los acontecimientos políticos, y de otra índole, acaecidos en España durante el primer tercio del siglo XX influirán negativamente en la misma, sin olvidar que en esta etapa se producirá el «finiquito» definitivo a su enseñanza.
Procesión de la patrona, a finales de los años 20, por la actual plaza del Rey, donde se ve a Paco Gragera detrás de la imagen, con traje claro, junto a su tío Francisco G. Piñero (con traje negro y pajarita) y delante a Sócrates Codes. A la derecha de la foto vemos al Pa Blas Quintana.
Ezequiel Tejeda había estado ingresado en el año 1930 en un sanatorio de la sierra de Madrid y allí trabajaba como enfermera Florencia Zabalgoitia Alejandre, que había nacido en un pueblo de Guipúzcoa, se enamoraron y se casaron. La boda fue en San Sebastián el día 10 de abril de 1931, dos días antes de proclamarse la República. Asistieron Paco Gragera, su hermano Emiliano, los Tejeda de Montijo y sus primas Carmen y Eulalia Pinilla.
Emiliano Gragera con sus primas y las hermanas de Florencia el día de la boda. Foto cedida por Juan Bautista Pinilla.
Los recién casados se vinieron a vivir a Montijo a la calle de Arcos nº 16, (donde hoy se encuentra la tienda de antigüedades) trayéndose como doncella y cuidadora de sus hijos a Gregoria Cirión.
Florencia se trataba mal con sus hermanos porque eran nacionalistas y ella era conservadora centralista.
Posteriormente se fueron a vivir a Badajoz. Sus hijos son Ezequiel, que se casó con Mariví Castillo y su hijo tiene una farmacia en Montijo, y Francisco.
Los últimos cursos de la carrera de Derecho los cursó Paco en la Universidad de Salamanca, donde era rector el gran intelectual Miguel de Unamuno y uno de los catedráticos José María Gil Robles. Todavía se conserva la orla de graduación de Francisco del curso 1933-34.
Foto enviada a su prima Carmen Pinilla, fechada el 24 de julio de 1933. Cedida por Juan Bautista Pinilla.
Paco no ejerció nunca de abogado profesionalmente, siempre dijo que sus padres “le estropearon la carrera” obligándoles a estudiar otra por la que no sentía vocación.
Paco era un pintor autodidacta ya que no pudo matricularse en ninguna escuela de Artes, compraba muchos libros y revistas de pintura (todavía conserva la familia bastantes de ellos). Pintó las bóvedas de la casa de sus tíos Juan y Adelina Tejeda (las del comedor, los salones, el pasillo), las bóvedas de la casa de su abuela Olalla, etc. También pintó interiores de casas de amigos suyos, para ello dibujaba primero los diseños en papel de las sábanas que bordaban sus amistades.
Aparte de la pintura se le daba muy bien el dibujo técnico.
Ezequiel Tejeda era el mayor accionista de la fábrica Electro-Harinera de Montijo (construida en el año 1919) y su administrador, su madre Olalla Campos tenía también muchas acciones. Formaron una sociedad con el cuñado de aquél Toribio Gragera G. Piñero, por lo que éste nombró escribiente a su hijo Emiliano y presidente a Paco, pero a este no le atraía mucho ese tipo de trabajo.
En la publicidad que hacían en las revistas de ferias de los años cincuenta ponían: “FABRICA DE HARINAS. Ezequiel Tejeda Campos. Teléfono 46, Montijo”. Lo que indicaba que el socio mayoritario era el cuñado de Toribio.
Los demás accionistas protestaban y recurrieron al Gobernador Civil, este intervino y amenazó con cerrar la fábrica, pero Toribio influyó y paró la medida.
Foto de la Electro-Harinera realizada por Manuel Cuerpo Rocha y publicada en sus blogs.
