La izquierda en Puebla de la Calzada desde mediados del siglo XIX a mediados del XX

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Este estudio lo escribí en el año 2002 y lo publiqué, como libro, en el 2004. Lo enmaquetó Pepe Melara.

Las notas de pie de página van al final del estudio, en la última.

Indice.-
Introducción
Capítulo I.
La formación de una burguesía local a mediados del siglo XIX
La izquierda burguesa en Puebla (liberales, demócratas y republicanos)
La Revolución Gloriosa de 1868
La I República en 1873
Reinstauración de la Monarquía en 1875
Capítulo II.
Se agudiza “la cuestión social” a finales de siglo XIX. La izquierda obrera
Apertura del Círculo “La Unión Obrera” en 1901
Desarrollo e impulso del movimiento obrero en los años diez
La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
La II República (1931-1936)
Capítulo III.
La sublevación contra la República el 18 de julio de 1936
Represión de la izquierda en Puebla desde el 13 de agosto
La izquierda clandestina en la posguerra
Fuentes y bibliografía

Introducción

Con este trabajo no pretendo hacer un estudio completo y amplio sobre la historia de las izquierdas políticas y sociales de Puebla de la Calzada. Sólo quiero dar unas pinceladas para que no se pierda la memoria colectiva acerca de la labor y los esfuerzos de aquellos hombres y mujeres que entregaron parte de sus vidas (algunos la perdieron entera) para implantar la libertad, la democracia, la justicia social y la solidaridad en su pueblo.
Como siempre a lo largo de la historia de la humanidad, fueron unas minorías activas, arrojadas, concienciadas, críticas con el mundo que les tocó vivir, las que se “echaron para adelante”, tirando de los sectores populares más necesitados, se mojaron y arriesgaron pues tenían muy claro que habia que crear otra sociedad diferente, más justa y humana, más igualitaria.
Habían bebido y estaban influídos por las ideas de la Revolución Francesa de finales del siglo XVIII -el racionalismo, el liberalismo y el democratismo- que chocaban con el Antíguo Régimen existente en España en el primer tercio del siglo XIX. Estos hombres pertenecían al principio a las clases burguesas y pequeño-burguesas, eran amantes de la lectura de los libros más avanzados del momento, se organizaban en Círculos, Sociedades y Partidos, para intercambiar anhelos y proyectos con aquellos con los que coincidían, ocuparon los principales puestos del Ayuntamiento tras elecciones democráticas, modernizaron y reformaron los servicios y las infraestructuras de Puebla, ayudaron a los sectores más desfavorecidos…
Desde principios del siglo XX empezaron a cobrar protagonismo directo personas pertenecientes a la clase obrera, ayudados por algunos maestros, artesanos o pequeño-burgueses, influídos por las ideas del socialismo europeo de finales del XIX y de la Revolución de Octubre de 1917. Tras muchos esfuerzos y paciencia, consiguieron arrancar de las garras del caciquismo y el clientelismo a muchos compañeros de clase que venían estando sometidos secularmente a las familias poderosas.
Y todo ello no fué fácil pues la oligarquía local les perseguía y atacaba con el poder enorme del caciquismo imperante, pues aquella se resistía a perder sus privilegios y su influencia. A muchos les supuso el destierro, la marginación laboral y familiar, y a algunos hasta la muerte.
Pero mereció la pena su tesón, sus desvelos y sus esfuerzos, la semilla que dejaron sembrada para que recogiesen el fruto las futuras generaciones. Con sus aciertos y sus errores, sus lados oscuros y luminosos. Si hoy disfrutamos de una serie de conquistas sociales, de unos servicios públicos y de unas infraestructuras modernas, se lo debemos en gran parte a ellos, al barbecho que dejaron abierto, al camino que iniciaron. Aunque aquél se vió cortado bruscamente, irracionalmente, por la intolerancia y el fundamentalismo durante cuarenta años.
Muchos de esos grandes hombres y mujeres son merecedores de que alguna calle o plaza de Puebla de la Calzada lleve su nombre.
Habria que escribir una segunda parte de este libro sobre la izquierda en Puebla desde los últimos años de la Dictadura a la actualidad. Con ello quedaría completo el ciclo.

Por último, quiero agradecer a Teodoro Gracia, a Adela y a los funcionarios municipales, la colaboración tan desinteresada que me prestaron desde el primer momento para que investigara en los Archivos Municipales y para que se publicase este trabajo. A Alicia, la encargada del Registro Civíl, quien me puso a disposición todos los libros allí existentes para que tomase las anotaciones convenientes.
También quiero agradecerle a esas personas mayores que me trasmitieron sus recuerdos, sus vivencias, las historias que les contaron sus antepasados y que forman parte ya de la memoria colectiva de Puebla de la Calzada que no debe olvidarse nunca.
Ellos hicieron posible que hoy se publique este libro.
Anímo a los jóvenes historiadores de Puebla a que continúen buceando y profundizando en esta parte tan importante de su historia contemporánea, para que todos y todas aprendamos de sus enseñanzas, de sus obras, de su talante, de sus ideas.

Capítulo I
La formación de una burguesía local a mediados del siglo XIX.

La situación de Puebla de la Calzada en el siglo XVIII nos la describe Manuel Garcia Cienfuegos (1):        “… pasada la crisis del siglo XVII y las primeras embestidas de signo negativo del XVIII se produjo un crecimiento generalizado de la población en una villa ruralizada durante la segunda mitad del Antiguo Régimen (1645-1799), con una economia apoyada en la agricultura, con grandes dificultades en la posesión de la tierra, ya que fue la principal dificultad que tuvieron los agricultores de esa época, encuadrándose en una economía de subsistencia, donde lo necesario para la vida cotidiana y las exigencias de una economía familiar, hacen que el hombre encuentre serias dificultades en el repartimiento de las explotaciones agrarias, recurriendo a los arrendamientos…
Los pequeños propietarios y pequeños arrendatarios ante las crisis agrarias se vieron abocados a la venta de sus pequeñas propiedades o al abandono de la aparcería, teniendo finalmente que asalariarse. Los jornaleros sufrieron peores consecuencias porque, mientras que los precios se disparaban, sus salarios se mantenían e incluso disminuían, haciendo que los pobres fuesen cada vez más pobres y los ricos se enriquecieran cada vez más.
Todo ello dentro de un pobrísimo desarrollo industrial…
Sin embargo los comienzos del siglo XIX traerían nuevas corrientes y aires renovadores que darían paso con posterioridad a las ideas liberales… Fué época de contínuas revoluciones, seguidas de reacciones violentas por parte de las fuerzas conservadoras, acometiéndose el proceso de desamortización de los bienes eclesiásticos y comunales que cambiaría radicalmente la composición de la propiedad de la tierra…. fueron vendidas en pública subasta, acudiendo a los remates como compradores las prepotentes familias latifundistas y absentistas de la localidad (como siempre los más ricos)… La masa de pequeños campesinos se convirtieron en jornaleros, otros se sometieron a los nuevos sistemas de arrendamientos de los nuevos propietarios y otros emigraron a las grandes ciudades…”

Los jornaleros del campo vivían en la miseria. Ello provocó acciones de rebeldía o «tirarse al monte», eso hizo el joven poblanchino Antonio Merino, alias «Zájaro», que se integró en una cuadrilla de bandoleros y anduvo por las sierras extremeñas entre 1815 y 1820 en que lo apresaron y lo ajusticiaron a garrote vil en Cáceres. «La banda de “Melchor y Merino” se convierte en un auténtico quitasueño para las autoridades extremeñas en el tramo final del período absolutista” escribió Publio Hurtado en su artículo «Melchor y Merino».

A mediados del siglo XIX se lleva a cabo pues el proceso de desamortización de las tierras de la Iglesia y los Concejos, que provoca la compra de las mismas por las burguesias locales y las personas con más capacidad económica. Surge así una clase terrateniente en Extremadura que será la que domine el poder político y económico en la última fase del reinado de Isabel II. En Puebla de la Calzada habrá varios compradores de tierras desamortizadas, eran grandes propietarios que pagaron cantidades elevadas por dichas tierras, gracias a lo cual concentrarían más extensiones en sus manos.
Nos dice Manuel G. Cienfuegos (2) que a finales del siglo XVIII “… habia surgido un nuevo grupo de agricultores y ganaderos que llegaron a ostentar cargos en el Concejo, convirtiéndose en latifundistas, siendo los descendientes de éstos los que conformaron en el siglo XIX la prepotente burguesía local centrada en las familias de apellidos : Coca, Gragera, Conejo, Bejarano y Maza, entre otras.” Y prosigue: “En este complejo tejido político y social destacaron las figuras de don Juan de Coca Triviño y Silva, capitán de milicias liberales y su más influyente político, sus descendientes eran Alonso, Juan, Bartolomé y Miguel de Coca Maza (todos ellos figuran dentro de los treinta y cinco mayores contribuyentes agrarios de Puebla de la Calzada del año 1852 que pagaban más de doscientos reales de cuota de contribución por tierras, casas y ganados, claros exponentes de la burguesía de Puebla de la Calzada…), Sancho Conejo Bejarano (vivía en la Plaza), quien murió exiliado en Francia, Guardia de Corps, medalla de primera clase de la fidelidad concedida por Fernando VII, coronel carlista de caballería, Ayudante de Campo y Cámara del Infante don Sebastián de Borbón Braganza. Alonso Gragera Maza (vivía en la calle Calzada), diputado provincial y nacional por el Partido Conservador… Sancho Conejo de Coca, nieto de Sancho Conejo Bejarano, diputado provincial y a Cortes por el Partido Liberal… el político conservador don Bartolomé Romero Leal, nieto de don Bartolomé Romero, Administrador en Puebla de la Calzada de la Real Aduana y de don Manuel Leal y Vita, Secretario del Ayuntamiento.
Asímismo brillaría a finales del siglo XIX don Jorge Diez-Madroñero López de Ayala, Marqués de la Vega, quien casó con doña Maria Antonia Conejo de Coca (hermana de Sancho Conejo de Coca)…” (3).
El reinado de Isabel II será el momento del desarrollo de la industria y el ferrocarríl (la línea de Mérida-Badajoz se abre en 1864) lo que posibilita la exportación de los cereales que se empiezan a producir en grandes cantidades y la importación de productos manufacturados provenientes de las zonas industriales del país.
Paralelamente, la expulsión de las tierras de la Iglesia y de los Concejos de los campesinos los convertirá en jornaleros hambrientos y excluídos. La liberalización de la agricultura provoca grandes oscilaciones de los precios de sus productos. Según Rafael España Fuentes (4) los precios en reales, por fanega y arrobas, en 1863 (antes de abríl y a partir de abríl) eran en Puebla de la Calzada: trigo 60/70, cebada 40/42, garbanzos 70/75, aceite 44/44, vino 22/22 y aguardiente 50/50. En Puebla hay en ese momento excedentes de trigo, garbanzos y cebada.
Las familias pobres, como solían tener bastantes hijos y no podían alimentarlos, se veían obligadas a ofrecer a sus hijas a las casas “grandes” para que sirviesen de criadas en ellas, a cambio de darles comida, vestidos y un techo. Estas muchachas quedaban a merced de las familias donde trabajaban.

