“Veredas en la mancha”. Poesías de Alfonso Gómez Rodríguez

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Este pequeño libro lo autoeditó “Don Alfonso el fiscal” en 1969 y lo repartió entre sus familiares y amigos. Parece que estuviera inspirado en aquella colección denominada “Libros para amigos” que creara José María de Cossío, en su casona de Tudanca, a comienzos de los años veinte.

Hombre muy humilde no reconocía su gran mérito como poeta y, por ello, no le dio mucha publicidad a su obra.

En los años setenta me regaló su hermano José, otro poeta sin publicar, el libro que nos ocupa. Después de cincuenta y tres años creo que es importante que todas las montijanas y montijanos, además de los amantes de la poesía en lengua castellana, puedan disfrutar de este poemario. Para que no se pierda, en la lejanía del tiempo, la labor poética de este montijano ilustre.

Quedan muchos poemas suyos por publicar.

Notas biográficas de Alfonso Gómez Rodríguez

Del estudio realizado por Antonia Gómez Quintana “Rodrigonas e inefables Gómez” (encuadernado por Aprosuba 8 en 2002) tomamos estas notas:

Alfonso procedía de una familia acomodada de propietarios de tierras de Montijo.

Sus abuelos maternos eran Alonso Rodríguez Carretero y Casimira Rodríguez Bautista, y los paternos Alonso Gómez Martín y Antonia Álvarez Serrano.

Sus padres fueron José Gómez Álvarez (1873-1911) y Antonia Sabina Rodríguez Rodríguez (1871-1943).

Alfonso, que nació en 1897, era el mayor de cinco hermanos: Antonio, que murió a los veinte años, José, Miguel y Mateo. Dice Antonia: “los inefables Gómez, hipocondríacos, heterodoxos, cronopios, desgarrados, en ocasiones excéntricos, ávidos lectores y poetas epigramáticos. Cada uno de ellos, siguiendo su singular vereda interior, contribuyó a la vida social y cultural de Montijo. Bien por los procelosos derroteros de la política, de los melífluos de la poesía, de los escaques del ajedrez, de los acrobáticos balompédicos, ora bien de la reflexiva papiroflexia…

Alfonso se graduó en Derecho en 1916, con tan sólo 19 años… Probablemente, sería hacia 1919, con la muerte de su hermano Antonio, quien se ocupaba de las gestiones agrícolas familiares tras la muerte del padre en 1911, regresó a Montijo para hacerse cargo de su administración…”.

En el libro “Cien años de Cultura en Montijo”, que escribimos Fernando Muñoz, José María Duque, José Antonio Marí y yo, editado por la Agrupación Local del P.C.E. en 1978, decimos en la página 214: “Alfonso Gómez Rodríguez realizó sus primeros estudios en la escuela privada de D. Eduardo Núñez Díaz, «el Chiquito», estudió bachillerato en el colegio de Jesuitas de Villafranca de los Barros donde destacó desde el primer momento.

Alfonso cuando tenía unos catorce años y estudiaba en los Jesuitas de Villafranca. Allí fue elegido varias veces «Príncipe», galardón que concedían al alumno más aventajado de cada curso.

Pasó a estudiar Derecho a la universidad del Escorial, terminando sus estudios a los diecinueve años (por entonces la carrera de Derecho duraban tres cursos).

En esta etapa se desarrollaron en él sus inquietudes literarias, gracias a los contactos con los círculos de intelectuales de Madrid. En la universidad escribiría en la revista de los alumnos “Nueva Etapa”, junto con compañeros de estudio como: Juan Ignacio Luca de Tena, Rafael Sánchez Mazas, Dámaso Alonso, etc.

Número de febrero de 1914 de Nueva Etapa, cuando estudiaba Alfonso. Foto de todocoleccion.

Por aquellos años empezó su labor poética que ya no abandonaría hasta su muerte, publicaba versos en la revista “Blanco y Negro”.

Al terminar la carrera tuvo que venirse a Montijo para dedicarse a la agricultura, profesión que practicó hasta sus cuarenta y tantos años en que sacó las oposiciones de Fiscal Comarcal.

Durante varias ocasiones le ofrecerían cargos políticos, pero siempre los rechazó. El único que aceptaría fue durante la II República, siendo nombrado presidente local del partido Acción Popular, en su época de agricultor, pero que dejaría al poco tiempo, desengañado por el carácter conservador de dicho partido.

Hombre de convicciones liberales, se dedicará a escribir versos epigramáticos -poesías muy cortas que encierran una intención satírica- durante la Dictadura. Entre este tipo de poesías destacan: “Mensajes del Ministro de Industria a Badajoz”, “El inasegurado”, “Los grandes hombres del Movimiento”, “Concordatos”, “Paradores Nacionales”, “El Jefe”, “Urbi et Orbi”, “Rumbo al cielo”, “Consigna”, “Epitafio”, “Los santurrones”, etc.

En estos versos se hace una crítica mordaz y refinada de los distintos aspectos de la vida española, con su absolutismo, su intolerancia, sus eslóganes y sus mitos. Esta producción no ha sido aún publicada, aunque esperamos que algún día puedan darnos esa satisfacción a los montijanos.

Otro tema de su preferencia fue el campo extremeño al que conocía y amaba profundamente. Una recopilación de versos con el título “Veredas en la mancha” sería publicada en 1969, donde recogía temas tanto satíricos como campestres, y que merecería grandes elogios de la crítica.

Este gran poeta local, aún desconocido por muchos de sus paisanos, moriría el día 13 de noviembre de 1975.

José Gómez Rodríguez, hermano del anterior, también fue atraído por la poesía desde su juventud…”

De la página web de la universidad escurialense http://www.voxveritatis.es/ tomamos estos datos: El Real Colegio de Estudios Universitarios “Escorial – María Cristina”, enclavado en el complejo del conjunto monumental del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, fue fundado, en el año 1892, por la Reina Regente doña María Cristina de Habsburgo y Lorena, madre del Rey Alfonso XIII, quien encomendó a la orden de San Agustín su administración y tutela. Es un centro católico privado de enseñanzas universitarias.

Por este centro y su Colegio Mayor Escorial pasaron personajes como: Manuel Azaña, Rafael Sánchez Mazas, Alberto Alcocer, Dámaso Alonso, Juan Ignacio Luca de Tena, Eduardo Aunós, José de Yanguas Messía, Dionisio Ridruejo, Antonio Tovar, Federico Moreno Torroba, etc.”