Los amigos de Paco eran Paco López (aquél iba todas las tardes a visitarlo a la albardonería de este en la calle Mérida), José Luís Calero Moreno, maestro que vivía en la calle Alonso Rodríguez, Juan Mena, propietario que vivía en la calle Hernán Cortés, Hipólito Gragera Barragán, director del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Badajoz, Cecilio Rodríguez, latero, Francisco Antolín Rodríguez, criado de la casa grande de los Thomas, pintor autodidacta y artista polifacético predominando los temas religiosos, … Muro, maestro de Puebla de la Calzada, Juana Bautista Caballero (Paco iba muchas tardes a tomar café a la casa de ella en la calle Sánchez Rivera y le enseñó a hacer fotos), sus primas Carmen y Eulalia Pinilla Tejeda, que vivían en la calle Santa Ana, Faustina y Ana Molano Calvo, Beatriz Martín, la familia de los Ríos que vivían en la misma calle que Paco en el número 16, Marciana Rodríguez, etc.
Sus amigos le llamaban Kicote.
Paco con sus primas Carmen y Eulalia Pinilla por el año 1933. Cedidas por Juan Bautista Pinilla.
Paco (detrás a la derecha) con sus amigos en el pozo que había en el Ejido de los Bueyes, junto a la charca y donde hoy está la fábrica CARCESA (a la derecha se ve levemente la sierra de San Serván). Cedida por Juan Bautista Pinilla.
En el Paseo con sus amigos en la Feria de 1934. Paco es el tercero por la derecha. Vemos, entre otros, en el centro a José Luís Calero, Manolo y Alfonso del Viejo, Pepe Ágreda, abajo Luís Vila. Foto de Francisco del Viejo Carretero.
En el paseo por los años treinta con amigos. El que está debajo es Maximiliano Arrobas. Foto de Toribio Gragera Parees.
Foto realizada por el año 1934. De derecha a izquierda Juan Mena, Paco, ……, el de la maceta … Guisado, abajo Luís Jerez, Pepe Macarro, ……
Con Pepe Luís Calero en la charca de los bueyes. Al fondo se ve la ermita de San Gregorio.
En las eras, donde hoy está el Estadio Municipal Emilio Macarro. Foto de Toribio Gragera Parees.
En la foto vemos a Luís Capote, ……., Pepe Luís Calero, detrás Paco, …. Foto de Toribio Gragera Parees.
Paco Gragera era muy aficionado al fútbol, en el equipo local C.D. Montijo jugaban varios amigos suyos. Ese equipo se disolvió a comienzos de los años treinta e inmediatamente se creó el Montijo F.C. en el que jugaban, entre otros, sus amigos Cecilio Rodríguez, Luís Vila, Alfonso del Viejo, … Montaron una estructura de madera frente al matadero municipal por lo que la gente la llamaba “el campo de las tablas”.
Allí iba algunos domingos Paco, cuando no estaba en Salamanca estudiando, a ver los encuentros; también se desplazaba con ellos a animar a los rojinegros y vivir la pasión del futbol.
Acompañando al Montijo F.C. en Mérida donde los montijanos jugaron contra el Emérita, uno de los más fuertes de la competición. Vemos a Paco abajo a la izquierda junto a un niño. Foto de Toribio Gragera Parees.
En una visita a Guadalupe en la Plazuela de los Tres Chorros. Vemos a Paco a la izquierda con su cámara colgada al hombro.
Como era muy aficionado a la fotografía montaba estampas costumbristas y de época con sus amigas y primas, entre ellas Carmen y Eulalia Pinilla, Luisa y María Corchero, hijas de un magistrado que vivían en la calle Santa Ana donde en los años sesenta y setenta estuvo la Cia. Sevillana de Electricidad.
Fotos cedidas por Juan Bautista Pinilla.
Por los veranos, a Paco le gustaba mucho pasar temporadas en la finca familiar de Los Caleños.
El día 31 de marzo de 1933 se constituyó en Montijo el partido de derechas católico Acción Popular y Agraria (dirigido a nivel nacional por el que había sido catedrático de Paco Gragera José María Gil Robles) que se integró en la CEDA. A el se afiliarían Toribio Gragera y sus hijos.
Tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936 la crispación aumentó en España pues la derecha no admitía el resultado de las urnas. Paco Gragera relataba en una carta el día 11 de abril Domingo de Resurrección: “… las procesiones este año no han salido y me ha parecido muy bien la determinación de las Cofradías. Dieguito Cabezas continuó dando cine el Jueves y el Viernes Santo, mientras su papá –Modesto- está camino de Francia…”
En otra carta que le escribió a José Luís Calero Moreno el día 26 de abril decía “… Ayer tuve aquí a Luís Capote y me refirió cosas espeluznantes del pueblo…” En otra carta que le escribió el 20 de mayo le decía “…San Isidro creo (porque yo no fui) que estuvo desanimado, contadas personas fueron a Barbaño…”
El 20 de mayo le escribe otra carta Paco a Pepe: “… Hace tiempo que me corté la coleta de fotógrafo y los pinceles andan ahora descansando…”
A los seis días del comienzo del golpe de Estado franquista en España, el 24 de julio de 1936, desalojó el Comité de Defensa de la República a las monjas clarisas del convento de Montijo, para encerrar como presos a destacados derechistas del pueblo. Los padres de Paco recogieron a algunas monjas en su casa igual que hicieron otras familias de derechas.
Fueron encerrados a continuación en el convento 56 hombres de derechas. Del listado confeccionado por la Junta de Defensa de la República leemos, entre otros, a Toribio Gragera G. Piñero “propietario de 61 años, casado, de Acción Popular”, su hermano Luís “propietario, 52 años, casado, del Partido Republicano Conservador” fue presidente de la Comunidad de Labradores en 1932, su cuñado Ezequiel Tejeda Campos “propietario, 42 años, casado…” y los hijos de Toribio: Francisco Gragera Tejeda “abogado, 27 años, soltero, de Acción Popular” y Emiliano Gragera Tejeda “escribiente, 25 años, soltero, de Acción Popular”.
Unos milicianos republicanos que llegaron de Badajoz intentaron quemar el convento con los presos dentro, pero el Comité de Defensa de la República lo impidió. La vida de Paco y sus 55 compañeros cautivos estuvo pendiente de un hilo en esos días. Fueron liberados con la llegada de la Columna Madrid de Juan Yagüe el 13 de agosto. En esos días de cautiverio Paco rezaba a la virgen de la Piedad que había en el convento y le prometió que, si salían vivos de allí, crearía una cofradía de Semana Santa integrada por los cautivos: “si nos sacan a todos libres sacaremos a la Virgen de la Piedad en procesión todos los años”.
Después de la guerra se creó la “Hermandad de Cautivos por España”, dependiente de FET de las JONS, donde se integraron los 56 presos del convento de las monjas.
Paco se libró de ir al frente en la guerra civil pues tenía a dos hermanos en él, aunque sí realizó el Servicio Militar en su momento.
La fábrica Electro-Harinera vendía durante la guerra “pan y harina hecho al Ejército” estacionado en Montijo, que eran abonados por el Ayuntamiento.
En diciembre de 1936 se constituyó en Montijo un nuevo Comité Local de la Cruz Roja, presidido por Florencia Zabalgoitia Alejandre “de Tejeda”, la esposa de Ezequiel, era la Jefa Local de la Sección Femenina y había estado al frente del comedor de Auxilio Social.
Florencia se trataba mal con sus hermanos porque eran nacionalistas vascos. Posteriormente se fueron a vivir a Badajoz.
El día 20 de marzo de 1940 nombró la Gestora Municipal, presidida por Francisco Rodríguez Cavero, Juez Municipal Suplente a Francisco Gragera Tejeda. En octubre de 1943 era Juez Pedro Morilla de la Sal, lo que indica que ya no lo era Paco.