Tenemos que resaltar en este tiempo a un poblanchino que llegó a ocupar cargos importantes dentro del liberalismo extremeño, nos referimos a Bartolomé Romero Leal (1823-1895).
Como estudia Manuel García Cienfuegos en la Revista de Ferias de Puebla del presente año, Bartolomé era hijo del poblanchino fernandino (partidario del rey absolutista Fernando VII) Bartolomé Romero Pérez, teniente coronel de Infantería y caballero de la Orden de San Hermenegildo. Sus abuelos habían sido Administrador de la Real Aduana de Puebla de la Cazada y Secretario de su Ayuntamiento, una familia pues de funcionarios.
Se crió en la casa paterna situada en la actual Plaza de Extremadura, era un niño muy inteligente, estudió el bachillerato en el Seminario de San Atón de Badajoz (que era donde estudiaban los hijos de la burguesía pacense del momento) y haría la carrera de Derecho en la Universidad Central de Madrid, licenciándose en 1844.
Empezó a ejercer como abogado en Mérida, donde sería Presidente de la Sociedad Económica Emeritense; de allí pasaría a ser Secretario del Gobierno Civíl de Badajoz en el año 1854; entró en el partido Unión Liberal fundado por el general O´Donnell en el que haría carrera política. Sería Gobernador Civíl de Cáceres, de Pontevedra y Valladolíd, Diputado a Cortes por el distrito de Mérida (en el que votaban los vecinos de Puebla y Montijo) en 1858, 1863 y 1865, donde lucharía por la finalización de la obra del ferrocarríl Badajoz-Ciudad Real y de las carreteras nacionales de Madrid-Badajoz y Cáceres-Mérida-Sevilla. Como premio, el Ayuntamiento emeritense lo nombró Hijo Adoptivo y le puso su nombre a la calle donde había vivído (que continúa aún denominándose así).
Al caer la I República y restablecerse la Monarquía en 1875 continuaría su carrera política dentro del Partido Liberal fusionista, ocupó de nuevo el cargo de Gobernador Civíl de Valladolíd, la Secretaría del Gobierno Civíl de Madrid y la Oficialía Mayor del Ministerio de Gobernación. Murió en el año 1895.

La izquierda burguesa en Puebla (liberales, demócratas y republicanos).

La última etapa del reinado de Isabel II se mueve en un ambiente de corrupción completa, de apropiación del poder por una minoría liberal moderada, lo que provoca el apartamiento de los liberales progresistas y el auge de los demócratas radicales. Éstos, que defendían el sufragio universal, la Soberanía Nacional reside en el pueblo y el respeto a los derechos y libertades, evolucionarán hacia el republicanismo al comprobar que con la reina no se podrán conseguir estas reivindicaciones.
En 1862 se constituyen Comités Republicanos en muchos pueblos de Badajoz formados por demócratas, entre ellos en Puebla de la Calzada. Aquí destacamos a Diego Ardila Cortés, nacido en 1838, agricultor y propietario, vivía en la calle Badajoz nº 90, tenía otra casa en el nº 48 de la misma calle y un corralón en la calle Albaicín (5), se casó con Leonor Montes Moreno (6).
Figuraba en la lista de Mayores Contribuyentes de Puebla en 1886 con el número 33 y pagaba una cuota de 228’39 pts. (7).
Su hermano Juan vivía en la calle Badajoz nº 33.
Los precios de los productos de primera necesidad (las subsistencias) subieron mucho, lo que provocó revueltas espontáneas pidiendo su abaratamiento.

La Revolución Gloriosa de 1868.

La situación en el país se hizo insostenible, desembocando en la llamada Revolución Gloriosa del 30 de septiembre de 1868 y la salida de España de la reina. En Badajoz se constituyó la Junta Revolucionaria Provincial formada por demócratas de la que formarán parte, entre otros, José Gragera y Sánchez Gata, vicepresidente de la Junta, Brigadier de Infantería y Gobernador Militar de Badajoz (8).
Sigue diciendo Rafael España: “En Puebla de la Calzada, al haber tenido noticias de que Badajoz se ha adherido al pronunciamiento del día anterior, el pueblo se subleva a las siete de la mañana del día primero de Octubre con vivas a la libertad y a la soberanía nacional, constituyendo por acuerdo de los vecinos congregados en la plaza una Junta de Gobierno y nombrando como presidente a Juan de Coca y Amigo, siendo uno de los vocales Gonzalo Gragera, ambos ricos terratenientes” (9).
Juan de Coca era nieto del liberal Juan de Coca Triviño e hijo de Alonso de Coca Maza y Maria Antonia Amigo Gragera.
El día 11 de octubre de 1868 se constituía legalmente una “Junta Popular Revolucionaria”, nombrada por la Junta de Mérida, presidida por Juan de Coca y Amigo con los regidores Pedro de Coca, Pedro Maza de Coca, Francisco Yerto Romero, Antonio Hernández Cordero, Diego Barbaño, Juan Jerez Gragera, Manuel Alvarez, Leonardo Cabo Zajara (agricultor, Mayor Contribuyente de Puebla con el número 17, pagaba una cuota de 438 pts. en 1886), José Borba, Juan Lopo Amigo (agricultor) y Pedro Bejarano.
Esta Junta estaba formada por progresistas, demócratas y republicanos, personas de la burguesía y las clases medias (labradores, comerciantes, industriales) que se habían radicalizado y lucharon contra la monarquía corrupta de Isabel II.
Unas de las primeras medidas tomadas por la Junta fue bajar los precios del pan, la carne, etc., y formar una milicia ciudadana de propietarios, denominada “Voluntarios de la Libertad”, para garantizar el orden público.
En 1869 tenía Puebla 725 vecinos (unos 2.900 habitantes), dos alcaldes y nueve regidores que eran los siguientes: Alcalde 1º Francisco Yerto Romero, Alcalde 2º Pedro Casillas Aparicio, regidores Antonio Hernández Cordero, Síndico Manuel Alvarez Jerez, Juan Mateo de Coca, Francisco López Espejo, José Romero Grijalvo, Mateo Barco Amigo, Interventor Andrés Garcia Barco, Pedro Gragera Garcia y José Gragera Molano.
No sabemos quiénes de ellos eran los republicanos.
En 1870 era Alcalde 1º Pedro Casillas Aparicio y regidores José Gragera Molano, Andrés Guisado, … En 1871 y 1872 formaban el “Ayuntamiento Popular” Pedro Casillas como alcalde y los regidores Juan Mateo de Coca, Andrés Guisado, Mateo Barco Amigo, José Gragera Molano, Francisco López, Manuel Alvarez, Pedro Gragera Garcia.
El uno de enero de 1872 entraría como regidor Diego Ardila Cortés, obteniendo 67 votos, en agosto de ese año estaba de alcalde Pedro Maza de Coca y de regidores Leonardo Cabo Zajara, Pedro Antonio Gragera Pozo, … En enero de 1873 seguía de Alcalde Pedro Maza de Coca, 1º Teniente Leonardo Cabo Zajara, Regidor Síndico Pedro Antonio Gragera Pozo, Regidor Contador Diego Ardila Cortés…

La I República en 1873.

E 11 de Febrero se declararía la República en España, el dia 13 habría en Puebla de la Calzada una sesión extraordinaria del Ayuntamiento Popular, con el salón abarrotado de público, donde se leyó una circular del Gobernador Civíl “dando a conocer la nueva forma de Gobierno dada a la Nación por la Asamblea en la noche del dia once”. La corporación “acuerda haber visto con el mayor júbilo y satisfación el establecimiento de la República y la acertada elección de los dignísimos patricios que constituyen el Poder Ejecutivo de la República Española…”
La corporación secundará cuantas órdenes dé el Gobernador “y le prestará su más sincera, leal y decidida cooperación para el afianzamiento de la República Española y evitar que el orden público sea alterado. Asímismo acuerda el Ayuntamiento que inmediatamente se proclame la República, enarbolando la Bandera Tricolor Republicana en estas Casas Consistoriales al repique de campanas y sea verificado el acto, quedando alzada la Bandera a la señal anunciada, dando un ¡Viva la República Española! repetidas veces, el Sr. Presidente que fué contestado calurosamente por los concurrentes… que se lean por el Voz Pública en todas las calles y plazas de esta población para conocimiento y satisfación de sus laboriosos y honrados habitantes…” (10).
Asistieron al pleno, además del 1º Teniente de alcalde Leonardo Cabo los regidores Diego Ardila, Lemus Villares, Pozo y Coca, … Gragera, Barrena Moro y José Nevado y Gill, que deberían ser republicanos.
El Alcalde Popular en abril de ese año seguía siendo Pedro Maza de Coca, quién renunciaba el 29 de agosto al haber quedado viudo. Le sustituiría en el cargo el 3 de septiembre Andrés Lopo Amigo que permaneció hasta febrero de 1874.
En el pleno de 16 de febrero de 1873 propuso el alcalde en funciones Leonardo Cabo que se crease la Milicia Ciudadana “Voluntarios de la República” “Con el fin de levantar el espíritu público en favor del Régimen Republicano, único llamado a resolver grandiosas soluciones que hagan desaparecer los males de nuestra querida patria, renaciendo la confianza y bienestar que tanto echamos de menos… despertando el espíritu de asociación hoy desconocido entre la gran mayoría de los vecinos… si la República Española, lo que es imposible, se viera amenazada, los Voluntarios serían su más firme baluarte…” Fue aprobada por uninimidad.
Se escribió al Gobernador Civíl pidiendo armas para los Voluntarios “solicitando quinientos fusiles con sus respectivas bayonetas e igual número de fornituras, que se consideran necesarios para armar a los Voluntarios de la República de esta villa…” (11).
Dice Rafael España que el dia 3 de junio acordó la Diputación Provincial informar favorablemente al Gobernador Civíl que no había inconveniente en suministrar fusiles a los Voluntarios de la República de varios pueblos, entre ellos Puebla de la Calzada, “siempre que sean distribuidos a personas que ofrezcan la seguridad suficiente de hacer uso de ellas para la conservación del orden y afianzamiento de las actuales instituciones” decía el Boletín Oficial de la Provincia del 20 de junio (12).
Del 12 al 15 de julio de 1873 habría elecciones municipales; el 24 de agosto se constituyó el nuevo ayuntamiento elegido por sufragio universal. Entre los regidores elegidos obtendría 6 votos para alcalde Andrés Lopo Amigo y 2 Ildefonso Gragera Rivera. Como 1º teniente se nombró a este último, para 2º teniente José Romero Grijalvo, procurador síndico 1º Mariano Maza Bejarano, procurador síndico 2º Victor Bejarano Burdallo, regidores Juan José Gragera y Gragera, Andrés Guisado Barco, Francisco Gragera Sánchez, Raimundo Rey Barbaño, Pedro de Coca y Coca.
A continuación dieron su apoyo a la República Federal Española. En el pleno de 25 de agosto nombrarían dos Alcaldes de Barrio del distrito 1º, Alonso Maria de Coca, y 2º, Gonzalo Gragera Gonzalez. (13).
Pero la división y el enfrentamiento entre unitarios y federales en España fue llevando al fracaso de la República. En enero de 1874 sucede el pronunciamiento del General Pavía contra la República Federal, el cantonalismo y las ocupaciones de latifundios por los campesinos, y el establecimiento de otra República unitaria-autoritaria presidida por el General Serrano; el ministro de Gobernación Garcia Ruíz emprendió una persecución de los federales que fueron declarados fuera de la ley y destituídos de todos los cargos públicos.
El 12 de marzo de 1874 hubo una sesión extraordinaria en Puebla de la Calzada donde se leyó una orden del Gobernador Civíl destituyendo la corporación republicana federal y nombrando una nueva republicana unitaria. Como alcalde nombraría a Pedro Garcia Barco, para 1º teniente a Ildefonso Gragera, … Casi todos eran los mismos que ya estaban.
En marzo de 1874 era alcalde Pedro Guisado, regidor síndico Mariano Maza, depositario Ildefonso Gragera, Juan Coca, Alonso Barco,… En junio seguía de alcalde Pedro Guisado.

Reinstauración de la Monarquía en 1875.