Y en ese ambiente elitista se formó jurídica y literariamente Alfonso Gómez, fuera del Montijo atrasado y lejano de aquellos años. En Montijo colaboró en las revistas locales que se crearon como “Gente Nueva” en 1920, “MOYSA” en 1934, etc.

En un número de la revista «Gente nueva», publicado después de la Semana Santa de 2020, escribió Alfonso cuando tenía 23 años y se dedicaba a llevar las tierras de la familia:

«¿Remediar los desbarajustes sociales o aumentar los abonos de las tierras? El hecho es que las zapaterías, cuevas del bolcheviqui (no sabemos por qué misteriosa causa todos los zapateros son fatalmente revolucionarios) han despertado las iras públicas.

Se quiere imponer el uso de la alpargata y el traje único; esto es un caso de atavismo, un salto atrás, hacia la sencillez de nuestros primeros padres en el Paraiso terrenal; siempre que leí esta parábola de la Biblia me emocioné líricamente; pienso en los cuatro ríos juguetones con sus rizados copos de nevada espuma; en la frondosidad de la vegetación, para halago de la carne abrasada; en los carneros jugueteando con los lobos, en los jabalíes moviendo la cola cariñosamente, y en el racional Adán, con barbas de santo, tendido sobre la fresca hierba y cogiendo con la diestra una hoja de parra de la vid vecina para regalo del cuerpo; pienso en Eva (que no conoció a su madre para pesar suyo y de Adán) bella y fresca, con la manzana en la mano y suelta la cabellera, luciente como una llamarada de sol.

Si es a esto a lo que se aspira, yo, y creo que Gente Nueva, somos paladines de la Liga, porque por acá somos artistas y amamos la sencillez, pero la sencillez para siempre, sin que sea protesta de la carestía de la vida.

Pero ¡oh fatalidad del destino! ¡Todas las dichas terrenales son pasajeras! ¡Volveremos a los zapateros y a los sastres! ¡También la felicidad del Paraiso la destroza la parábola siguiente! La historia de Caín.»

Su etapa en la política local

En Montijo, durante la II República, la derecha controlaba instituciones como la organización patronal agraria «La Unión», donde era directivo, entre otros, Alfonso Gómez Rodríguez, o el club de fútbol Montijo F. C. cuyo presidente era su hermano Miguel.                El día 31 de marzo de 1933 escribía Pedro Maria Quintana Gragera un artículo, en el periódico La Libertad, titulado «EI partido político de Acción Popular. Conferencia de Sánchez Miranda» donde daba cuenta que éste y el periodista Fabián Lozano celebraron el miércoles 29 un mitin en el Salón Menayo, existente en la Plaza de la República de Montijo, donde invitaron a unos cuarenta y for­maron el Comité provisional organizador de Acción Popular y Agraria integrado por Juan Durán Caballero como presidente, Alfonso Gómez Rodríguez como vicepresidente, Antonio Alba Mena como secretario, Alonso Villalobos como tesorero, Blas Quintana Gragera como vicesecretario, y vocales Carlos Thomas, Manuel Carretero Feria, Antonio Pinilla Pinilla (que figuraba como propietario de la relación de fincas a expropiar por el Instituto de Reforma Agraria con 1.403 has.), Antonio Rodríguez Gallardo, José Barrena, Antonio García Pizarro y Pedro Carretero Moreno. Casi todos ellos eran grandes propietarios, industriales y comerciantes.

Alfonso Gómez agachado, detrás Juan Durán Caballero. Foto de VISAM.

A los pocos meses era nombrado Alfonso Gómez presidente de Acción Popular y Agraria de Montijo. Declaraba el 8 de Septiembre de 1933 en el periódico local El Avance a Manuel Carretero Feria que había en el pueblo una «gran de­sorientación de los elementos conservadores», defendía a los labradores, culpaba de la crisis a “La política seguida por las esferas gubernamentales desde el 14 de abril hasta la fecha», defendía la ar­monización de los empresarios y obreros, «¿Fascismo? No, Estado Corporativo, que puede ser o no fascista: yo lo deseo sin él», atacaba a los socialis­tas por anticlericales, por la lucha de clases, por crear mucha burocracia, por aumentar los gastos en Educación «Por eso yo soy contrario a Institutos y Escuelas experimentales y de Artes y Oficios». El día 24 del mismo mes y año decía Alfonso Gómez en El Avance sobre Lerroux: «Es un gran orador representante de un liberalismo ya en derrota en todos los países de Europa».

El 10 de enero de 1934 decía Manuel Carretero: «Nueva directiva.- La Agrupación masculina de Acción Popular y Agraria celebró Junta General para renovar sus cargos directivos siendo designados los siguientes señores: Presidente, don Alfonso Gómez Rodríguez; vicepresidente don Juan Durán Caballero; secretario don Juan Alonso Codes; tesorero don Bartolomé Pinilla y Pinilla; vocales don Alonso Garcia Pizarro, don Alonso Rodríguez Rodríguez, don Antonio Rodríguez Gallardo, don Domingo Regalado Carretero y don Antonio Rodríguez Bautista…” Antonio Rodríguez Bautista era primo hermano de Alfonso Gómez. En junio del 34 tiene lugar una huelga general muy dura en el campo extremeño organizada por la Federación de Trabajadores de la Tierra/UGT, el día 13 de junio decía Manuel Carretero en el HOY: Montijo, una bomba en el domicilio de Acción Popular. – Esta mañana fue encontrada en el domicilio de don Alfonso Gómez Rodríguez, presidente de Acción Popular, una bomba con la mecha apagada, pero con señales de haber estado encendida y de haberse apagado a pocos centímetros de comunicación del artefacto. Han sido detenidos seis indivíduos que se declararon autores del hecho. La detención se realizó por la Guardia Civil pocos momentos después de ser encontrada la bomba”.

A principios de septiembre de 1934 apareció la revista local «MOYSA» donde escribían Alfonso Gómez Rodríguez, Manuel Carretero Feria y el poeta BIas Quintana Gragera, entre otros, y estaba dirigida por el secretario del Ayuntamiento Rafael González Castell. Se reunieron allí el ramillete de buenos poetas montijanos de los años 30.

A finales de ese año renunció Alfonso al cargo de presidente de Acción Popular y Agraria de Montijo. Tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 fueron detenidos en Montijo, en el convento de las clarisas, una serie de hombres de ideología de derechas, entre ellos Alfono Gómez. Cuando se entaron fueron sus empleados de la finca El Guapero y los que tenia en Montijo e intervinieron ante el Comité de Defensa de la República para que lo soltasen, cosa que consiguieron.