Francisco Gragera fundó en el año 1941 la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Piedad. Le ayudó su amigo Paco López. Francisco redactó el Reglamento, el diseño de la cofradía la trajo de la Semana Santa de Granada lo que rompía con la tradición castellano-leonesa de la Semana Santa montijana. El color de las túnicas y capirotes es negro y llevan cosida una cruz morada en el capuchón, el cíngulo es morado. Los capirotes de cartón los fabricaron Paco y sus amigas en los altos de su casa de la calle Esteban Amaya.
Paco fue el primer Hermano Mayor de la Cofradía y siguió colaborando con ella hasta su muerte.
La procesión sale el Miércoles Santo de la iglesia de Jesús.
Paco colaboró también mucho con las funciones benéficas de teatro que organizaba la Falange en la posguerra, en el Teatro Calderón de la Barca, y donde era el alma su amigo Pepe Luís Calero y actuaban muchos amigos y amigas.
El 1 de abril de 1941, Día de la Victoria, se organizó una función benéfica en el Teatro Calderón con el fin de recaudar fondos para Auxilio Social. Se representó la obra “Morena Clara”, de los hermanos Álvarez Quintero, y fue interpretada “por entusiastas camaradas de FET”, entre ellos “Francisco Gragera Tejeda como Juez” (daba la coincidencia de que él era Juez en Montijo por entonces) y José Luís Calero, que hacía de fiscal. El director era el secretario del Ayuntamiento y escritor Rafael González-Castell y la que amenizaba la música Rafaela Guisado.
Por el año 1947 se representó en el Salón Moderno la obra “La fuente de los amores” por un grupo de aficionados dirigidos por Amalia Torres. En el fin de fiesta cantaron, un coro de jovencitas dirigidas por Rafaela Guisado, la canción escrita por ella “Somos chiquillas modernas” y el vestuario corrió a cargo de Paco Gragera y Luís Arnela.
Una función benéfica en el Calderón por aquellos años donde vemos, entre otros, a Fernando Regalado, Emilia Gómez Lavado, Concha González Zoydo, Emilio Macarro, la esposa de Rafael Gómez Rodao, Tomasa Ramos, Cecilio Rodríguez, Paco Gragera detrás de Margarita González Zoydo (con pamela), Ramón Leal, … , sentada Amalia Torres, … , sentado García Capote, Emilia Gómez, Ángela ….. Foto de VISAM.
La madre de Paco era muy católica y caritativa, le imprimió ese sentimiento a su hijo por lo que Paco era también muy católico y frecuentaba mucho las iglesias, era muy amigo de las monjas clarisas. Su padre les llevaba harina para que hiciesen las formas, cuando hacían la matanza les llevaba chacina, etc. El vía crucis existente en la ermita de las monjas lo pintó Paco.
El nacimiento grande existente en la iglesia de San Pedro lo regaló Paco.
Tuvo una discusión dura con el párroco D. José Zambrano Blanco por el año 1954, porque este no quería que entrase en la iglesia (¿) y porque el párroco llamó la atención públicamente a algunas mujeres por no llevar medias o mangas largas. Los dos tenían caracteres fuertes y chocaban. Paco escribió al obispo para que trasladase a D. José a otra ciudad, lo que se llevó a cabo siendo trasladado a Alburquerque.
Otra de las aficiones de Paco era la cocina, le gustaba mucho cocinar y lo hacía estupendamente. Escribió un libro de recetas y pastelería. Igualmente ayudaba a los amigos a preparar las ceremonias de sus bodas que solía realizarlo con mucho gusto.
También era muy aficionado a la jardinería, estaba suscrito a revistas de esta especialidad. El jardín del cortijo familiar de Los Enviciados, cerca de la frontera portuguesa, lo realizó Paco, igual que la ampliación del cortijo y de varias casas.
En el año 1938 propuso el Delegado Local de Prensa y Propaganda de FET de las JONS, Juan de los Ríos, la construcción de una Cruz de los Caídos en el solar donde estuvo el primer cementerio católico, y se le encargó el diseño a Francisco Gragera. En ese año le encargó la Gestora Municipal, presidida por Pedro Carretero Moreno, a Paco que realizase el proyecto de un parque a construir en el solar donde estuvo el cementerio católico. El boceto (todavía existente) lo hizo en papeles que servían para perfilar las sábanas, planificó los tipos de árboles, plantas y parterres que había que poner (acacias, cedros, crisantemos, falsos pimenteros, romero, etc.) y dirigió los trabajos de plantación.