A principios de ese año sucederá el pronunciamiento del General Martinez Campos en Sagunto restableciendo la Monarquía. Antonio Cánovas del Castillo, antiguo ministro liberal-moderado durante Isabel II, sería el artífice -siguiendo órdenes de la oligarquía española- de la llamada Restauración basada en el turno pacífico en el Gobierno de la nación de dos partidos (el Liberal y el Conservador) y en el establecimiento del sistema caciquíl a través de las clientelas.
El 2 de enero de 1875 habrá en Puebla de la Calzada una sesión extraordinaria de “Proclamación de Su Majestad el Rey Don Alfonso XII”, en la que se acordó por unanimidad prestar apoyo a la proclamación del rey y al Ministerio-Regencia presidido por Cánovas; también se acordó autorizar al Alcalde “se adopten las medidas de precaución convenientes a evitar, si bien no a detener, que se altere el orden o se cometan desmanes… con los turbulentos levantamientos populares…” Para festejarlo habria repique de campanas y la Guardia Municipal vistió de gala (14).
En Puebla había muchas familias obreras que no tenían recursos para subsistir en los períodos del año en que no había faenas agrícolas, sobre todo en el invierno, teniendo que salir a pedir a los pueblos cercanos. El 20 de marzo de 1876, Fiesta Nacional de la Paz, repartió el ayuntamiento de Montijo “a los pobres de Puebla doce fanegas de pan que se han adquirido, por suscripción voluntaria y particularmente de entre los indivíduos del ayuntamiento” (15).
En 1878 era alcalde de Puebla Pedro de Coca Gragera (hijo de Pedro de Coca y Coca) y concejal-Depositario Diego Ardila Cortés. En el pleno del 20 de enero acordarían, para celebrar la boda de Alfonso XII, repartir limosnas entre los pobres (106 libras de pan), repique de campanas, iluminación general de las calles y salvas.
En las elecciones generales del año 1879 saldría elegido Diputado a Cortes el poblanchino conservador Alonso Gragera Maza por el distrito de Mérida. Era hijo de Diego Gragera Guzmán y de Leonor Maza de Coca propietaria de la finca “La Vara”. En 1884 volvería Alonso a salir elegido Diputado.
En 1979 saldría elegido diputado a Cortes por el distrito de Mérida el poblanchino conservador Alonso Gragera Maza, que era hijo de Diego Gragera Guzmán y de Leonor Maza de Coca dueña de la finca La Vara.
La Restauración perseguiría en los primeros años a los republicanos que tendrían que exiliarse o disfrazarse en otros partidos. Así, en abríl de 1880 nacía el Partido Demócrata Progresista dirigido por los republicanos Ruíz Zorrilla, Salmerón y Cristino Martos. En febrero de 1881 ganarían las elecciones los liberales de Sagasta, lo que supuso la salida de la clandestinidad de los republicanos.
En 1881 se constituyeron Comités Demócratas Progresistas en los pueblos incluído Puebla de la Calzada. En julio volvería a entrar como concejal Diego Ardila Cortés siendo nombrado 2º Teniente de Alcalde.
En mayo de 1883 hubo elecciones municipales a las que se presentó una coalición liberal-republicana obteniendo concejales en la provincia. En Puebla saldría elegido alcalde el liberal Saturnino Maza Bejarano, hermano del citado concejal Mariano Maza, y 1º teniente Diego Ardila que continuaba en 1884.
En abríl de ese año hubo elecciones a Cortes donde saldría diputado por el distrito de Mérida Alonso Gragera Maza.
El 9 de febrero de 1884 daba cuenta el periódico “El Correo de España” que “como autores del incendio que tuvo lugar en la dehesa de Los Carneriles han sido puestos bajo el fallo de la ley los paisanos Mariano Gragera Pérez y Félix Gragera Gragera…”
En 1885 seguia siendo alcalde Saturnino Maza Bejarano; en las elecciones municipales realizadas en abríl de ese año irían coaligados los republicanos con los liberales. Gracias a ello saldría alcalde en Puebla de la Calzada de nuevo Saturnino Maza y concejales Juan José Gragera y Gragera y José Gragera Molano (vivía en la calle Iglesia) que estarían hasta 1887. Este último estaba también en 1889.
El 25 de noviembre de 1885 moría Alfonso XII.
En el año 1886 sería reorganizado el Comité Republicano de Puebla de la Calzada por los montijanos Juan Antonio Codes, Alonso Barragán, Bernabé Rodriguez Mesa, Roque Méndez Carnerero, etc.

Hacemos un paréntesis para hablar de un destacado republicano de Puebla de la Calzada: Juan Ardila Romo, primo de Diego. Sería primero Empleado de Correos en el Puerto de Santa María, quedaría cesante y después sería Profesor de Instrucción Pública especializado en Matemáticas. Daría clases particulares a los hijos de la burguesía local pues tenía fama de ser un buen profesor. Hombre de una gran cultura y rectitud moral.
Vivía en la calle Badajoz nº 48 que tenía una riqueza imponible de 112’40 pts., tenía una tierra en el sitio de la Campana con una riqueza líquida de 28’80 pts. (A.MP.C. Impuesto de Utilidades de 1890) y en 1893 tiene una “riqueza rústica y colonia” de 193’27 pts. por la que pagaba una contribución de 30’67 pts.
En el pleno del Ayuntamiento Popular de 19 de enero de 1873 se leyó un escrito de él denunciando al hermano del alcalde -Alonso Casillas Aparicio- por haberse agregado terrenos del Ejido de los Arenales a una viña suya.
Se inició en la masonería entrando en la Logia “Caridad Masónica” de Badajoz, en 1888, tomando por simbólico “Volney”. Allí estaría hasta 1889, pasó a la Logia “Emérita Augusta” donde estuvo desde 1892 a 1897. Fundaría el 17 de octubre de 1893 el Triángulo “Lealtad Masónica” Nº 37 de Montijo donde era el presidente. Llegó a ocupar el Grado 18º de la jerarquía masónica que sólo superaban los dirigentes como Aberrátegui, Pimentel o Vázquez de Lemus.
Tenía dos hermanos: Alonso y Sebastian Ardila Romo, que eran labradores. Alonso vivía en la calle Derecha nº … y Sebastian en la calle Albaicín nº 22 en 1890 (A.M.P.C.).
J. José Gragera y Gragera era otro destacado republicano centralista de Puebla. Nació en 1855, era propietario y agricultor, estaba casado. Vivía en la calle Nueva nº 73 que contribuía con 150 pts. (A.M.P.C. Relación de casas de 1895). Figura en la lista de Mayores Contribuyentes de Puebla en 1886 con el número 25 y pagaba una cuota de 323 pts.
Perteneció al Triángulo “Lealtad Masónica” de Montijo en 1893 y a la Logia “Emérita Augusta” en 1896 y 1897, su simbólico era “Gonzalo” y de Grado 1º. Tenía 4 hermanos: Antonio y Pedro (agricultores), Felisa y Juana.
Su hermano Antonio figuraba en la lista de Mayores Contribuyentes de 1886 en el número 11 con una cuota de 606’89 pts.

En mayo de 1887 hubo elecciones municipales a las que se presentaría una coalición republicana; en Puebla de la Calzada volvería a salir concejal Juan José Gragera que seguiría hasta 1889; el alcalde era Juan Francisco Barrena Moro y el 1º teniente Pedro Casillas Aparicio.
En el verano del 87 se constituyeron Comités del Partido Republicano en los pueblos.
El 1º de diciembre de 1889 habría elecciones municipales a las que se presentaría una coalición de partidos monárquicos que ganaron.
A principios de 1890 se constituyeron Comités Locales republicanos en los pueblos, incluido el de Puebla de la Calzada. El 9 de junio de ese año publicaba el Gobierno del liberal Sagasta la ley de sufragio universal masculino que potenciará el republicanismo.
En 1890 era alcalde de Puebla de la Calzada Pedro Casillas Aparicio, que lo fuera en 1870 durante la Gloriosa, y después Emeterio Fernández.
En 1891 sería concejal de nuevo Diego Ardila Cortés que fallecería en junio; en mayo de ese año se presentaría a las elecciones municipales en la provincia una coalición republicana. Era Juez de Paz en ese año Agustín Casillas Florez.
En junio de ese año nace el Partido Republicano Centralista, presidido por Nicolás Salmerón, al que se unen los comités locales de Puebla y Montijo.
En enero de 1893 se disolvieron las Cortes y se convocaban elecciones generales. En ese mes nacía Unión Republicana integrada por centralistas, progresistas y federales. En ese año también habria elecciones municipales.
En 1894 era alcalde de Puebla de la Calzada Juan Cabo Carmona.
En mayo de 1895 habría de nuevo elecciones municipales. Saldría elegido alcalde en Puebla el liberal Leopoldo Piñero Molina, labrador (obtendrían 9 concejales) contra el conservador Leopoldo Castillo Pozo (que sacarían 2).
En 1896 se reorganizarían los Comités Locales republicanos centralistas, dirigidos por José Salmerón, Rubén Landa, Isidoro Osorio, Luís Montalbán. El de Puebla de la Calzada lo integrarían las siguientes personas: presidente honorario Juan Ardila Romo, presidente ejecutivo J. José Gragera y Gragera, vocales José Moreno Molina y Marcelino Moreno Gallardo. El montijano Roque Méndez Carnerero era el secretario y el también montijano Juan Antonio Codes era su representante en la Junta Provincial (16).
El partido tenía como sede un “Centro Republicano” en la calle Nueva nº 30, en una casa propiedad de Francisco Parra Piñero, republicano. En esta calle también estaba la Casa Consistorial pues aún no se había construido el Ayuntamiento nuevo en la Plaza (se cuenta que el nuevo edificio se construyó en la entrada a la calle Badajoz para quitarle visibilidad al palacio del Marqués de la Vega). Al Centro asistían artesanos, comerciantes, funcionarios, labradores.
Allí se daban conferencias, se jugaba al billar y a los naipes, se celebraba el día 11 de Marzo la fiesta de conmemoración de la República y se hacían las reuniones del Partido.
También existía el “Casino Liberal” de ese partido pero desconocemos dónde estaría instalado.
José Moreno Molina era natural de Puebla, de profesión “ladrillero” pues tenía un horno de tejas y ladrillos en el Ejido de los Arenales que estaba situado en el Noroeste del pueblo lindando con el Ejido de Los Charcos de Montijo (17). Estaba casado. Vivía en la calle Nueva nº 73. Su hermano Ramón vivía en la calle Derecha.
Marcelino Moreno Gallardo era también fabricante de tejas y ladrillos.

En mayo de 1897 habría elecciones municipales; el 1 de julio se constituyó el nuevo Ayuntamiento de Puebla, los liberales obtendrían 10 concejales y los conservadores sólo 1. Seguiría como alcalde Leopoldo Piñero.
A finales de ese año sería asesinado Cánovas del Castillo, y en 1898 ocurrirá la guerra de Cuba y Filipinas. También habría motines contra la carestía del pan en la primavera, con acciones espontáneas de los trabajadores, a lo que se unió una tremenda sequía, una plaga de langostas y los impuestos para costear la guerra.
En mayo de 1899 hay elecciones municipales, el uno de julio se nombra alcalde de Puebla de la Calzada al liberal Sancho Conejo de Coca que también fue diputado provincial y a Cortes, 1º teniente a Pedro Bejarano Amigo y 2º teniente a Alonso Barco Barrena. La Unión Nacional Republicana no obtendría concejales.

Capítulo II
Se agudiza “la cuestión social” a finales de siglo. La izquierda obrera.