En la inmediata posguerra civil aprobó Alfonso Gómez las oposiciones de Fiscal, cuando tenía cuarenta y tantos años de edad, cargo que ejerció con talante justo y tolerante” dice su sobrina Antonia Gómez Quintana. Alfonso permaneció soltero toda su vida. Vivió muchos años en su casa de la calle López de Ayala n.º 86. Viajaba frecuentemente a Inglaterra porque le gustaba aquella sociedad, era un anglófilo.

Escribe Antonia Gómez en su libro: “muchos lo recordamos en su casa, rodeado de libros y papeles, leyendo a la trémula luz de un flexo, con una inverosímil caja de latón de la que extraía, de una en una, la galleta con la que nos obsequiaba, y escuchando en el receptor probablemente Radio París”. También solía escuchar la BBC de Londres.

Durante la apertura del régimen de Franco hacia la Transición, en los últimos tiempos de su vida, escribió Alfonso lo que entendía por liberalismo:

«Ser demócrata es enterarse cada uno que tiene frente a sí a alguien que es un hermano suyo, quien con el mismo derecho que él opina lo contrario y concibe de distinta manera la felicidad pública. Sin que por ello haya enemistad alguna. Y puedan vivir en concordia.

LIBERALISMO

El liberalismo es el principio de Derecho Político según el cual, aunque su poder sea omnipotente, se limita así mismo y deja un hueco en el Estado en que el impera, para que puedan vivir dentro de él los que ni piensan ni sienten de la misma manera.

Cuando a un pueblo le dan más libertades que le correspnden según sus aptitudes, viene fatalmente la pérdida de esas libertades, pero si a un pueblo no le dan las libertades que, por sus aptitudes merece, que por sus necesidades precisa, en este pueblo aparece el malestar, surgen la protesta y finalmente viene el cataclismo».

El día 12 de marzo de 1961 organizaron los antiguos alumnos de D.Eduardo Núñez Díaz un homenaje a su maestro y le encargaron a Alfonso Gómez que hiciera una semblanza en el acto, que se celebró en el Círculo de Artesanos. Las fotos de VISAM que arriba colgamos pertenecen a dicho acto.

Estudio de las métricas utilizadas por Alfonso

Realizado por Manuel Aguilera Serrano, nacido en Priego de Córdoba en 1948, es Licenciado en Filología Románica y Doctor en Filología Hispánica, catedrático de Lengua Castellana y Literatura de secundaria en Málaga donde vive. Ha publicado múltiples artículos y poesías.

«Se trata de un poemario que sigue la poesía tradicional en cuanto a métrica y rima. Se nota que tiene esos conocimientos, pues sabe medir y rimar muy bien. Se ve claramente cuando utiliza el alejandrino y, especialmente, el endecasílabo. Me he fijado en este verso, que lo utiliza en los sonetos, con una variedad de acentuación ya sea en la sexta y décima sílabas, como en la cuarta, octava y décima. Esto es un detalle de un poeta que tiene conocimientos métricos.

Lo mismo cuando utiliza el alejandrino en sus hemistiquios 7 + 7. Sabe utilizar la rima en los cuartetos y tercetos de los sonetos. Por todo ello, es una persona instruida en conocimientos poéticos. 

En cuanto al vocabulario, llama la atención su amplitud. Gran cantidad de vocablos referentes al léxico del campo. Sin embargo, en cuanto al contenido, echo de menos una buena estructuración. De manera especial en sus sonetos. Se puede decir en líneas generales que es un poeta estimable, con una poesía fundamentalmente descriptiva a tono con las circunstancias de la época.

 Fondo : poesía de ámbito local , costumbrista, deudora de su época y con intentos de emular la lírica lorquiana. Forma: metros clásicos populares, trabajados con conocimientos de la medida, aunque no siempre acierte en los acentos internos del verso. Destaca su amplio manejo del léxico.»

Agradezco a Juan del Viejo Gómez el que haya conseguido de este especialista un estudio crítico de los poemas de Alfonso Gómez.

Libro de poesías “Veredas en la mancha”

Se trata de una autoedición. Se imprimió en Doncel Industrias Gráficas, de Badajoz, en abril de 1969. De tamaño pequeño, tiene 111 páginas. Las poesías son muy cortas.

Algunos de estos versos están inspirados en las Estampas Extremeñas de Antonio Reyes Huertas y Francisco Valdés. En la página 53 del libro de Alfonso Gómez le llama a un poema Vieja Estampa. Lo que se dice en el libro de Francisco Valdés “Ocho Estampas Extremeñas con su marco”, página 78, se puede aplicar también a las poesías de Alfonso Gómez: “el extraordinario poder gráfico de las descripciones paisajísticas, la pulcritud y riqueza idiomática de su estilo…”

PORTADA

AUSENCIA Y PRESENCIA

NO lamentes el retrato,

de guapo no tengo nada

y si salgo en la portada

te hago pasar un mal rato

a la primera ojeada.

VEREDAS

LARGA sombra de la noche

entre encinas el camino.

Mi jaca junto a un regato

se encabritó en un bufido.

Regatos de Extremadura

de sedientos retorcidos,

arrugas en las tamujas,

penachos de un día de río,

crenchas de lana en la arena

de los recodos lamidos,

sombra de lobo en el llano

y el mastín junto al aprisco.

No bufes más, mi caballo,

que de las sombras salimos.

Mueve otra vez, al compás,

tu cabeza de martillo.

Sobre la sierra, el lucero,

punto de luz desvaído.

Al claro de las encinas

blanqueaban los cortijos.

Cerca ya de Portugal

me saliste al camino

rivera de Barraquena

con voz de fuente en estío,

en las orillas adelfas

y en el remanso un molino.

Brillaba su piel de arena

bajo el sol de los membrillos.

Olor de juncos venía

de la comba de sus rizos,

y alborotando en las zarzas,

voló, por volar, el mirlo.

Cuando te vió, mi caballo

se aceleró en un relincho.

Bajo los arcos del puente

doblaron cuatro martillos,

entró su belfo en el agua

con la furia del instinto

y en los rollos de la orilla

murmuraron los suspiros.

En un revuelo de colas

huían los pececillos

y estremecida de espumas

el agua llegó al estribo.

Un momento se han parado

las ruedas de tu molino.

Veredas de Portugal

azuladas bajo el río,

aún me vuelve una ilusión

con una rama en el pico.

FLORINDA

A pesar de la fragancia

que nimba en halo de gloria

la tierra de San Luís

sólo vive en mi memoria

que recorrimos la Francia

con una flor de Madrid.