Acto de inauguración de las obras de la Cruz de los Caídos el día 29 de octubre de 1938. De izquierda a derecha vemos a las muchachas de la Sección Femenina de FET, la Banda Municipal de Música, detrás Paco Gragera, la Guardia Civil, la Presidenta Local de la Cruz Roja Florencia Zabalgoitia Alejandre, el alcalde Francisco Rodríguez Cavero con boina roja de FET, el párroco Juan Pérez Amaya, el Secretario Local de FET Hipólito Gragera de uniforme, detrás con la gorra de FET Pedro Miguel Rodríguez presidente de la Comunidad de Labradores, Sócrates Codes, … Foto realizada por el Servicio de Prensa y Propaganda de FET propiedad de Juana del Viejo Mendoza.
El día 1 de febrero de 1941 trasladó el alcalde Pedro Carretero una denuncia al Juzgado Municipal a un vecino “por pastoreo abusivo en las obras que se realizan en la Cruz de los Caídos… con ganado”, lo que indica que aún no se habían sembrado las plantas y árboles. La cruz se pagó mediante una cuestación popular pero, como faltaba bastante dinero para poder terminarla, el alcalde Pedro Carretero y el Secretario Local de FET Hipólito Gragera Barragán aportaron 100.000 pesetas como donación personal. Fue inaugurada el día 18 de julio de 1941.
La cruz cuando se estaba cubriendo de mármol la escalinata, en 1941, no había aún plantas ni árboles ni estaba construído el canal. Foto del archivo de Juana del Viejo Barrena.
La Fiesta del Árbol de 1942 se realizó en el solar donde se proyectaba hacer el Parque, alrededor de la Cruz de los Caídos, por ello se convocó allí a los niños de las Escuelas Nacionales con sus maestros. Las autoridades locales cavaron las primeras pocetas.
En la foto vemos, con los uniformes falangistas, al alcalde Pedro Carretero, al diseñador del parque Paco Gragera y al Secretario Local de FET Hipólito Gragera. El niño que está junto a Paco es su amigo Paco López. Al fondo se ve el cerro de San Gregorio. Foto del archivo de Toribio Gragera Parees.
Esta fiesta surgió en España a principios del siglo XIX, el 5 de enero de 1915 se instauró en todo el territorio Español mediante Real Orden del Ministerio de la Gobernación y una Real Orden del Ministerio de Fomento, obligando a cada ayuntamiento a fijar el día de su celebración. En Montijo se realizaba esta fiesta en la carretera de la Estación, al menos desde los años veinte, promovida por los maestros D. Pablo Sánchez y D. José Blanco, a la que asistían todos los niños de las escuelas para sembrar un árbol cada uno. Después se tenían que encargar de regar el suyo. Ese día se organizaba una gran fiesta en la carretera de la Estación a la que asistían la Corporación Municipal, el párroco, etc.
En el parque cuando aún no había apenas árboles plantados, con Blas Pérez y Anastasio Molano, entre otros. Foto del archivo de Toribio Gragera Parees.
Desde bien joven le encantaba hacer fotos, tenía dos cámaras Kodak y él rebelaba los negativos en su estudio. Todavía existe una buena colección de fotos realizadas por él donde se recoge la vida del pueblo desde los años treinta con gran maestría. A Paco le gustaba pedirle a sus amigas y amigos que se pusieran trajes antiguos para fotografiarlos…
Los señores sentados en la terraza del Casino en los años cuarenta. Vemos a Toribio Gragera G. Piñero el segundo por la derecha, con sombrero claro. La foto la realizó su hijo Francisco Gragera
Paco tenía su estudio de pintura en los altos de su casa desde los años treinta, en una sala grande; realizó muchos cuadros, la mayoría de temas religiosos, que hoy están repartidos entre familiares y amigos. Pintó una réplica del «Cristo crucificado» de Velázquez y otra del «Cristo de la reja» existente en el convento de las monjas, pintado por Luís de Morales.