Todos los inviernos, desde 1895, había agudas crisis de subsistencia para las familias obreras al no existir trabajo en el campo ni subsidios de desempleo. Como vimos arriba, en la primavera de 1898 hubo acciones violentas contra la carestía del pan, por lo que en mayo declaró el Gobernador el Estado de Guerra en la provincia.
A comienzos de 1900 abrían en Badajoz un grupo de republicanos y anarquistas la Sociedad “La Germinal Obrera”. Este centro promovió en mayo de 1901 una huelga de obreros agrícolas, que se extendió a los pueblos cercanos, incluída Puebla de la Calzada, debiendo aceptar los patronos sus condiciones.
Como muestra de la grave situación en que vivían los jornaleros de Puebla diremos que había un largo listado de familias pobres incluídas en la Beneficencia Municipal; en el pleno del Ayuntamiento del 21 de julio de 1901 se dio cuenta de que había inscritas 200 familias pobres a las que se les compraría vacunas.
Los propietarios tomarian miedo tras las huelgas, por ello en el pleno del 1 de septiembre acordaron solicitar al Ministerio de Gobernación “un puesto de la Guardia Civíl de Infantería con cuya vigilancia han de estar infinitamente garantizados los intereses de la población…” al carecer el pueblo de un cuerpo de la Guardia Municipal; el Ayuntamiento se comprometía a suministrar gratis una casa-cuartel, asistencia médica y farmaceútica a los Guardias Civiles y comunicación telefónica con el Puesto de Montijo.
El dia 10 de marzo de 1901 hubo elecciones a diputados a las que se presentaría por el distrito de Mérida Sancho Amigo.
A comienzos del siglo XX los liberales se parecían mucho a los conservadores, habian asumido todas las corrupciones del sistema caciquíl de la Restauración a pesar de que su lema era “Moralidad, Sensatez, Lealtad y Circunspección”.
Como ejemplo de ello leemos una crónica del republicano de Montijo Jose´Barquero, publicada en el periódico “La Región Extremeña” del 9 de octubre de 1901, referiéndose a los incidentes que provocaban los cobradores municipales de las tasas sobre consumos:
“…Desde la estación del ferrocarríl a Puebla de la Calzada hay una carretera que toca en Montijo. Venia un dia del mes pasado desde el primer punto con dirección al segundo Bartolomé Guzmán conduciendo tres cubas de vino; deja la carretera, coje una colada por donde transitan todos los vecinos de los dos pueblos para ir a la estación y al contrario, y al tomar de nuevo la carretera se encuentra mi hombre con un celador liberal dispuesto a defender los intereses de la Administración, de malandrines y fallones matuteros imaginarios… Encárase con el conductor del prosaico peón y en ademán arrogante le pregunta:
-¿Qué lleva usted?
-Vino.
-¿Y dónde va?
-A la Puebla.
-Pues queda decomisado y ahora mismo se viene con la mercancía a la Administración.
El carruchero, que había sido vigilante ha poco tiempo y sabía se circulaba por allí, no hizo caso tamando la cosa a broma, pero bien pronto se persuadió de lo contrario cuando vió que el bravo celador sacó el sable, que luego resultó el de Bernardo, pues haciéndolo girar por el aire lo volvió a envainar sin cortar ni pinchar…
Al celador lo tuvieron de guarda jurado en sus fincas del término algunos terratenientes, y el Alcalde de aquella época lo destituyó, dando cuenta al juzgado del Partido porque en vez de poner denuncias a los que atropellaban la propiedad les cogía dinero quedándose con él. Después un platero le encargó de la venta de sus joyas y, al liquidar a los pocos dias, le falta dinero y alhajas que se encontraron en casa de una joven alegre; por esta causa hubo demanda y tiene intervenida la paga. Mas tarde le compra varias arrobas de aceite al popular y rico propietario de La Puebla D. Juan Luís Amigo y lo quedó a la luna de Valencia. También los del Casino Liberal le dieron talones para cobrar las mensualidades de los socios y con el recaudo puso pies en polvorosa…
No quiero seguir porque da nauseas; se llama el tal caballero Joaquín Cerros Corchero…”

El éxito obtenido en la huelga de mayo animó a los obreros a abrir Centros; en Montijo los republicanos y socialistas inauguraban la Sociedad “La Defensa” el 7 de octubre.

Apertura del Círculo Obrero en 1901.

Al poco tiempo, en el mismo año 1901, se fundaba en Puebla de la Calzada la Sociedad “La Unión Obrera” a iniciativa de los republicanos y obreros más concienciados; su sede la abrieron en una casa de la calle Nueva nº 28 (de entonces, hoy es el 24), colindante con el Centro Republicano.
Su reglamento estaba copiado del de la Sociedad “La Germinal Obrera” de Badajoz que sería la matríz de todas las que se fueron abriendo desde comienzos del siglo XX en los pueblos cercanos a la capital.
En el Registro de la Propiedad Nº 2 de Mérida constan los siguientes datos de la casa:
Hasta 1895 perteneció a José Calzadilla Gragera y en ese año fué comprada por su hermana Constanza, “de profesión la de su sexo” (?), registrándola a su nombre el 8 de julio de 1904.
Constanza Calzadilla “vendió dicha finca al Círculo de La Unión Obrera de dicha villa, representada por su presidente Antonio Hernández Zamora, casado, labrador, mayor de edad y de aquella vecindad, en virtud de las facultades conferidas según acta de la sesión celebrada por dicha Sociedad el quince del actual (agosto), transmitiéndose por el precio de dos mil seiscientas veinticinco pesetas que fueron pagadas con anterioridad al acto del otorgamiento de la escritura.
El Círculo de La Unión Obrera de Puebla de la Calzada inscribe su título de dominio adquirido por compraventa. Todo lo referido consta en la escritura otorgada en la villa de Puebla de la Calzada, el dieciséis del actual, ante el notario de la misma Don Luciano Touriño Garcia…”
Se procedió al registro el día 29 de agosto de 1904, el mismo año en que la Sociedad “La Defensa” de Montijo compraba una casa en la calle Mérida. Pagarían por derechos reales 105 pesetas.
La casa constaba de “tres naves de un solo piso, corral con pozo y en las traseras una nave destinada a cuadra y pajar con puerta falsa; ocupa una superficie de diez metros cuarenta centímetros de fachada por treinta y ocho metros cincuenta centímetros de fondo, que en total hacen cuatrocientos metros y cuatrocientos milímetros cuadrados… Su valor se dice ser el de mil novecientas setenta y cuatro pesetas cincuenta céntimos…”
Eran los principales dirigentes del Círculo Obrero, además de Antonio Hernández: Luís Pérez (guarda rural, vivía en la calle Badajoz y era el máximo dirigente del Centro), Julian Caballero, José Díaz, Ciriaco Garcia, … (18).
Luís Pérez Corzo .- Nació en el año 1859 en el seno de una familia de jornaleros poblanchinos, fué hermano de leche del hacendado Antonio Maza que siempre le llamó “mi hermano Luís”; como tartamudeaba le llamaban “Luisito el tartamudo” y cuando tenía sólo ocho años falleció su padre teniéndose que dedicar a cuidar una piara de cabras. Como era muy inteligente e inquieto aprendió a leer y escribir de forma autodidacta mientras vigilaba a las cabras.
Cuando tenía catorce años vivió la I República que le quedó muy impresionado y le influyó para toda su vida. Era de carácter serio, trabajador y muy desprendido hacia los demás. Después sería obrero agrícola y manijero de una finca, y empezó a luchar dentro de las filas republicanas por su clase llegando a ser muy querido y respetado por los trabajadores.
Era amigo de los dirigentes provinciales republicanos como Rubén Landa o Luís Montalban y asistía como delegado a los Congresos de Badajoz; también era muy amigo de los Ardila de Puebla y del sacerdote D. José Huertas.
Luís se casaría y llegaría a tener doce hijos aunque algunos fallecieron cuando niños.
Fué uno de los fundadores principales de la Sociedad “La Unión Obrera” en 1901 y terminó en las filas socialistas al separarse los obreros de los republicanos. Gran orador, cuando hablaba a los trabajadores se le quitaba su tartamudez, nunca insultaba ni faltaba a los adversarios por lo que era respetado entre ellos; los trabajadores de Puebla lo seguían como su gran líder.
En su madurez regentaría una taberna de vinos y era perseguido por la oligarquía local por su influencia sobre los trabajadores y su militancia activa; en su vejez caería imposibilitado por una parálisis. Falleció el 19 de marzo de 1932 a los setenta y tres años de edad, al comienzo de la II República, y su entierro fue civil por voluntad propia.
En noviembre de 1901 hubo elecciones municipales a la que se presentarían candidaturas de alianza republicano-obreras. En Puebla de la Calzada nombrarían alcalde de nuevo en el pleno del 1 de enero de 1902 a Sancho Conejo de Coca, procedente de familia burguesa pero, como era un joven radical, pretendía tomar medidas avanzadas pero la familia le presionó para que no lo hiciese. El 1º teniente de alcalde fue Pedro Bejarano Amigo y el 2º Juan Alvarez Barroso.

En un periódico de Badajoz apareció la siguiente noticia recogida por Manuel Rodríguez Pérez: «Enero de 1902. HORRENDO ATROPELLO EN PUEBLA.– En Puebla de la Calzada se ha cometido uno de los mas brutales atropellos que pueda imaginarse. Cinco o seis hombres, fingiendo ser autoridades locales se dirigieron de noche a un edificio ruinoso que hay en las afueras del pueblo, llamado las Tenerías, donde se albergaba un matrimonio pordiosero que iba de paso. A presencia de estos dos infelices, alguno de aquellos cafres les exigieron lasa células de vecindad, amenazándolos con llevarlos a la cárcel, mientras los otros requebraban de amores a la pobre mujer de unos cuarenta años de edad. Marcháronse los individuos y se quedó el matrimonio en su refugio comentando que en un pueblo con tan buen aspecto, hubiera autoridades tan soeces, y al poco después se presentó la salvaje partida decidida a cometer el atropello que se habían propuesto.

En presencia del marido, a quien sujetaron, y a la infeliz mujer, que opuso la resistencia que es natural, uno a uno fueron abusando de ella del modo mas grosero y brutal. Consumado el crimen, robaron al marido las únicas cinco pesetas que tenia, y se fueron a casa.

El matrimonio atropellado fue poco después a poner el hecho en conocimiento de la Guardia Civil, y con las señas que dieron de los individuos, la benemérita se apoderó de todos ellos, y convictos y confesos los entregó al Juzgado quien dispuso su ingreso en la cárcel de Mérida.»  

  En abril de 1902 tenía lugar el primer Congreso de Obreros Agrícolas de la provincia en Torre de Miguel Sesmero; entre las veintiuna sociedades que estuvieron presentes se encontraba la de Puebla de la Calzada. En ese año era Ministro de Trabajo Segismundo Moret quien encargaría de hacer un estudio sobre la situación de la clase obrera a la Comisión de Reformas Sociales.
El 1º de Mayo de 1902 se organizó por primera vez la manifestación obrera en Puebla de la Calzada. La intención de los dirigentes de la Sociedad era hacerla en el campo conjuntamente con sus compañeros de Montijo pero las autoridades de ambos pueblos no lo autorizaron. A mediados de ese mes habría huelga de jornaleros, mozos de labor y ganaderos, en Puebla y Montijo; los salarios estaban entonces en 1’50 pts. al dia y los segadores pedían 3 pts. y no a los destajos. Se llegó a un acuerdo con la intermediación del Teniente Coronel de la Guardia Civíl Ricardo Morgado, enviado por el Gobernador.
A principios de mayo de 1903 orientaría Pablo Iglesias, presidente del Partido Socialista Obrero Español, a los afiliados a los centros obreros que no votasen en las elecciones a los republicanos (lo que venían haciendo desde finales del XIX) sino a los socialistas.
El 1º de Mayo de ese año lo realizaron de manera conjunta los Centros Obreros de Puebla, Montijo, Torremayor, Lobón y La Garrovilla. Tras realizar una manifestación por las calles del pueblo se dirigieron por la calzada romana hacia el cruce del camino viejo de Barbaño donde esperaron a los compañeros de Montijo, Torremayor y Garrobilla.
Decía Juan Antonio Codes: “…Se dirigieron a la inmediata villa de La Puebla, donde aguardaban perfectamente formados sus valientes socios, en la calzada romana… A su frente se veía a Julián Caballero, Pepe Díaz y Ciriaco Garcia… descollando la varoníl figura del esforzado Luís Pérez. Los del Montijo formaron con doble fila, espaciosa calle, a través de la cual pasaron los de la Puebla precedidos de la música… prorrumpieron en entusiasta aclamación y ¡Vivas a la República! al socialismo, a la unión de los trabajadores y a la redención del proletariado universal…” (19).
Vemos cómo las ideas socialistas ya estaban prendiendo entre los trabajadores. En Barbaño hablarían, entre otros dirigentes, Julian Caballero y Luís Pérez. En 1904 volverían a repetir la fiesta de forma conjunta los cinco pueblos.
El 8 de noviembre de 1903 habría elecciones municipales a las que fueron unidos los republicanos y socialistas.
En el Ayuntamiento de Puebla en 1904 entrará de alcalde el conservador Leopoldo Castillo Pozo, de 1º teniente Agustín Casillas Flores y 2º Juan Alvarez Barroso. En 1906 entrará por mayoría absoluta Andrés Bejarano Coca (con el voto de 10 concejales liberal-republicanos), 1º teniente Leopoldo Castillo (que estaba sólo en la Corporación) y 2º teniente Fernando Ardila Montes, agricultor que vivía en la calle Nueva nº 32 (20).
En el pleno del 7 de enero del 1906 se dió cuenta de la concesión por el Gobierno del Puesto de la Guardia Civíl.
En mayo de 1909 volvería a presentarse a las elecciones municipales una coalición liberal-republicana; el 1 de julio entrará como alcalde Fabian Lozano Reyes, del Partido Conservador, y seguirá como concejal Fernando Ardila. Perdería las elecciones el liberal Sancho Amigo.
También se presentó a las elecciones generales una coalición republicano-socialista; el candidato por la provincia de Badajoz fué el republicano Fernando Lozano Montes aunque el líder del partido era Rubén Landa.