LA FUENTE DE HERRERA DEL DUQUE

FUENTE de la Plaza Nueva,

velón moro de ocho lámparas

que iluminas por los siglos

con la claridad del agua.

Sólo tú, de tus mayores,

conservas hacienda y fama.

Ni el castillo tiene torres,

ni en el convento hay campanas.

Almas de frailes y duques

penan en bandos de grajas

y del cantarín Peloche

se murmura en la comarca:

-No bebas niña en sus fuentes

que a sangre saben sus aguas.

Sólo tú, como una diosa,

en el ara de la Plaza

perduras y tienes culto

de esta heroica y dura raza.

La montaña eternamente

enciende tus ocho lámparas,

y las mozuelas de Herrera

ante tí sus brazos alzan

y sumisas por un rito

vienen y se van descalzas.

Sólo tú, como tu Virgen,

ni te rompes ni te manchas

repitiendo por los siglos

la pura canción del agua.

BALADA DEL ARROYUELO

ARROYUELO de Peloche,

no te cambio por un río.

Castillo que ya no tienes

más que nombre de castillo.

No te cambio por palacio

con duque, rey o caudillo.

Huertecillos de la sierra

con lindes de zarza y mirto

que nacéis sin geometría

entre una encina y un risco,

por las huertas de Guadiana

no cambio vuestros olivos.

Arados de los romanos

en los cercones vecinos

en breves idas y vueltas

de labriegos y borricos

hacen rayas en la tierra

como en un juego de niños,

y en el columpio del iris

se mecen risas y chillos

de las niñas herrereñas

que entran los pies en el río.

Arroyuelo de Peloche,

¡cómo cantas en mi oído!

Bandoleros sin caballos

ni romances, sólo instintos

de aguiluchos que sorprenden

a las aves en el nido

bajan de la sierra al llano

matando a pobres y ricos

y ruedan por los ribazos

sin expedientes, a tiros.

Queda temblando en el aire

sobre una roca un quejido.

Arroyuelo de Peloche,

¡cómo lloras a mi oído!

Sobre el altar de la sierra

al revolar en un silbo

rubrica el águila real

el triunfo de los instintos.

Arroyuelo de Peloche,

¡en mi corazón tu ritmo!

(seguramente estuvo Alfonso de fiscal en Herrera del Duque a mediados de los años 40 y por aquellos montes había maquis)

AÑO NUEVO – A FLORINDA

QUE cada año

nuevo ilumine tu frente

la luz del Mediodía.

Que un ensueño perenne haga nido en tu mente

y la risa en tu boca y en tu hogar la armonía.

Que la diosa Cibeles con su corte en tu honor

mande rodar su carro por la Plaza Mayor.

(Florinda fue seguramente una novia que Alfonso tuvo)

MARISELVAS

ALLÁ cerca de los riscos

donde la mano no llega,

entre zarzales en sombras

florecen las mariselvas.

Como novicias se esconden

y no hay flores como ellas,

pero cuando el sol en celo

de luz incendia la sierra

y la tórtola en redondo

con pico y alas abiertas

sobre un paisaje de copas

sube y baja, arrulla y vuela,

las cautivas temblorosas

asoman entre las breñas

y se inclinan entre sus tallos

sobre las verdes veredas

soñando ser mariposas,

las de las alas de seda,

las que estremecen sus hojas

cuando besándolas vuelan.

Doblaos más en los tallos

esquivas flores de sierra

hasta prender en la boca

de la moza más morena,

que aunque rodéis de sus labios

deshojadas a la tierra,

quién se pudiera morir

como vosotras en ella.

CÁDIZ

CALLES estrechas de Cádiz

tan sólo para personas,

las de afinado perfil

por el filo de las olas.

No cabe el estruendo en ellas

de horrendas locomotoras.

Sólo el arruyo del mar

y en el aire, el de una copla.

ABISMOS

PASÓ en recuadros Gredos

con sus crestas nevadas

y subió una viajera

joven, vibrante, guapa.

¡Oh, ilusión renacida!

Que los años no acaban.

Chispa entre las cenizas

la sonrisa en mi cara.

Me erguí con su maleta

y me doblé a la carga,

la agonía en mi aliento,

la sonrisa en su cara.

¡Oh, gargantas de Gredos

con abismos de agua!

VIENTO

LOS duendes que tiene el aire

se esconden bajo sus faldas,

le alijeran sus cosquillas

y se le ríe la cara.

Pero si la miran, mira

recelosa y encarnada.

A su alrededor revuelan

diez mariposas de nácar.

Pasó, desperté de un sueño

mocita, morena y alta.

MONUMENTOS

CIGÜEÑAS en los Milagros

y los grajos sobre el circo.

En un capitel pegó

la golondrina su nido

y de columna a columna

vuela el palomo zurito.

Entre pedruscos de mármol

las lagartijas y grillos,

y por la boca de un dios

sale una espiga de trigo.

Chozas de rastrojo y barro

sobre algún Marcos Vinicio.

Cómo la Naturaleza

vuelve sobre sus dominios.

Y en humareda de polvo

los cómicos artificios.

Pobres criaturas finitas

con la sed de lo infinito.

Sueños de Luzbel que cubren

las cenizas de los siglos.

CONTRICIÓN

CAYÓ junto a una encina

con las alas rotas

y humillado su cuello tras un rastro de plumas

se refugió en su sombra.

¡Qué ráfaga de ira

del fondo montaraz del alma sopla!

La garra de mi mano

cayó sobre la tórtola

y de su largo arrullo

vibró sólo una nota.

Por su azulado pico

la sangre gota a gota.

¡Qué lúgubre gemido!

Cuando me quedo a solas

lo repiten las cuatro

paredes de mi alcoba.

Y me incorporo, y de rodillas digo

¡Señor, perdona!

(en esta poesía muestra su amor por los animales)

SOÑERA

BAJO el sol de primavera

me gusta pisar la sombra

entre palmera y palmera.

Por la alfombra

la noria de una hormigonera.

Pero me angustia el sofoco

del que recuerda y no espera.

Si poco a poco

el corazón se durmiera.

ESCORIAL

NOCHE azul, la luna dora

las torres del Monasterio.

Van cayendo en el misterio

de la eternidad, las horas.

En su cima, retadoras,

rectas cruces del Imperio,

cruces hoy de cementerio

donde la quimera mora.

Se hizo el águila coruja,

por el Imperio cristiano.

La noche encendió la luz

y parece que dibuja

sobre el templo soberano

la luna en oro, otra cruz.