Original del «Cristo crucificado» de Velázquez, tomado de Wikypedia.
«Cristo de la reja», pintura original existente en el convento de clarisas de Montijo. Foto publicada por Manuel García Cienfuegos en la página web de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales.
Copia del “San Juan Bautista niño” del pintor sevillano del barroco Bartolomé Esteban Murillo, que pintó sobre el año 1670 y se encuentra en el Museo del Prado. Es propiedad de María Pinilla Carretero.
A Paco también le gustaba copiar pinturas regionalistas de Eugenio Hermoso como ésta que vemos que reproduce una parte de «A la fiesta del pueblo» (1916). Propiedad de Toribio Gragera Parees. Cuadros de María José Pellicer Bautista pintados por Francisco Gragera.
Paisajes. Pintados en 1947. Propiedad de Luís Caballero Molano.
Paco Gragera también tuvo influencia del pintor pacense Antonio Juez Nieto (Badajoz, 1893-1963), ilustrador, escritor y diseñador de jardines. Procedente de una familia de clase media y de formación autodidacta, fue un personaje singular de la vida artística y cultural pacense; homosexual, elegante, sensible y culto, llevó a cabo una polifacética labor en su ciudad natal. En su juventud, estancias en París, Barcelona y Madrid le introdujeron en un ambiente cosmopolita y bohemio, intelectual y decadente. Se inspiró en el exotismo oriental. Pintó el interior de los Almacenes La Giralda, de Badajoz, con una serie de cuadros ex profeso para sus paredes.
Pintura de sabor hindú sobre seda realizada por Paco, inspirada en los cuadros de Antonio Juez Nieto y que fue pintado por el año 1945. Propiedad de Juan Bautista Pinilla.
Detalle de la pintura.
Su sobrina Nina Gragera Pinilla tiene varios cuadros, entre ellos uno que representa un patio andaluz.
En el mes de julio de 1940 se cambió el Reglamento del Círculo de Artesanos para adaptarlo al nuevo Régimen franquista. En el artículo 28 se decía que se creaba “una Escuela de Artesanado adscrita a los Sindicatos de la Central Nacional-Sindicalista y como servicio de FET de las JONS…” El día uno de octubre se abrió dicha Escuela donde se impartían, entre otras, clases de Dibujo Artístico por el pintor Álvaro Torres Rodas.
Al morir Álvaro, para el curso 42/43 contrataron a Patrocinio García Jerez como profesora de Dibujo y le ayudaba Paco Gragera. Allí estuvieron hasta octubre de 1945 en que se inauguraron las Escuelas de Artes y Oficios en la carretera de la Estación, pero ya no le ayudó Paco a Patrocinio.
El día 27 de febrero de 1944 se procedió a una reestructuración de la Gestora Municipal. Siguió como presidente (alcalde) Pedro Carretero Moreno y fue nombrado Gestor (concejal), entre otros, “Francisco Gragera Tejeda (abogado)”. A mediados de mayo de 1945 hubo varias dimisiones de Gestores, entre ellos Paco Gragera.
Paco en una boda en el Casino, en los años cincuenta, acompañado por Antoñé y Ester. Foto de Toribio Gragera Parees.
Cuando su madre se hizo mayor Paco se dedicó a cuidarla, pues estaba muy unido a ella, y cuando falleció en el año 1954 Paco sufrió un duro golpe y se le desmoronó su mundo pues le tenía adoración.
Paco murió de una angina de pecho el día 23 marzo de 1960, muy joven a los cincuenta y un años de edad. El día antes de su muerte había estado en casa de Enriqueta Ríos, en la calle Esteban Amaya nº 16, donde comió con varias amigas. No tenía nada propio pues hizo una vida muy austera.