Desarrollo e impulso del movimiento obrero en los años diez.

En 1910 vendría a Extremadura Pablo Iglesias para extender y organizar la U.G.T. y el Partido. A partir de esta visita, las Sociedades Obreras -incluída “La Unión Obrera”- pasarían a ser Secciones de la U.G.T. por acuerdos de sus asambleas generales y los Centros Obreros se empezarán a denominar Casas del Pueblo con un carácter más político y socialista.

                                        Foto de Pablo Iglesias en un mitin en 1910.

En el 1º de Mayo de 1911 hablaría en el Centro Obrero de Montijo Luís Pérez por expresa invitación de la Junta Directiva. Alabó la labor que estaba desempeñando en el Congreso de los Diputados Pablo Iglesias, “También Luís Pérez peroró sobre la buena y mala prensa, haciendo ver con razones de peso, lo que es una y la otra. Esto es, que la primera, sin necesidad de abuela, sola se alaba, constituye la verdadera maldad; pues dicha prensa sólo se ocupa de la difamación de los que ellos llaman malos herejes y otras lindezas. Y que la que ellos, los malos, llaman mala prensa, es la que da y difunde el progreso, adelantos y civilización para la humanidad, siendo su norma principal el amor al prójimo…” (21).
En 1912 será alcalde José Piñero Romero (liberal, dueño de una fábrica de vinos en la calle Santo Toribio) y es concejal Mariano Gragera y Gragera. Éste vivía en la calle Carrera nº 23, era hijo de Juan José Gragera, era agricultor y propietario, con una base impositiva de 236 pts. (22). Su hijo Juan José Gragera vivía en la calle Encuentro nº 2 y 4, estaba casado con Catalina Gragera y Gragera y tenian una hija, falleció el 19 de febrero de 1941. (47)
El 30 de septiembre de 1913 visitó Montijo Pablo Iglesias. Al mítin celebrado en el Teatro Calderón asistieron muchos socios del Centro Obrero de Puebla de la Calzada que quedarían fuertemente impresionados por las palabras de su dirigente.
En 1914 sucede la I Guerra Mundial, España se declarará neutral y los precios de los productos subirán muchísimo creando una crisis de subsistencia, lo que producirá manifestaciones populares a principios de 1915 y se sucederán en 1916.
En 1916 era alcalde en Puebla Eduardo Maza de Coca (hijo de Pedro Maza Coca y de Matilde Coca Amigo, propietarios), 1º teniente su hermano Pedro Maza de Coca (nació el 12 de diciembre de 1883 y murió el 17 de enero de 1941, vivía en la calle Badajoz nº 17, era propietario, estaba casado con Justa Bejarano de Coca con la que tuvo cuatro hijos) y 2º teniente Antonio Piñero Gragera.
En ese año se formó en España una coalición republicano-socialista para acabar con la Monarquía y hacer las reformas sociales necesarias en el país.
En agosto de 1917 declararán la UGT y la CNT una huelga general en España. El Gobernador Militar de Badajoz declararía el Estado de Guerra mandando encarcelar a los cabecillas de cada pueblo. En Puebla de la Calzada serían enviados a la cárcel de Badajoz los doce miembros de la Ejecutiva del Centro Obrero-UGT: Luís Pérez, Francisco Pérez, Manuel Dorado, Francisco Mendoza, Saturnino Barrena, Alonso Martín, Juan Barríl, Antonio Rodriguez, Feliciano Curado, Alfonso Gallego, Pedro Fernández y Francisco Gragera.



Los dirigentes obreros que fueron detenidos en 1917 fotografiados por Fernando Garrorena, de Badajoz. Vemos arriba, de izquierda a derecha, a Francisco Pérez, Luís Pérez y Manuel Dorado. En la fila del medio a Francisco Mendoza, Saturnino Barrena, Alonso Martín y Juan Barríl. Sentados: Antonio Rodriguez, Feliciano Curado, Alfonso Gallego, Pedro Fernández y Francisco Gragera. (cedida por Isabel Martín Pérez).

Se los llevarían a los doce esposados formando una cuerda de presos, con sus mantas al hombro, andando a Badajoz por el baden de Talavera y vigilados por Guardias Civiles a caballo. Al pasar por Talavera la Real, un vecino que los conocía preguntó: “¿porqué os lleváis a estos hombres si son buena gente?”.
En la cárcel de Badajoz los trataban bien pues había una distinción hacia los presos políticos; el poblanchino Manuel Barrena, que vivía en la capital, les mandaba todos los dias cafés y puros; contrataron al famoso fotógrafo Fernando Garrorena para que les hiciese una foto allí que inmortalizase el momento. El Centro Obrero de Puebla recogió fondos para socorrer a sus familias durante el tiempo que estuviesen en la cárcel…
A los veintiún dias les dieron libertad, el recibimiento en el pueblo fue apoteósico: una gran multitúd con sus banderas y estandartes, acompañando a sus familiares, saldría a recibirlos yendo a la Casa del Pueblo donde tuvo lugar un acto de bienvenida.
En octubre del 17 sucedió la revolución rusa, lo que produjo en España y Extremadura un aumento considerable de la U.G.T. y del PSOE.
En el año 1918 se estructurarían las Agrupaciones Socialistas en los pueblos extremeños, incluída la de Puebla de la Calzada. Dice José Camacho Caballo que en 1915-1917 contaba ya Puebla con núcleo socialista y en 1918 “comienzan a organizarse las agrupaciones de Puebla de la Calzada, …” (23).

                                   Emblema PSOE. Foto de todocoleccion.net

En este año se presentarían a las elecciones coaligados los republicanos y los socialistas. Gracias a ello obtendrían un gran avance las izquierdas en los pueblos.
En el llamado “trienio bolchevique” -1919-1921- sucederán muchas huelgas y manifestaciones en el campo. Manuel Rodríguez Pérez recoge una noticia aparecida en un periódico de Badajoz:

«29  de mayo de 1919.– «La huelga en Montijo continua en el mismo estado, la huelga que sostienen los obreros agricolas de Montijo y de Puebla de la Calzada, persistiendo aquellos en su actitud de intransigencia, por lo que no es posible llegar a una solucion.
Se cree que el incendio de tres senaras que se hallan establecidas entre ambos pueblos, es una consecuencia del conflicto planteado, por lo que las autoridades han ordenado la clausura de los centros obreros de Montijo y Puebla de la Calzada.
El capitan de la guardias civil de servicio en Montijo, envió ayer un telegrama al Gobernador, participandole que ha empezado a hacer gestiones para llegar a una solución para nuevas bases que es probable que sean acertadas por los patrones y obreros.»

En 1920 no había ningún concejal socialista en Puebla (sí había uno en Montijo).                                           En 1921 nacerá en España el Partido Comunista por un desgajamiento del PSOE.

La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).

Tras la derrota del Ejército español en Marruecos, en el verano de 1923, el pueblo y el Congreso pedían que fuesen juzgados los ministros y militares responsables del desastre. Para parar estas exigencias así como al movimiento obrero radical (anarquistas y comunistas), el capitán general de Cataluña Primo de Rivera daría un Golpe de Estado con la bendición de Alfonso XIII.
La táctica del PSOE y de la UGT fué la de salvar la legalidad de sus organizaciones a costa de no ofrecer resistencia a la Dictadura, haciendo un pacto de facto.
El partido oficial en aquellos años será la Unión Patriótica donde se fusionarán los Liberales y los Conservadores; a la U.P. pertenecerán los gobernantes en los ayuntamientos (Gestoras Municipales) desde 1923 a 1930.
El presidente de la Gestora nombrado por la autoridad militar sería Fabian Lozano Reyes que ya fué alcalde del Partido Conservador años antes. Como vocales nombrarán a Diego Gragera Amigo, Teodomiro Dominguez Molano, etc.
A finales de 1924 tenía Puebla 4.331 habitantes de hecho, 1.999 hombres y 2.332 mujeres.
Pero, según la Constitución Corporativa aprobada por la Dictadura, se permitía que hubiese algunos concejales llamados “corporativos” nombrados por las sociedades existentes en la localidad.
Así, en diciembre de 1924 estaba como concejal Lorenzo Ardila Garcia, hijo de Juan Ardila Romo, había nacido en 1879 y estaba casado con una miembro de “los Lopos” propietarios de la finca La Barbera, era un buen agricultor, republicano como su padre y vivía en la casa heredada de él en la calle Badajoz nº 58 y 60, con una base imponible de 260 pts.; tenía tres hijos. Lorenzo era un hombre elegante, usaba bastón y bigote, era una persona recta a quien gustaban las cosas bien hechas, practicaba la fraternidad entre los que más lo necesitaban (24).
También veremos en esos años a algún dirigente del Centro Obrero en las Gestoras Municipales como concejal corporativo. La Casa del Pueblo enviaba de vez en cuando escritos pidiendo se resolviesen los principales problemas del pueblo; se conserva un escrito de la Directiva de la Sociedad Obrera “La Defensora del Derecho” (desconocemos este cambio de nombre y cuándo se produjo), de 11 de diciembre de 1930, firmado por el secretario Manuel Lavadiño, donde se da cuenta que la junta general presidida por Pedro Dorado Fuella aprobó el dia 8 protestar al Alcalde por los vertidos contaminantes producidos por los molinos de aceite y las fábricas de alcoholes que salían a las calles formando “extensas y pestilentes lagunas que embadurnan el ambiente, siendo causas de muchas enfermedades y de muertes” (25).

Escrito de la Sociedad Obrera “La defensora del Derecho” dirigido al Alcalde en 1930. (del Archivo Histórico Municipal).

En el año 1929 ocurrirá la gran depresión económica que llevará, a principios de 1930, a la caída de Primo de Rivera ante la imposibilidad de solucionar los principales problemas del país. Le seguirá la “dictablanda” del general Berenguer que trató de volver al sistema de la Restauración, pero ésta tampoco supo resolver los graves asuntos pendientes viéndose obligado el rey Alfonso XIII a convocar elecciones municipales para el domingo 12 de abríl de 1931 que se convertirán en un plebiscito sobre la Monarquía.
Los partidos republicanos y el socialista, unidos en el Pacto de San Sebastián en 1930, acordaron ir coaligados venciendo en muchas ciudades y pueblos de España.
Por ese año empezaría la Junta Directiva de la Casa del Pueblo la construcción de un Teatro en el corral de dicho edificio, cuya superficie era de 10 mts. de frente por 20 de fondo y capacidad para unos doscientos asientos, sería costeado mediante cuotas especiales de los socios y peonadas personales. El constructor fué Rogelio Montes, presidente de la Sociedad de Obreros Albañiles de la Casa. No pudo terminarse la obra por la incautación del edificio en 1936 por el nuevo Gobierno franquista (lo estudiaremos más adelante).


El teatro de la Casa del Pueblo antes de ser derribado en el año 2003 y perdido irremediablemente como lugar de la memoria histórica.

               Otra vista del teatro de la Casa del Pueblo antes de ser derribado.