ESE SER…

GIRA el pez en el agua cristalina

y la vida tan sólo ve en su seno,

y al avión sobre el azul, sereno,

desconoce la vida submarina.

En sus sueños, el hombre imagina

otro mundo ideal tras el terreno

y con los pies hundidos en el cieno

nimba su angustia con la luz divina.

En su carne vibrante de placeres

crepitan unos besos de mujeres,

granizos en la siesta por el llano,

y al borde del abismo, pensativo,

sin ritmo el corazón, es un arcano

ese ser racional y sensitivo.

ATARDECER

DESDE su ocaso el sol fulgente envía

sus hebras de oro hacia el lejano monte

y entre sombras envuelto el horizonte

va señalando el término del día.

Cansado el labrador, en tierra deja

con alegres canciones el arado

y en la paz silenciosa del cercado

punza la yunta, y con placer se aleja.

Se oye duro el correr de la corriente,

un cazador se acerca al caserío

y a los besos del sol, sueñan las lomas

y rápidas volando hacia el Oriente

cual flechas van hacia el boscaje umbrío

silenciosas bandadas de palomas.

REYES

AZUL, noche de Reyes, con cuentos soñadores

se inclinó en la almohada la cabeza del niño.

El nimbo del Poniente fijó sus resplandores

sobre su blanca cara, más blanca que el armiño.

Sueña con las divinas princesas encantadas

y siente la llegada de los tres Reyes Magos.

Oye de sus caballos, las raudas galopadas

y una sonrisa pone a sus regios halagos.

La madre en la mañana sobre el niño dormido

remueve los juguetes con suave mecido

rodando las redondas cajas de mazapán.

Y alborozado salta con ruidosa alegría

para ver los caballos perderse en lejanía 

de los tres Reyes Magos, que nunca más vendrán.

MARCHA FÚNEBRE

GUERRERO

forrado de hierro y de cuero;

por el torso cruzado correaje

que al igual que un centauro domado

a compás en la tierra golpeas con ritmo y coraje

el laurel y la palma del arco romano.

El incienso humano

que el paso del César exhalan las hembras en celo,

tu anhelo,

como polvo vano.

Un revuelo de batas airadas alzaron al cielo

tu sueño de gloria.

Es el último aliento de Marte en la historia

que con golpe de tumba se cierra.

Hoy será, guerrero

de casco de acero,

tu triunfo de guerra

una nube de humo en el cielo,

ceniza en la tierra.

CAZADOR EN NIRVANA

VINO un hombre macizo de cabeza cuadrada

que con gran suficiencia y poderío,

sin miedo a la riada,

atajó el ancho río.

Y al temblor de sus máquinas orugas,

se trocaron los cerros en cañada

y el encinar en campos de lechugas.

Todo sucedería

según su voluntad, del agua muerta

en embalse sin fin, hizo su cielo,

y alzando una compuerta

en hípica incursión recorrería

el geométrico suelo.

Y el “hágase la luz” fué cosa cierta.

Por la vega desierta,

cintas de plata y luz, los arroyuelos

y sin preces ni doble de campana,

vió el hombre campesino

en vergel convertida su besana.

Y al borde del camino

la fresca tentación de la manzana.

Y todos de consumo,

se arrodillaron ante el dios Neptuno,

pero el Dios que hizo el valle y el collado,

el regato y el río, la cañada y el monte,

puso un halo carmín al horizonte,

restalló la tormenta,

y el muro de Babel al cielo alzado

por su mitad revienta,

sin que Noé se encuentre a su costado.

Ni que decir había,

que en el fondo quedó la geometría.

Haz, Señor, que otra vez la mancha parda

cubra vegas, laderas y collados,

que trisquen por las sierras los venados

y haz del lobo nuestro ángel de la guarda,

que nublen las palomas campesinas

dé sombra el monte, bajo el sol de enero,

y que tengan el fuero

de azulear sus alas las encinas.

Que estampido de pólvora reseca

ahuyente al gavilán de la codicia

y vuelva la delicia

de encontrarse la miel entre una hueca.

Sea era pasada

la del sapo y la rana entre la berza,

y sujetad al hombre de cabeza cuadrada

con camisa de fuerza.

(en esta poesía critica las obras del Plan Badajoz y reivindica el paisaje tradicional de las vegas)

CUALQUIERA, TU O YO

QUE te vistas de azul o colorado

de sacristán, soldado o peregrino.

¿A quién engañas ya, si es tu destino

el robar y el matar por el costado

a aquel que se te oponga en el camino?

SOFIA LOREN

PURA esencia divina

soñada en el Olimpo por griegos y romanos.

Genio más generoso que el de la Casta Gina,

sus ojos acarician a tirios y troyanos

y unción de urbi et orbe se adivina

en los signos que trenzan en el aire sus manos.

Los senos palpitantes con vértigo de alturas

y una boca entreabierta a besos infinitos.

Por su oscilante torso las leves ligaduras

prestas a desgarrarse sin preces y sin ritos

en férvido holocausto de todas las criaturas.

En su cálido seno se adormece la furia

que sin cesar el hombre en sus entrañas siente,

y en un largo sollozo perece la lujuria

si la cercan sus brazos y se inclina su frente,

pura esencia divina

del rosal de martirios de la tierra latina.

LOS BARBUDOS

Por las quebradas de Cuba

rueda el son del Romancero

clarín de gallo en la cumbre

redoblando el aleteo.

Por las costas del Caribe

lo va repicando el eco.

Si lauros en Covadonga

Sierra-Maestra no es menos,

que igual es moro el que vino

que el moro que nació dentro.

Fidel de Castro es un mozo

de acuñado perfil céltico,

a quien la ira dió barbas

y espuelas de gallo viejo,

el último resistente

de los altivos iberos.

Roban sombras a la noche

medias lunas al Averno

y en espejismos de historia

se confunden tierra y tiempo

como un llanto de Castilla

los ranchos de tierra adentro.

Sin brote de caña dulce

ni de tabacales tiernos,

tierras con grietas y arañas

y cegados los veneros,

ardiente soplo de fragua

en las voces sobre el viento.

Y encendido en las entrañas

el mismo punzante anhelo,

que no florecen las rosas

entre unas lindes de hierro.

Del semillero de España

el más puro pensamiento.

Barbudos de Fidel Castro,

ayer de los comuneros,

los últimos resistentes

de los altivos iberos.

Los que aún quedan de Cuba,

honor herido en acecho,

se yerguen en sus cayados

y claman ¡son nuestros nietos!

(en esta poesía elogia a los revolucionarios cubanos antes de su triunfo, a comienzos de 1959)

TURISMO

El histórico revés

no me causa indignación.