Al acabar las obras de remodelación de las antiguas escuelas del Atrio para convertirlas en Casa de la Cultura, en el año 1987, la Universidad Popular a través de su monitor Juan Serrano Pascual realizó una exposición de sus cuadros, consiguiendo juntar bastantes que están en posesión de sus familiares y amigos.
Manuel García Cienfuegos escribió este artículo en su muro de facebook, el día 26 octubre 2020:
«RECUERDO DE UNA EXPOSICIÓN-HOMENAJE DE FRANCISCO GRAGERA TEJEDA (1909-1960)
Fue en 1987 cuando esta exposición se organizó desde la Universidad Popular de Montijo, con el patrocinio del Ayuntamiento y la colaboración del Licenciado en Bellas Artes, Juan Serrano Pascual (qepd). Treinta y dos obras se exhibieron en la Sala de Exposiciones de la entonces Casa de la Cultura. Todas ellas procedente de la familia Gragera, religiosas clarisas (Los Siete Dolores) y amigos del pintor. Las obras acogían temáticas relacionados con asuntos religiosos, paisajes, escenas costumbristas, marinas, copias de grandes pintores como Ticiano, Luis de Morales y Bartolomé Esteban Murillo, entre otras.
BIOGRAFÍA
Francisco Gragera Tejeda nació en Montijo el 13 de octubre de 1909. Hijo de Toribio Gragera Piñero y Clementina Tejeda Campos. En 1926 terminó sus estudios de Bachillerato en el Colegio de los Jesuitas de Villafranca de los Barros, comenzando la carrera de Derecho en Granada y licenciándose posteriormente por la Universidad de Madrid. Ciudad de la que regresaría a Montijo al comenzar la Guerra Civil. Aunque sus deseos fueron siempre los de haber estudiado Arquitectura, pero no se cumplieron por imposición paterna. Murió repentinamente en Montijo el 23 de marzo de 1960.
PROYECTÓ EL TRAZADO DEL PARQUE MUNICIPAL
De talante humanista, algo introvertido y amante de la Cultura -demostrado en su dedicación casi exclusiva al Dibujo y la Pintura- plasmando sus obras en cuadros, colchas, cojines y en bóvedas de interiores, que nunca llegaron a exponerse o venderse, sino que eran obsequiados a familiares y amigos.
Gragera Tejeda era un apasionado por la Fotografía y la Filatelia. Amigo de tertulias, teniendo fama de ser un excelente cocinero, decorador de interiores, diseñador de viviendas y todo aquello que estuviera relacionado con la estética y el buen gustó. Proyectó y dirigió la realización del Parque Municipal en 1940-1941. Fue cofundador de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno y Ntra. Señora de la Piedad. Fue miembro de la Sección en Montijo de la Adoración Nocturna.
SU ESTILO
Su pintura, desde la crítica de Juan Serrano Pascual, es realista con alternancia de pinceladas suelta propias del estilo impresionista. Fue un pintor, principalmente paisajista, demostrando en sus pinturas el conocimiento de la técnica: forma, color, profundidad, perspectiva aérea, etc.
Probablemente sus paisajes sean copias de postales o calendarios, pero el tratamiento al óleo es diferente, los transforma, los depura de su estado fotográfico para impregnarlo de personalidad, de color. En resumidas cuentas, Kicote (como quería que le llamaran sus amigos) era un colorista, un enamorado de la luz.
(Agradezco a Moni Acevedo Gragera la cesión del programa de la exposición)».
Muchos de los datos recogidos en este estudio me fueron facilitados en el año 2017 por su cuñada Josefina Parees y su sobrina Clementina Gragera Parees. Su sobrino Toribio Gragera Parees me facilitó varias fotos. También agradezco la colaboración de Juan Bautista Pinilla por sus datos y fotos. Otros datos los recogí de mis publicaciones sobre historia de Montijo.
Juan Carlos Molano Gragera. Montijo. 2020.