En Puebla de la Calzada era alcalde berenguerista a principios de 1931 Cristobal Maza. Mediante un Bando prohibirá que el dia de las elecciones (el 12 de abríl) se despachen bebidas alcohólicas en los bares, desde las 7 de la mañana hasta las 5 de la tarde (26).
Saldrían elegidos concejales por la Conjunción Republicano-socialista: Alonso Martín Gallardo (1892-1974, socialista, cuando era niño vivió tres años en Salamanca con unos tios suyos, de mayor era obrero agrícola y manijero del propietario José Piñero, hacía sentones, soplillos y similares con tabúas, se casó con Felisa Pérez Calle hija del dirigente de la Casa del Pueblo Luís Pérez Corzo, era inteligente, honrado y autodidacta, muy aficionado a la lectura lo que le dió amplios conocimientos, hombre serio y formal, moderado, tenía una gran imaginación para relatar y crear cuentos infantiles, escribía muy bien. Posteriormente llevaría el ambigú del Casino “El Ejemplo” durante muchos años y vivía en la calle León XIII cuando el levantamiento militar de 1936, murió a la edad de ochenta y dos años), Manuel Lavadiño García (socialista, nació el dia 21 de enero de 1890 en Puebla, era hijo de Pedro Lavadiño Fernández y Juana García Gutierrez, vivía en la calle Moreno Nieto nº 21, estaba casado con Faustina Navas Zamora con quien tuvo tres hijos, vendía periódicos -”El Heraldo de Madrid”, “El Liberal”, “La Vanguardia”, “El Socialista”, “Mundo Obrero”-, revistas, novelas y pan a domicilio) , Manuel Curado (socialista), Benigno Calero Garcia (socialista, nació en Almendralejo en 1902, era hijo de Juan y Dolores, tenía un bar y fabricaba gaseosas en la calle Encuentro nº 12, estaba casado con Eusebia Gonzalez Moreno con la que tuvo cuatro hijos -Atanasia, Juan, Alfonso y Maria Dolores), Francisco Parra Piñero (socialista, nació en Puebla en 1890, era hijo de José Parra y Maria Antonia Piñero, vivía en la calle Derecha nº 21, era jornalero, estaba casado con Manuela Soltero Hernández con la que tuvo tres hijos), José Gragera Gragera-Rico (socialista), Melitón Garay (socialista, oficial albañíl), Laureano Cupido (socialista, carpintero, vivía al final de la calle Puente), Miguel Barrena (socialista), Lorenzo Ardila Garcia (que encabezó la lista por Alianza Republicana), Mariano Gragera Gragera (mayor, republicano), Cándido Durán Calamonte (republicano, maestro albañíl, vivía en la calle Encuentro nº 12) y Maximino Gragera Gragera (republicano, hijo de Mariano Gragera, tenía un comercio de tejidos y coloniales en la calle Encuentro nº 2, después de la guerra civíl fué concejal y alcalde franquista en los años cuarenta).
La derecha monárquica no obtuvo ningún concejal.

La II República (1931-1936).

El 14 de abríl de 1931 nacía la II República, una gran manifestación de júbilo partió del Centro Obrero y recorrió las calles -igual que en todas las ciudades y pueblos del país-; entre los manifestantes iba, montado en una yegua y portando una bandera republicana, el montijano Francisco Aunión (guarda “jabalero” que se encargaba de vigilar las plantaciones de habas en la carretera de Montijo) y sería designado primer alcalde provisional republicano hasta que se constituyó legalmente la Corporación elegida el dia 12, puesto que había dimitido la gestora municipal monárquica. Colocarían la bandera tricolor en el balcón del Ayuntamiento y constituirían una corporación interina.
El viernes 31 de abríl, a las 12 del mediodia, se reunía el pleno extraordinario para constituir el Ayuntamiento democrático. En él salió elegido alcalde Alonso Martín Gallardo, 1º teniente Manuel Lavadiño García (que era el secretario del Centro Obrero como vimos arriba), 2º teniente Manuel Curado, Síndico Benigno Calero, Síndico suplente Francisco Parra, y el resto de concejales sin cargos. Por lo que se vé no se llegó a un acuerdo con los republicanos para repartirse los principales puestos de la Corporación a pesar de haberse presentado en coalición republicano-socialista (en Montijo también hubo problemas al pretender los republicanos ocupar la alcaldía a pesar de ser mucho más minoritarios que los de la Casa del Pueblo).
Benigno Calero empezaría su andadura como Síndico decomisando a un panadero 30 panes faltos de peso.
El dia 6 de mayo nombrarían Juez de Paz a Camilo Coria, suplente a Manuel Romo, fiscal a Alonso Herrera y suplente a Pedro Naranjo (27).
El 1º de Mayo de 1931, sábado, sería muy concurrido por los trabajadores de Puebla al haber conseguido el poder municipal. El Ayuntamiento ordenó se cerrasen los bares y los comercios de ultramarinos a las diez de la mañana.
El Centro Obrero o Casa del Pueblo tomaría un gran auge estando afiliados a él la gran mayoría de trabajadores de la localidad. Aquél que no fuese socio se le consideraba esquirol y no podía trabajar en los campos o empresas del pueblo. La casa tenía dos plantas, en la de abajo estaban los despachos de las Sociedades, siendo las más fuertes la de Obreros Agrícolas (FNTT), la de Ganaderos y la de Albañíles; también estaban la de Obreros Carpinteros, Herreros, Oficios Varios, etc. Cada Sociedad tenía una Directiva y la dirección de la Casa del Pueblo la formaba una Junta Directiva de la Federación Local de Sociedades Obreras-UGT.
En los doblados de la casa estaba el Salón de Actos donde se celebraban las Asambleas Generales, funciones y mítines; para sentarse los asistentes había unos bancos de madera. También tenian una radio para escuchar los partes informativos y música, pues entonces era un aparato inusual en las casas de los trabajadores.
En el corral, con salida a la Calleja del Marqués, se seguía construyendo el Teatro. Aunque no tenía aún techo, cuando el tiempo era caluroso se celebraban allí los mítines, conferencias y funciones teatrales. Como no tenían organizado un Cuadro Artístico, de vez en cuando contrataban a alguna compañía que representaba obras teatrales.
Los socios pagaban de cuota mensual por entonces 20 ctms. A los socios enfermos se les ayudaba con 2 pts. al mes porque los recursos disponibles eran escasos (como veremos después antes de la toma del pueblo por los militares sublevados habia en caja 500 pts.)
En la casa vivía un matrimonio, el marido –Pedro Parejo Lechón– era el conserje y encargado del mantenimiento y la esposa –Maria Gómez Rico– de la limpieza. Pedro nació el 14 de mayo de 1896, era hijo de Cipriano y Josefa, de profesión jornalero, era el corresponsal del periódico de la F.N.T.T. “El Obrero de la Tierra”. Maria había nacido en 1895, tenían cinco hijos (Alonso, Cipriana, uno minusválido,…). (28)
Pronto empezarían las huelgas reivindicativas en la provincia, por ello el Gobernador Militar declaró el Estado de Guerra el 17 de mayo de 1931 prohibiendo las alteraciones del orden y la propaganda.
El 21 de junio hubo un conflicto en Puebla de los obreros peluqueros con sus patronos por el aumento de los sueldos; se llegaría a un acuerdo.
El dia 12 de agosto prohibía el alcalde Alonso Martín las operaciones de compra-venta de trigo que no fuesen intervenidas por la Comisión Municipal de Policía Rural para evitar la especulación de precios, y el dia 18 revisaban el Padrón de Beneficencia de los pobres de solemnidad (que eran bastantes por entonces). La compañía que suministraba de energía eléctrica al pueblo era entonces “J. Madroñero y Cia.” que tenía su fábrica en el rio junto a Lobón.
Ante el aumento de alteraciones del orden establecido, la Presidencia del Gobierno comunicaba al ayuntamiento el 20 de noviembre de 1931 la caducidad de todas las licencias de uso de armas de fuego. Daba un plazo de cinco dias para que los propietarios las entregasen a la Guardia Civíl. Por esas fechas estuvo en Puebla el cantaor de flamenco Pepe Marchena cantando en un local, pero no pudo hacerlo “por los desmanes de ciertos indivíduos” según decía el Alcalde. “Estoy dispuesto a no tolerar tantos abusos y libertinaje como se están realizando…” proseguía (29).
Los propios compañeros del partido socialista le gastarían una faena muy gorda a Alonso Martín -según su versión- en el Casino “El Ejemplo”. El secretario de este círculo … Augusto les diría: “¿cómo habéis hecho eso con este hombre que es tan formal?”. Este suceso fué la gota que colmó el vaso y Alonso comunicó su deseo de abandonar la alcaldía.
A partir de entonces se apartaría de toda actividad política y partidista lo que le salvaría la vida en agosto de 1936 tras la entrada de los franquistas en el pueblo.
Estos hechos crearían un conflicto interno en el grupo obrero-socialista entre el alcalde y los dos tenientes de alcalde y el resto de concejales. Era la pugna existente a nivel nacional entre el ala moderada encabezada por Indalecio Prieto, Julian Besteiro, etc. (PSOE) y el ala radical encabezada por Largo Caballero (UGT).
En diciembre de 1931 hubo elecciones parciales para nombrar cinco concejales, saliendo elegidos Pedro Dorado (agricultor) y Angel Rubio (ladrillero), socialistas, Angel Piñero, Eduardo Maza y Francisco Castillo Amigo hijo del que fuera alcalde conservador Leopoldo Castillo, del Partido Agrario (derecha monárquica). El 27 de diciembre se reunía la nueva Corporación; el periódico “La Libertad” del 2 de enero de 1932 daba la crónica: “Siendo las ocho de la noche se reunió el Pleno del Ayuntamiento para dar posesión a los cinco concejales.
Acto seguido el alcalde y los dos tenientes de alcalde hacen dimisión de sus cargos, poniéndolos a disposición de la Corporación, y se hace nueva votación para dichos cargos, saliendo nombrados por votos los siguientes:
Socialista, alcalde presidente, don Benigno Calero.
Socialista, primer teniente de alcalde, don Melitón Garay.
Socialista, segundo teniente de alcalde, don Angel Rubio.
Concejales socialistas: don Alonso Martín, don Manuel Lavadiño, don Manuel Curado, don Francisco Parra, don Miguel Barrena, don Laureano Cupido y don Pedro Dorado.
Concejales agrarios: don Francisco Castillo, don Angel Piñero y don Eduardo Maza.
Y no habiendo más asuntos que tratar, se levantó la sesión a las diez de la noche”.
Benigno Calero Garcia estará en el cargo de alcalde hasta la toma del pueblo, el 13 de agosto del 36, por las tropas sublevadas contra la República. Cobraba por ocupar la alcaldía 1.351’97 pts. al año, 112’66 al mes, en 1936 (30). Según los que lo conocieron era una buena persona, inteligente y trataba muy bien a los vecinos por lo que era muy popular; en resumen, fué un buen alcalde.

Benigno Calero Garcia, alcalde de Puebla de la Calzada desde finales de 1931 a agosto de 1936. (cedida por Benigno Gil Calero).


Anuncio de Benigno Calero publicado en la revista montijana “MOYSA”, nº 1, en septiembre de 1934.

El 1 de enero de 1932 elegía la Agrupación Socialista de Puebla su junta directiva: presidente Cándido Pilo (obrero agrícola, aperador), vicepresidente Santiago Agudo, secretario Melitón Garay (el único que era concejal), vicesecretario José Pizarro, vocal 1º Emiliano Ardila (tenía una sombrerería junto al Ayuntamiento y después una taberna, vivía en la calle Albaicín nº 2, falleció el 30 de octubre de 1942) y vocal 2º Reyes Piñero (obrero agrícola) (A.M.P.C. Carpetas de documentos).
El presidente de la Casa del Pueblo era Miguel Fernández García (carbonero, socialista), un dirigente de ella era Modesto Tiburcio Garcia (conocido como Modesto Guapo, comunista).
Otros destacados socialistas eran Teodoro y José Gracia (obreros agrícolas y arrendatarios de tierras), Luís Viera (natural de Mérida, alpargatero-sombrerero tenía el comercio en la calle Encuentro, soltero) Toribio Amigo (carpintero), Pedro Dorado Cuellar (obrero agrícola), Manuel Gallego (obrero agrícola), etc.
Pedro Barrena Gragera era republicano, yuntero y aperador, Lucas Alvarez Paz era un comerciante republicano.
Organizaron además las Juventudes Socialistas de Puebla, se pagaba una cuota mensual de 5 pts. Francisco Alvarez Murillo era su secretario (tenia algo más de veinte años y era muy inteligente, su novia era empleada de la casa de Francisco Castillo), Toribio Fernández García era uno de sus dirigentes.
En esos años se organizó también en Puebla el Partido Comunista ya que en Montijo existía un “Radio” (agrupación comarcal) dirigido por los maestros Iluminado Núñez y Antonio Delgado. Al partido se afiliarían jóvenes obreros radicales que leían el periódico “Mundo Obrero” que compraban a Manuel Lavadiño.