Por más que grite Piniés,

para mí, juro que es

más pintoresco el Peñón

con los ingleses en él.

SIC TRANSIT

PEREZOSOS los caballos

y el cortejo soñoliento,

un responso, otro responso,

y se detiene el cortejo.

Se oye el nombre del difunto

confusamente en un rezo

y un revuelo de milanos.

Es el humo del incienso

como si el alma prendida

aletease en el cuerpo.

Por la Puerta del Pilar

casi que no cabe el féretro.

Y pasan unos tras otros,

de copa son sus sombreros,

que la Puerta del Pilar

es antigua, un monumento,

y el difunto fué un señor

casi como un par del reino.

Veredas de lo infinito

sin espacios y sin tiempos

en que mecen los relojes

sus ritmos en el silencio.

Perezosos los caballos

se mueven como un sueño

y el cementerio parece

que está cada vez más lejos.

Impacientes los gusanos

están esperando al muerto.

LUNIK

¡OH! Ilusión del astronauta.

Girando en sentido inverso

el garabato del rayo

y el ronco soplo del trueno.

Contigo va donde vayas

la maldición del Eterno.

Agua salada del mar

y zarzas en tu sendero

tu cárcel no tiene puertas

ni en la tierra ni en el cielo.

Baja y descubre en el bosque

a la serpiente del cuento

que enroscada junto a Eva

está acechando su cuerpo

recién salido del río,

fina arena por sus senos.

Que no detenga tu mano

estúpido arrobamiento.

Mata a las dos, con la furia

de la llama que te espera en el infierno.

Zuga sus tibios pezones

y muere con tu veneno.

Que en la tierra y en la luna,

solamente roca y viento.

VIEJA ESTAMPA

¡OH! Mañanas septembrinas

las de los días de feria.

Matacanes de los Cerros

de Miraflores, hileras

de corceles galopantes

y centelleo de espuelas,

la liebre fué una ilusión;

dos minutos de vereda.

Que la liebre, matacán,

tiene en la frente una estrella.

Verde mancha de Perales,

la de redondas charnecas

donde rubrican los galgos

su derrota, dando vueltas,

jadeando temblorosos

todos con la lengua fuera.

¡Qué bullicio en la mañana

y qué silencio en la siesta!

Vuelo de alondra a la ida

de golondrina a la vuelta.

Guadiana en sus dos orillas

repica sobre las piedras.

Los galgos dentro del agua

rompen el son con sus lenguas.

Anochece, mi caballo

cogió paso de querencia.

Un jinete por el cielo

va corriendo las espuelas.

ALMA EN PENA

UNA paloma va y viene,

vuela y vuela, y no se posa

ni en el bosque de la Alhambra

ni sobre sus torres moras.

En los espejos del parque

ve la mancha de una sombra

y a los azules del cielo

fugitiva se remonta.

No la detiene en su vuelo

arrullo de otra paloma,

ni encuentra rama en el bosque,

tan solo un temblor de hojas,

ni pico en Sierra Nevada.

Un sudario ve en sus lomas.

Por los árboles del río

como un airón de sus copas

queda vibrando en el aire,

pero gira y no se posa,

oye el eco de un gemido

bajo la arboleda en sombras.

Paloma libre y cautiva

del aliento de la fronda.

Raudas vueltas del Geníl,

rumor de sus aguas hondas,

y otra vez sobre la Alhambra,

con el plomo de las horas

en sus alas, y en sus ojos,

cristales turbios de sombras.

Me va naciendo en el pecho

el arrullo de una copla,

siento su leve aleteo

por entre plumas y hojas.

(este poema se refiere a Federico García Lorca)

FIDEL CASTRO

FIDEL nos ha traicionado

es hijo de un español.

Es en Cuba el Dictador

y es ¡qué horror! un hombre honrado.

2 – 8 – 1936

Y morir de repente, fulminado

como por onda eléctrica,

y no sentir el ansia

de andar por más veredas.

Irse como se vino, casi sin darse cuenta,

y enterrarse muy hondo, insolidario,

sin cintas, ni coronas, ni maderas.

Sólo sobre mi frente

la sábana de arena,

con una raya roja

de alguna bala muerta.

Hondo, donde no llegue

la garra de la hiena

ni brote flor silvestre

sobre una costra, dura y seca.

Hondo, muy hondo,

tan dentro de la tierra

que cuando los arcángeles

para el juicio final, formen orquesta,

mi alma, en sueño eterno,

no escuche sus trompetas.

SI, TE RECUERDO

SI, te recuerdo.

En el bullicio del Madrid de la tarde.

Siento tu taconeo.

Entre tanta figura anodina en la acera,

tu inconfundible cimbreante cuerpo,

y al llegar tu sonrisa,

y al sentarte, el olor de tu pelo,

y tus terribles uñas de gata madrileña

en mis dedos,

la ansiedad de la espera,

y el temor, y los celos,

en la penumbra,

de las torcidas calles de Madrid de aquel tiempo.

Eras ave nocturna con todos sus secretos

y bajo, muy bajito

el rumor en tu boca de una canción en tu aliento.

En el vaho de la noche

bouquet de vino bueno.

Yo no sé si te quise

ni tú tampoco creo.

Pero ahora

desde un rincón en silencio,

oigo el reloj, y digo,

para qué Señor tanto exceso de tiempo.

Y otra vez, sin querer,

te recuerdo.

CON EL SANTO DE ESPALDAS

EN cuanto salgo a la calle

se obscurece, llueve y truena,

y al revolver de un esquina,

me topo con una vieja.

Yo me debiera quedar

en casa, junto a la leña,

muy mohino y cabizbajo

con una escafandra puesta

para no escuchar los golpes

que den, llamando a la puerta.

Porque si abro, es seguro

que algún maléfico entra,

casi pienso en el refugio,

de un ataud con seis velas,

y en una blanda almohada

muy hundida la cabeza.

FIESTAS NACIONALES

TIENE el gamberro tres fiestas,

nacionales de España:

las de la traca de Valencia,

los Fermines de Navarra,

y en Sevilla, pura esencia,

encapuchados y en jarras.

Patrón de ellos, Su Eminencia

El Cordobés, Rey de España.

AÑORANZA

El tropel de los años que tras de mi cabalgan

lo siento ya muy cerca.

¿Dónde encontrar refugio? Acelero la marcha

y hacia mí viene un buitre con las alas abiertas.

Camino vacilante, a entrecortados pasos.

A mis plantas parece que se pega la tierra,

y alucinado miro un infinito espacio,

sin albas y sin puestas.

