Este artículo lo publiqué en la Revista de Ferias del 2001.
Mi agradecimiento a sus hijos Ángel, músico de Infantería de Marina jubilado, y Sergio, Inspector de Policía, que me ayudaron a contar la historia de su admirado y querido padre.
Poco a poco vamos recuperando a aquellas personas que recogieron mediante fotos la historia de nuestro pueblo -sus vecinos, su vida cotidiana, sus fiestas, sus calles- desde finales del siglo XIX. Entre ellas destacan Álvaro Torres Rodas, Antonio Agudo Conde, Vicente Sánchez Melara “VISAM”, Francisco Gragera Tejeda, Manuel Vargas, “SANFER” padre, y así llegaríamos a nuestros días.
Gracias a ellos podemos conocer la evolución visual de casi un siglo y medio de nuestra Villa. Y cada día que pasa tiene más importancia el trabajo que realizaron esos profesionales o aficionados de la fotografía.
Hoy nos vamos a parar en un gran fotógrafo que vivió y retrató a Montijo durante dieciséis años: Ángel Sánchez Mazarrón.
Las dos familias primigenias de Ángel, los Mazarrón y los Sánchez, vivían en Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real) y eran propietarios de tierras.
Ángel Sánchez nació en Cabeza del Buey en el año 1.890. Era hijo de Juan Antonio Sánchez, natural de Aldea del Rey (Ciudad Real), pintor, y de Ramona Mazarrón, natural de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real). Algunos de los hermanos de Ángel también se dedicaron a la fotografía y a la pintura, continuando sus hijos la profesión.
Ángel se inclinó desde pequeño por las artes cultivando la pintura, la escultura, el retrato y la fotografía. Era un artista muy imaginativo.
Humanamente era una bellisima persona, de carácter afable y bondadoso; a los clientes que no podían pagarle sus fotos se las regalaba.
Empezó a trabajar en su ciudad natal como pintor de frescos y restauración. Cuando realizaba un trabajo de esta categoría en un Casino de un pueblo extremeño se cayó de un andamio y se rompió las dos piernas, lo que le imposibilitaría para continuar ejerciendo este arte y le provocó una cojera que le durará para siempre.
A partir de entonces se ganará la vida como fotógrafo, firmando sus trabajos con el seudónimo “ANSAMA” que era una palabra compuesta con las primeras sílabas de su nombre y apellidos. También pintaba rótulos comerciales.
Casó con Carmen García, perteneciente a una familia culta y adinerada de Azuaga, con la que tuvo ocho hijos de los que les vivieron Julia, Ángel, Carmen, Josefa, Mariela, Rafael y Sérgio.
Ángel y Carmen recien casados. Foto cedida por sus hijos.
Pero Ángel era una persona inquieta que le gustaba cambiar de lugar de residencia de vez en cuando y se trasladó con la familia a Montijo en 1.929 -al final de la Dictadura de Primo de Rivera- yéndose a vivir a la plaza de Cipriano G. Piñero número 9, a la casa-fonda de la familia Arnela.
Como en el pueblo no había por entonces ningún fotógrafo profesional (Antonio Agudo vendía material fotográfico en su tienda de la Plaza y hacia fotos como aficionado, Álvaro Torres se dedicaba al Teatro Calderón y hacía algunas fotos, Foto Pepe o Vidarte venían de Badajoz a retratar por encargo), rápidamente empezó a tener una buena clientela y a hacerse popular por su buen hacer.
Fiesta del Árbol de 1935.
En la actual Plaza de la Constitución por los años 30.
Hacía retratos de estudio, de D.N.I., las ampliaciones de los retratos las coloreaba con acuarela y pastel (hacia verdaderas maravillas), y fotos de exteriores. Sus mejores fotos las montaba sobre cartulina y en el reverso le imprimía: “Tarjeta postal” para que pudiesen enviarse por Correos. Usaba las cámaras Kodak de los años 30 y la Voilander Vito C alemana.
1º de Mayo de 1936, foto publicada en muchos ejemplares.
Se conservan fotos suya de fiestas, romerías de San Isidro, actos oficiales, procesiones, bandas de música, representaciones teatrales y manifestaciones realizadas por la Casa del Pueblo.
Cantina en San Isidro 1934.
En la revista montijana “Moysa” de promoción de la Industria, el Arte y el Comercio, dirigida por Rafael González-Castell, que se publicaba en 1.934, solía anunciarse Ángel Sánchez de la siguiente manera: “Fotografía ANSAMA. Fotos artísticas ANSAMA. ANSAMA fotógrafo- trabajos modernos. Foto ANSAMA – Pinturas al pastel. Ampliaciones fotográficas ANSAMA”, lo que indicaba sus especialidades y ofertas al cliente.
Ángel no se afilió nunca a ningún partido político. Durante la República, como era el fotógrafo existente en Montijo junto con VISAM, lo contratarán tanto las derechas como las izquierdas para hacerles reportajes fotográficos. Por ello, durante la Guerra Civil tuvo serios problemas con unos y otros pues pensaban que era adicto al contrario. La Guerra lo arruinó como a tantos españoles.
En la revista de la Falange provincial “AFÁN” se anunciaba, en el número de 16 de agosto de 1.938, en plena guerra civil: “Fotografía ANSAMA. Plaza de los Piñero, 6. Próxima apertura de gabinete fotográfico en Badajoz”.
Ello indica que quería irse a la capital, para buscar nuevas oportunidades, pero no nos consta que lo hiciese.
Posteriormente se trasladó a vivir a la calle Sánchez Rivera número 3, y de allí a los altos de una casa frente a la puerta del Círculo de Artesanos, en 1940.
Además de hacer fotos vendía cámaras y material fotográfico.
Como en la posguerra escaseaban las materias primas en España tenía que desplazarse con frecuencia a Portugal a comprar las placas y el material fotográfico. En aquellos tiempos se tardaba sobre una hora en rebelar una placa.
Por problemas familiares y económicos tendrían que trasladarse Ángel y los suyos, en 1.945, a vivir a Azuaga, patria chica de su esposa Carmen. Sus hijos se repartieron por la geografía hispana y él terminó en Puertollano viviendo sus últimos años con su hijo menor Sergio.
Ángel con una de sus hijas. Foto cedida por su su hijo Sergio.
Ángel se convirtió en un trashumante ejerciendo como fotógrafo en Azuaga, Berlanga (allí tenía un archivo muy grande de negativos de cristal, de 13×18), Puertollano, Argamasilla de Calatrava, etc.
Con su hijo Sergio. Foto cedida por él.
Falleció a los 94 años, en 1.984, en el Casar de Escalono (Toledo) donde vivía su hija Carmen.
En Montijo son muchas las familias que conservan retratos realizados por Ángel y que guardan buenos recuerdos de este profesional de las artes plásticas conocido popularmente como “el tío Sama”.