                        Carnet del PCE de aquellos años de la República.

Cada año, cuando se negociaban los salarios a pagar por los agricultores en las tres “corrientes” había conflictos. Estos períodos de trabajo eran: la 1ª de la sementera que iba desde la feria de Montijo a la Concepción, la 2ª del barbecho que iba desde la Concepción a San Isidro, y la 3ª de la recolección desde el 15 de mayo a la feria de Montijo.
En el invierno de 1932 hubo mucha hambre en las familias jornaleras de Puebla, por lo que habría manifestaciones pidiendo el reparto de los parados por las fincas. La Comisión encargada de ello adjudicaba los trabajadores a los propietarios, pero estos se negaban a coger a aquellos que tenían ideas radicales o eran muy reivindicativos. El 15 de febrero prohibió el Gobernador Civíl las manifestaciones y algaradas callejeras.
Las familias obreras, como no tenían ingresos para subsistir, tenían máquinas para moler el trigo y se hacían ellas mismas el pan.


Escrito de la Agrupación Socialista dirigido al Alcalde en 1932. (A.H.M.).

El Puesto de la Guardia Civíl de Puebla de la Calzada dependía del 11º Tercio, Comandancia de Badajoz, y era comandante de puesto por entonces Francisco Mestre Oliver. Se encontraba en una casa arrendada a Pedro Maza de Coca.
Los miembros del Partido Republicano Radical, de centro derecha, eran Lorenzo Ardila, Federico Cabo, Juan Soto Botoneros, Antonio Ardila, etc. Algunos de ellos, tras la toma del pueblo por los golpistas de Yagüe el 13 de agosto de 1936 se pasaron a la Falange.
En mayo de 1932 habría una huelga general en el campo extremeño; el dia 5 tendría que enviar el Gobernador Civíl a un delegado a Puebla de la Calzada -José Isidro Díaz- para resolver “los conflictos sociales existentes en esa localidad” (31). El alcalde Benigno Calero firmaba las fechas en que podian comenzar los trabajos de la siega: en las tierras del 1º grupo del 15 al 20 de mayo, y en las del 2º grupo del 1 al 15 de junio.
Los agricultores tenían en Puebla tres organizaciones: el “Sindicato de Labradores La Espiga” (afín al Partido Republicano Radical de Lerroux) cuyo presidente era Mariano Gragera Gragera y el secretario Diego Calero Moreno, Miguel Casillas (que después se convertiría en un destacado falangista), etc., el “Sindicato Agrícola de Puebla de la Calzada” dirigido por Sancho Conejo Casillas (abogado), Alfonso Gragera y Juan Antonio Gragera, y el “Sindicato Agrícola Católico de Puebla de la Calzada” que tenía una Cooperativa Católico-Agraria de ultramarinos en la calle Rosario nº 1 (afín a Acción Popular y Agraria).
A finales de julio de 1932 protestaban los obreros agrícolas, encabezados por su líder Antonio Coronado, porque los patronos no les abonaban los jornales fijados por el Convenio Provincial. Reclamaron por ello al Tribunal Industrial en agosto. El 8 de septiembre anunció el Gobernador Civíl que mandaría un delegado para resolver la aguda crisís de trabajo existente (32).
Ante el hambre existente en Puebla en ese otoño las masas asaltaron los carros del pan en el mes de octubre. El dia 4 habian hecho lo mismo en Montijo habiendo sido detenidos treinta y cinco trabajadores.
Las mujeres organizaron su Sociedad Obrera Femenina dentro del Centro para luchar por mejorar sus condiciones laborales y la igualación de derechos con el hombre. Era la presidenta Manuela Asensio Piñero, ama de casa, nacida en 1911, que estaba casada con Ramón Mora Blanco con el que tuvo una hija y un hijo.
Las Juventudes Socialistas crearon unos Coros de cantos para ofrecer funciones musicales en el salón de la Casa del Pueblo, donde interpretaban canciones reivindicativas sobre la liberación de los trabajadores y las mujeres y la lucha por una nueva sociedad. Dichos coros estaban integrados sólo por chicas y su presidenta era Catalina Vicente, que vivía en la misma acera del Centro Obrero.
En el tiempo que dirigió la Corporación Benigno Calero se hicieron muchas obras de modernización del pueblo: se lució y blanqueó la fachada del Ayuntamiento que estaba en bruto, donde se colocó el reloj y la campana en los altos del Ayuntamiento se haría un gran salón de sesiones cuyos paredes fueron pintadas al fresco por Salvador …. (pintor que vivía en la calle Badajoz), representando en óvalos a los dirigentes Pablo Iglesias, Alejandro Lerroux, Martinez Barrio, Fernando de los Rios, Indalecio Prieto, etc. Se construyó el Paseo “1º de Mayo” en la Plaza de la República en cuyo centro se instaló una fuente con una estatua de cobre, se empedraron varias calles como la de El Puente, se dió mucho trabajo a los parados y paradas en obras y limpieza, etc.
Se cubrieron dos plazas más de Guardia Municipal pasando la plantilla a tener cuatro.
Las nuevas Escuelas Públicas, se abrió una Cantina Escolar en la planta baja de las escuelas públicas de la calle Angosta (comedores gratuitos, cuyo jefe de compras era Francisco Parra). En la planta alta daba clases a los niños el maestro D. Eloy … que era de Almendralejo, y a las niñas D. Amalia … Tambien dieron clase los hermanos montijanos Pedro y Santiago Morilla, que eran Requetés (carlistas).
El piso del paseo 1º de Mayo lo dejaron de tierra pues no tenian presupuesto para acementarlo.


La Plaza con el paseo 1º de Mayo fotografiada por VISAN desde el Ayuntamiento. (cedida por Amparo Sánchez).

                  La parroquia fotografiada por VISAN. (cedida por Amparo Sánchez)

Se rellenaron de graba algunas callejas para evitar el barro, se empedraron las aceras de las calles Soledad, Zurbarán, Albaicín, etc.
Se preparó el pozo del Quebrao en el callejón de Los Arenales, el de la Mina donde hoy están los pisos de Las Cumbres, hicieron uno nuevo con su casilla para el guarda -el pozo Salvador- más allá de la calzada romana, etc.
A comienzos de 1933 se organizaría la derecha católica en España en un gran partido, nucleado en Acción Popular y Agraria dirigido por el abogado José Maria Gil Robles; el dia 1 de marzo se celebró el congreso fundacional de la CEDA que se trazaría como objetivo ganar las elecciones generales de noviembre de ese año.
El dia 9 de marzo publicaba el periódico de la Editorial Católica “El Debate” un manifiesto de Gil Robles dirigido a los pacenses para que organizasen el partido en todos los pueblos y daba cuenta de que se había constituído un Comité Ejecutivo Provincial cuyo presidente era Fabián Lozano Reyes, de Puebla de la Calzada.
La derecha católica monárquica empezó a organizarse a comienzos de 1933 en toda España con la perspectiva de ganar las elecciones generales que se iban a celebrar en noviembre. El dia 1 de marzo se celebró en Madrid el congreso constituyente de la CEDA, que estaba nucleada por el partido Acción Popular y Agraria dirigida por el abogado José Maria Gil Robles. Éste publicaría un manifiesto en el periódico de la Editorial Católica “El Debate”, el dia 9 de marzo, dirigido a los pacenses en el que pedía que se organizasen en todos los pueblos y daba cuenta que se había constituído un Comité Ejecutivo Provincial, cuyo tesorero era el poblanchino Fabián Lozano Reyes.
Fabián iría por muchos pueblos organizando Acción Popular en el que se integraban aquellos que habían gobernado durante la dictadura de Primo de Rivera y que antes habian militado en el Partido Conservador de la Restauración. En Montijo celebraron una reunión el dia 29 de marzo donde eligieron un comité provisional presidido por su amigo Juan Durán Caballero, bodeguero; lo mismo harían en Puebla.
Aunque vivió la mayor parte de su vida en Sevilla, debemos mencionar aquí a un natural de Puebla que llegó a ser una persona muy importante en la vida política de la República: José Gonzalez Fernández de Labandera (1879-1936). Médico que vivía en la ciudad del Betis, se inició en el Partido Liberal, de allí pasó al Partido Republicano de Alejandro Lerroux, era miembro de la Masonería, alcalde de Sevilla desde junio de 1931 a diciembre de 1933, sería detenido por el general Sanjurjo cuando éste se sublevó en agosto de 1932, fué diputado a Cortes desde noviembre de 1933, pasó al partido Unión Republicana de Martinez Barrio en mayo de 1934, Secretario del Congreso de los Diputados desde febrero de 1936, fué fusilado por orden del general Queipo de Llano el dia 10 de agosto de ese año (33).

En noviembre de 1933 habría elecciones generales donde pudieron votar por primera vez las mujeres españolas y en las que ganaron las derechas. Se nombraría un Gobierno presidido por el republicano radical Lerroux con la participación de la CEDA.
El corresponsal del periódico de la FNTT del campo “El Obrero de la Tierra” Pedro Parejo Lechón, que sería tesorero de la Casa del Pueblo, el 12 de mayo de 1934 daba la noticia del 1º de Mayo en Puebla de la Calzada: “Con gran entusiasmo se celebró la fiesta del Primero de Mayo, con los siguientes actos:
1º. A las once de la mañana conferencia en la Casa del Pueblo por los compañeros Antonio Márquez, maestro de Montijo, y Miguel Martinez, de Madrid.
2º. A las tres de la tarde, una grandiosa manifestación que salió de la Casa del Pueblo y recorrió las principales calles de la localidad, y a la cual asistieron bastantes trabajadores de Montijo junto a los compañeros de este pueblo; al finalizar la manifestación, en la Casa del Pueblo hablaron a los manifestantes los compañeros Francisco Parra, Emiliano Ardila y Benigno Calero.
En todos los actos tomaron parte los Coros de la Juventúd Socialista y las compañeras de la Sección Femenina.
Todos estos actos se aprovecharon para hacer propaganda de nuestra prensa, como asímismo de libros y folletos.
En resumen, un dia de provecho para nuestras ideas, de las cuales esperamos la emancipación de la clase obrera, que en ese dia ha demostrado su fuerza y su decidido propósito de que no se juegue con ella; y ahora un grito de los que más se dieron ese dia: “Viva la revolución social”.” (34).
Al finalizar la manifestación se iban al Ejído de Los Arenales y al de Los Charcos donde se juntaban fraternalmente con sus compañeros de Montijo.



Foto realizada en 1934 por José Maria Campos (de Pueblonuevo, Córdoba), en el salón de actos del Ayuntamiento, donde se ven el alcalde, algunos concejales y empleados del municipio. (cedida por Juan Parra).