Me tumbo en el camino, y en mi mente, pantalla,

aparece un grabado de un libro de la escuela,

una rosa caída bajo torva guadaña,

y un ángel que me dice:

¡Duerme, no temas!

Y quedaté en un sueño,

como estaba en el libro la flor aquella.

LA FALLA DE UN GRAN TORERO

(Paco Camino)

CON pies salió el Domecq, y en su carrera

un polvillo de arena de su pelo

se va elevando en remolino al cielo,

ardiente soplo de su sangre ibera.

Mira desafiante a la barrera

e hincando las pezuñas en el suelo

le pone al picador cara de duelo

al llevarse al caballo por montera.

La traca va a estallar, un duende de oro

hace gritar como a peonza al toro 

y caen al ruedo lágrimas de luz.

Disco de fuego es la plaza entera,

que al cielo asciende en una revolera

con el mago girando ante el testuz.

SOUVENIR

SIEMPRE fué voz amiga, la que vino de lejos,

como el rumor que llega de la sierra y el mar.

Cuando el sol de Poniente dore con sus reflejos

las torres de Caracas, con ellos mi voz va.

Lleva el cálido soplo de esta tierra bravía,

que al sentir vuestras voces sobre la verde Albión

se hizo saludo y súplica como un Ave María

e invocaba la Gracia como en una oración.

¡Oh! Vilna y María Sylvia y Rebeca y Yolanda,

mariposas volando sobre la Europa en flor,

grandes lirios del Sena, tulipanes de Holanda,

y el milagroso césped del Támesis y Oxford.

Aún oigo vuestros coros; tal silencio se hacía

que el autocar parece que andaba sin motor;

el speaker paraba su larga letanía

y hasta el sol de Inglaterra se hizo feudo español.

Que todas encontréis en tierra americana,

al plegar vuestras alas, el calor del hogar

y a tí bella Eleonora, española y germana,

que el Señor te conceda la diadema imperial.

EL HÉROE DEL CONVENTO

Durante la dominación roja, unos setenta señores fueron encarcelados en un convento de Montijo. En él se presentaban algunos obreros exigiéndoles el reconocimiento de deudas y, a pesar de su situación, tres de ellos se negaron rotundamente; a este episodio se refieren estos versos. Por fuerza del consonante, hago singular lo que fué plural.

Y esto dijo a los rojos en azulado sobre:

más vale morir rico que vivir pobre.

Y al enterarse el jefe dijo al momento:

Son todos mis fascistas como ese del convento;

la victoria es segura

con hombres de ese temple,

con moros y con curas.

ACOSO Y DERRIBO

DOS jinetes, dos caballos

y un torito muy pequeño.

Y los payos,

con gran furia en el empeño,

nos prueban en un minuto

cual de los cinco es más bruto.

HERMANDAD

VESTIDO de falangista

leyó Prats el traficante

el nombre de un semejante

muerto por estraperlista.

Y alzó el brazo a lo fascista

con presente y adelante.

EN COLABORACIÓN CON ZORRILLA

HOY el cante está por tierra

y el toreo prostituído.

El mundo entero ha caído,

de los Beatles a los pies.

La España flamenca y chula

pasa semanas enteras,

apiñada en las aceras,

por si pas El Cordobés.

POR LOS CERROS DE LOBÓN

ORTIGOSA, que es de Onuba,

animaba a la partida.

¿A los cerros no hay quien suba?

Y rueda como una cuba

el que intenta la subida.

¡Y a gatear! ¡gatear!

-¡Las perdices de los cerros

son muy duras de pelar!

(gritó con sorna “Pijierro”,

un labrador del lugar).

Entre espesos matorrales

con el sol en la cabeza

frente a un cerro de “Perales”,

para colmo de mis males,

erraba pieza tras pieza.

Tiré a cuarenta perdices

y cobré tan solo tres

y ante mis mismas narices

un batidor a otro dice:

-¡El Fiscal que malo es!

Y mohino hacia Lobón

sobre mi recio “Melindres”

de mis yerros di razón:

¡Si tiré en tal ocasión

con cartuchos de “BOLINDRES”!

Bolindres era el nombre de una armería de aquella época.

CAZADOR CAZADO

FUE ocurrencia divertida

la del primo Juan Alonso;

la de unir a la partida

a uno de los que a la vida

despiden con un responso.

Y era el Padre Desiderio

hombre de buen corazón

y de acertado criterio,

pero al bajar el “Laerón”

la burra dió el tropezón

y se le fué un improperio

en vez de un kirieleison.

Junto a una verde retama,

hizo el puesto de rodillas.

Luís silvando le llama

que una “beata” se encama

al verle la coronilla.

Hace el Padre puntería

con una intención siniestra,

y de tal modo lo hacía

que Carlos Thomas le huía

como el domonio a su diestra.

Y al errarla nos decía:

“Aunque no soy cazador,

amo a la naturaleza

como a obra del Creador”.

Y apuntaba a la cabeza

de Pérez con el cañón.

Este se arrodilla y reza,

y al darle la absolución

cobró su única pieza

sin tiros y sin sermón.

SOLIDARIDAD

EN tal pueblo nació Curro;

es muy prudente y muy fino

pero le llaman “Pollino”

pues si no es algo del burro

no lo tienen por vecino.

ANTE LA TELE

MIRANDO al Apolo octavo

¿veo un huevo o una patata?

De explicármelo no acabo

y estamos mirando un rabo

millones de papanatas.

Mientras miraba el octavo

tuvo ocho gatos mi gata:

la puso en órbita el “Tato”,

un gato de Ana “La Chata”.

(Apolo 8 fue la tercera misión tripulada del programa espacial Apolo de los Estados Unidos. Se inició el 21 de diciembre de 1968 y fue la primera misión tripulada en salir de órbita terrestre, llegar y orbitar a la Luna y finalmente regresar a la Tierra.)

LA ESTRELLA DEL HORIZONTE

SIEMPRE fué Sevilla puerta

del mejor museo taurino,

y es hoy puerta y camino

de una afición que despierta.

Al corral las bufonadas

de trágicos figurones

hermanos de los mirones

de los tendidos y gradas.

Que la maestría de José

y el temple de Juan Belmonte

sean artículo de fe.

¡Maletillas! Paco es

la estrella en el horizonte

y en Camas está Belén.

LA PEQUEÑA

A mi sobrino Pepe

NINGUNA mula en las cuartas

igualaba a la “PEQUEÑA”

orejeando en el llano,

arqueándose en la cuesta,

y como cierva en la cumbre

levantando la cabeza,

cuando el solsticio de junio

los higos duros encera

y señala al labrador

su mayor trajín, la siega.

Un collar de un cascabel

lleva al cuello la “PEQUEÑA”,

¡qué airosa va por delante

abriendo nuevas veredas

por una selva de espigas

inclinando las cabezas!

¡Cómo se pasa en las puntas

y cómo tuerce en las vueltas

sin gañán que la gobierne,

sin aparejos ni riendas!

Jamás chasquido de látigo

necesitó su viveza,

su gracioso andar pedía

trenos de copla flamenca.

Cuántas veces los gitanos

se pararon ante ella

y entre dientes sentenciaban:

-¡Esta no es mula de feria!

Y no lo fué, que cayó

allí, en la misma tierra,

que cual corza recorría

cuando era una quinceña,

debajo de aquella encina

donde anida la cigüeña

y con su cabeza cana

sobre el lindón de la era…

La helada de medianoche

amortaja a la “PEQUEÑA”.

POR ALEGRÍAS

POR la bahía de Rota

yo quisiera navegar,

sobre Torrejón volar

y oir después una jota

chillando por Gibraltar

en una guitarra rota.

¡POR QUE?

¿POR qué hoy los estudiantes

son seres tan explosivos?

¿Es que son unos danzantes?

No, es que ven los “incentivos”

que les dan a unos mangantes

sin acuse de recibo

y quieren ser gobernantes

en el reino de los vivos

sin examinarse antes.

NAVEGANTE SOLITARIO

La palma para tí ¡oh Bonifacio!

Que sin tener la historia por abuela

salvaste de Guadiana el ancho espacio,

sin una carabela.

Colón fue muy despacio,

-se dicen los muchachos en la escuela-

para ellos Colón es Bonifacio.

(Bonifacio Melara (que tenía la barbería en la actual Avenida Emperatriz de Montijo y vivía en los altos del palacio de los Condes), era un popular barbero de Montijo que cruzó sobre una burra el río Guadiana en una gran crecida, mientras unos pescadores lo contemplaban atónitos. No sabía nadar.)

LA FUGITIVA DE DALLAS

SE cansó de ser beata.

Del bando de los que mueren

se pasó a los del pirata;

y sobre rauda fragata

libre mar y viento quieren

bogando en olas de plata.

LA PILDORA QUITA PANES

EN la tierra labrantía

ya no hay zozobras ni afanes.

La estirilizó un buen día

la píldora quita panes

de un marqués de gran hombría,

mas le mordieron los canes

de la rural policía.

TINIEBLAS DE AMANECER

¡SERÁ algún Príncipe Jean

alguna vez nuestro Rey?

Como las cosas están

si lo es por Decreto-Ley

sólo será Capitán

y uno más entre la grey

que el paso marcando van.

NAVIDAD

(Chozo de pastores)

VIENDO a los Reyes llegar

el gallo se subió al chozo

no ciertamente de gozo,

si no que fué por salvar

su cuello del alborozo

que en cena suela acabar.

REPOBLACIÓN FORESTAL

(Diciembre 1936)

ÁRBOL al que siempre vi

con creciente simpatía,

jamás me imaginaría

verme sudando por ti

una mañana tan fría.

No alabo más tu sombría

verde copa de verano,

un pico tengo en la mano

por celebrarte en poesía.

¡En ti se esconde el milano!

LA CIGÜEÑA

INTERROGANTE signo sobre las altas torres,

olímpico emisario, centinela

de ese otro ser que sin alas ni cola

y sólo con dos pies quiere ordenar la esfera.

Ella vio el hormigueo de las nómadas tribus,

las primeras aldeas,

y en la tierra latina

las góticas iglesias

con sus agudas torres disparadas al cielo

sin nido para ellas.

Escondiendo una pata y enfilando su pico,

quieta, como una esfinge,

mira a las multitudes en bacanal o en guerra

y enigmáticamente, en círculos sus vuelos

va siguiendo sus huellas.

¿Cómo a ti, mitológica ave

con la paz por enseñanza

no te abruma el orgullo

del único animal que perturba en la tierra

y en el mar y en el viento y hasta en la luna muerta?

¿Cuándo hincarás tu pico,

hierática cigüeña,

en algún hondo abismo

y con la cola al cielo

tu interrogante cierras?

¿Cuándo como la luna

se volverá la tierra?

COPLA GITANA

QUE suerte sería encontrar

esposa como la noche,

que al amanecer se va.

Y ¿POR QUÉ LA GUERRA FUE?

NO preguntes el por qué

está en ti mismo a la vista,

tienes mente de anarquista

y corazón de burgués.

ESPERANZA

LA bravura que el Madrid

renueva en cada campaña

y Bernabeu, su adalid

me hacen que os diga: decid

que aún queda mucho de España.

—————-

Al comienzo del libro, que me dio su hermano José Gómez Rodríguez, viene escrita a mano esta poesía:

Gran devoción a la Cruz

tenemos los españoles.

No por morir Cristo en ella,

sino por los dos ladrones

que colgaron junto aquella.

—————-

Consigna del Nuevo Estado,

a la centuria partera:

los niños en nuestra era,

por mitad monje y soldado,

y así lo tiene ordenado

una “Liga de Solteras”

a las mozas casaderas

que van a tomar estado.

Juan Carlos Molano Gragera
Juan Carlos Molano Gragerahttp://historiasdemontijo.com
Cuando estudié la carrera de Ciencias Políticas, en la Universidad Complutense, durante los años 1968/72, tuve algunos maestros como Antonio Elorza Domínguez o Juan Trías Vejarano que me enseñaron a investigar en los archivos para elaborar aspectos de nuestra historia. Aquella semilla se fue desarrollando desde finales de los años setenta cuando volví a vivir a Montijo y continúa viva hasta el día de hoy. Espero continuarla hasta que me fallen las fuerzas y la vista. Y me gustaría que se siguiese leyendo después de “pasar a mejor vida”.

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Cuando estudié la carrera de Ciencias Políticas, en la Universidad Complutense, durante los años 1968/72, tuve algunos maestros como Antonio Elorza Domínguez o Juan Trías Vejarano que me enseñaron a investigar en los archivos para elaborar aspectos de nuestra historia. Aquella semilla se fue desarrollando desde finales de los años setenta cuando volví a vivir a Montijo y continúa viva hasta el día de hoy. Espero continuarla hasta que me fallen las fuerzas y la vista. Y me gustaría que se siguiese leyendo después de “pasar a mejor vida”.

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