Foto realizada el mismo dia por José Maria Campos junto al rio Guadiana, frente a “la Pesquera” de Lobón donde vemos de pie, de izquierda a derecha, a Alonso Garrido (Guardia Municipal), Mariano Fernández (ganadero), Antonio Asensio (jornalero), Juan Mendoza (pescador), Hermenegildo Aliseda (esquilador), Alonso Mendoza (pescador y hermano de Juan) y Francisco Parra (jornalero). Sentados Juan Antonio Merino (barman), Benigno Calero (industrial), Manuel Parra (electricista y hermano de Francisco), José Maria Rodriguez (carnicero) y Emeterio Montero (alguacíl y matarife). (cedida por Juan Parra)

A comienzos de junio del 34 tuvo lugar la huelga campesina en la provincia, incluído Puebla, donde hubo incidentes entre los jornaleros y la Guardia Civíl. En octubre tuvo lugar una huelga general en España, en todos los pueblos los Comités de Huelga mandaron parar a los trabajadores. El Gobernador Civíl del partido republicano radical clausuró las Casas del Pueblo y destituyó a los ayuntamientos de izquierdas de la provincia acusándolos de irregularidades administrativas, contables y políticas.
Ésto es lo que hizo con el de Puebla, nombrando a dedo una Gestora Municipal integrada por miembros del Partido Republicano Radical y de Acción Popular y Agraria (CEDA) presidida por José Piñero Romero que ya fuera alcalde liberal en 1912. A comienzos de 1935 continuaba el mismo alcalde y eran concejales Sancho Pérez Cardoso, Antonio Ardila Montes ( hermano de Fernando que fuera 2º teniente de alcalde en 1906, labrador, de 55 años, soltero, del Partido Republicano Radical), Juan Soto Botonero, Mariano Gragera Gragera (menor), José Riñones Vega (era dueño de un horno de tejas), Antonio Ramos Casillas, Pablo Dominguez Palacios, Angel Piñero, Diego Gragera Amigo, Eduardo Maza de Coca, …
Lo primero que haría la Gestora fué destituir de sus puestos a todos los empleados municipales que, al parecer, habian sido “enchufados” por el Ayuntamiento de izquierdas y clausurar la Cantina Escolar (los comedores de las escuelas costeados por el Ayuntamiento). Y en ese año harían una ampliación de la casa-cuartel de la Guardia Civíl para aumentar las fuerzas.
A finales de 1934 habría otra huelga de jornaleros y mozos de mulas para pedir mejores salarios en la cogida de aceitunas. Leemos en el diario HOY de … de diciembre: “Rondas volantes impiden la recogida de aceituna en Puebla de la Calzada.
El dia 28 del actual, cuando se encontraban recogiendo aceituna en el sitio denominado “El Gitano” don Higinio Rodriguez Durán con Velentín de Higinio y con Jacinto y Ubaldo Rodriguez, hijos y sobrinos respectivamente, se presentó en aquél lugar un grupo de 14 hombres que, armados con palos, les amenazó para que dejaran de coger aceituna en la forma en que estaban haciéndolo.
Como los amenazados no hicieron caso y continuaron entregados a sus tareas, acudió otro nuevo grupo, integrado por veinte hombres, los cuales se dedicaron a insultar a los que estaban trabajando. Entre éstos y los perturbadores se originó una refriega a consecuencia de la cual resultó herido un hijo de Higinio llamado Valentín.
Estas mismas rondas volantes que circulaban libremente por el campo, han cometido también otros hechos de esta índole. Con sus desmanes impiden la libertad de trabajo y han llegado hasta el extremo de traerse par el pueblo a los que estaban trabajando pacíficamente, después de haberles vaciado las aceitunas que tenían recogidas.

Se arregla el conflicto de los carreros.
El dia 25, y con motivo de la quincena que celebraron los mozos de labor, surgieron desavenencias entre éstos y los patronos por motivo de interpretación del pacto provincial. Parece ser que los operarios pretendían que fueran considerados como carreros todos aquellos que, de manera permanente o fortuita, fuesen encargados de conducir carros, abonándoseles a este efecto el jornal asignado para los que realizan esta clase de trabajos. De otra parte los patronos se negaban a reconocer este derecho a los carreros accidentales, prestándoles tan solo a abonarles dicho jornal durante los dias en que actuasen como tales. De estas diferencias, surgió la huelga pacífica de los obreros del campo, que han estado sin trabajar desde el 25 al 30 en que se han reanudado los trabajos por haberse llegado a un acuerdo.
Este consiste en que los mozos de labor, que no son carreros de plantilla, tendrán derecho a que se les abone el jornal de carreros por quincenas completas en aquellas en que, cualquiera que sea el número de dias que conduzcan carros, sean destinados por los patronos a dichas tareas.
Celebramos el tono de comprensión en que se han realizado las conversaciones para poner cima al conflicto, y felicitamos al señor alcalde y a las comisiones de obreros y patronos que han intervenido para solucionarlo”
La Juventúd de Acción Popular (derecha católica) abrió un “Café en Sociedad”, su sede-casino, en la calle Nueva nº 15, enfrente de la calle Los Silos, en una casa de Juan Antonio Maza (?), donde se jugaba al billar y a los naipes (35).
La Gestora Municipal proyectó la construcción de un “Lavadero Público” en las afueras del pueblo y la ampliación de la Casa Consistorial; se visaron los proyectos técnicos el 16 de febrero de 1936.
En febrero de ese año se celebraron elecciones generales en las que triunfaría el Frente Popular en España. Por el contrario, en Puebla de la Calzada triunfaría el Bloque Contrarrevolucionario de derechas. Inmediatamente se restituyeron los Ayuntamientos de izquierdas anteriores a octubre de 1934. Sería de nuevo el alcalde Benigno Calero Garcia y concejales: Andrés Gabardino Acevedo (era hermano del máximo dirigente del Centro Obrero de Montijo Sebastian Gabardino, habia nacido el 17 de marzo de 1893 en ese pueblo, hijo de Wenceslao Gabardino Sánchez y Juana Acevedo Capilla, se casó con Catalina Paredes Zambrano con la que tuvo dos hijos, vivía en la calle Nueva junto a la Casa del Pueblo, era carpintero y republicano), Francisco Parra Piñero, Toribio Amigo Cupido, Pedro Naranjo Gracia (sería el último presidente de la Agrupación Socialista), Pedro Dorado Fuellar (de edad avanzada, era un yuntero que llevaba tierras en arriendo en la finca Perales, propiedad del marqués de Valdueza, con su hijo Antonio; no le asignarían tierras en la Reforma Agraria de marzo del 36), Manuel Gallego Gallego, Alonso Barroso Gragera (nacido el dia 15 de enero de 1905, casado con Manuela Gracia), Manuel Sánchez Parras, Manuel Lavadiño Garcia, Miguel Fernández García.

Francisco Parra Piñero, concejal socialista, a la izquierda de la foto acompañado por Antonio Asensio. (cedida por Juan Parra).


Manuel Labadiño Garcia (el 3º desde la izquierda) en el balneario de Baños de Montemayor acompañado por un diputado y compañeros del partido. (cedida por Manuel Labadiño hijo).

La nueva Corporación restituyó en sus puestos los funcionarios y empleados municipales destituidos por la Gestora en octubre del 34, restableció la Cantina Escolar, el 11 de abríl acordaron construir una Plaza de Abastos en la calleja que unía la Plaza Castelar con la de la República y pavimentar el Paseo “1º de Mayo” que había en la plaza de la República mediante prestaciones personales.
A partir del 25 de marzo tendría lugar la ocupación de latifundios por los yunteros y campesinos extremeños. En la primavera se realizaría el asentamiento de todos ellos por el Instituto de Reforma Agraria en ciertas fincas; en Puebla de la Calzada se harían en Perales de Abajo (entregándoles 5 fanegas a cada uno), en la Choza Blanca (5 fanegas a cada uno), la de Caballero, Los Millares de Pedro Gragera (10 a 25 fanegas a cada uno), Los Millares de Alonso Bejarano, La Rueda Grande de Alonso Maza (15 fanegas a cada uno), Torreaguila (2 fanegas a cada uno), El Toronjíl (15 a 25 fanegas a cada uno), El Carneríl (5 fanegas a cada uno), La Rueda Chica de Angel Gragera (5 a 23 fanegas a cada uno), El Carneríl de Leopoldo Castillo (5 a 10 fanegas a cada uno), Casarente de Abajo (20 fanegas a cada uno), los Millares de P. Gragera (10 a 25 fanegas), La Rueda de Alonso Maza, La Vara de José Gragera (10 a 25 fanegas), La Rabuda (2 a 4 fanegas a cada uno), y El Condado (5 a 10 fanegas).
Estos asentamientos de jornaleros y yunteros llevaban la firma del alcalde Benigno Calero (36). Los propietarios no perdonarían este hecho y empezarían a financiar a los militares que proyectaban sublevarse contra la República de izquierdas.
Cuando llegó la Reforma Agraria, hubo algunos propietarios comprensivos y dialogantes, como Pedro Maza, quien arrendó su finca en aparcería a sus tres mozos de mula y les cedió las yuntas para que trabajasen las tierras.
El 1º de Mayo de 1936 fué memorable: desde la Casa del Pueblo saldría la gran manifestación obrera encabezada por las Juventudes Socialistas Unificadas de Puebla gritando “U.H.P.”, a continuación iba la bandera de la Sociedad Obrera-UGT seguida por la Junta Directiva y detrás las distintas Sociedades, la Agrupación Socialista, la de Izquierda Republicana, la Comunista, etc. Recorrieron las calles del pueblo y terminaron en el Ejído de Los Arenales y de Los Charcos donde compartieron con los compañeros de Montijo un rato de confraternización. Volvieron a la Plaza de la República donde se realizó un acto público en el que hablarían los dirigentes.

Capítulo III
Levantamiento contra la República el 18 de julio de 1936.

Al principio del verano del 36 los propietarios de Puebla y las personas “de orden”, la derecha tradicional, sabian que se estaba preparando un golpe de Estado contra la República y estaban enviando dinero para financiarla.
El sacerdote D. Manuel Preciado que le decia las misas a Carmen Gragera Amigo dijo varios dias antes del 18 de julio que se estaba preparando la conspiración contra el gobierno republicano.
Tras arduas maniobras conspiratorias coordinadas entre militares africanistas, monárquicos y ex-republicanos, la oligarquía industrial, financiera y latifundista, con el apoyo de las potencias fascistas (Alemania e Italia sobre todo), el 18 de julio comenzaba la rebelión contra la República democrática y el Gobierno elegido por la mayoría de los ciudadanos.
Inmediatamente se formó un Comité de Defensa de la República en Puebla de la Calzada, donde estaban representados todos los partidos y sindicatos de izquierdas existentes en la localidad, que ordenó encarcelar a las personas de derechas más significadas (que no habían huído).
El Comité de Defensa de Puebla estaba integrado por Alfonso Soto, Antonio Barrena, Manuel Lavadiño, Pedro Parejo, Manuel Curado, Pedro Naranjo y Salvador Trejo. (Francisco Espinosa Maestre. “La columna de la muerte”. Editorial Crítica. Barcelona. 2003. Página 277).

Según el Registro Civíl de Puebla el número de milicianos, llamados “Guardia Roja” (escopeteros), que estuvieron patrullando durante esos dias al servicio del Comité fueron 33.
José Luís Gutierrez Casalá añade: “La milicia que apoyó al Comité de Defensa en la localidad de Puebla… supuso solamente el 0’5% de su población. Ésta detuvo a 67 personas, es decir, al 1’1%, los cuales recibieron buen trato. Puede que en ello influyera la obtención por parte de los vigilantes de 150.000 pts. de los detenidos… No llegaron a realizarse saqueos a domicilios y comercios.
Entre la milicia sobresalieron: Juan Rodriguez Calleja, Rafael Romero Dominguez, Concepción Herrera Piñero”. (José Luís Gutierrez Casalá. “La guerra civíl en la provincia de Badajoz. Represión republicano-franquista”. Univérsitas Editorial. Badajoz. 2003. (A.C.P.B.A., legajo 30, R).

Por instrucciones del Comité Provincial del Frente Popular mandaron detener a los sesenta y seis “elementos de orden” más destacados de los partidos Acción Popular, Renovación Española, Partido Republicano Radical y Falange Española, que eran los siguientes:
Francisco Álvarez, industrial
Juan Álvarez, industrial
Pedro Amigo, propietario
Francisco Anguiano, guardia municipal
Antonio Ardila, propietario
Diego Ardila, labrador
Lorenzo Ardila, propietario
Antonio Aunión, labrador
Antonio Barbaño, labrador
Pedro Barrena, empleado
Alonso Bejarano, propietario
Ernesto Bejarano, propietario
José Bejarano, propietario
Sancho Bejarano, propietario
Gabriel Bermudo, panadero
Federico Cabo, estudiante
Alonso Calamonte, sirviente
José Maria Carrasco, estudiante
Arturo Casillas, labrador
Pedro Casillas, labrador
Francisco Castillo, arquitecto
Andrés Conejo, perito mercantíl
Sancho Conejo, abogado
Juan Corzo, buñolero
Laureano Cupido, zapatero
Antonio Curado, electricista
Pedro Domínguez, propietario
Plácido Domínguez, propietario
Lorenzo Fernández, guardia municipal
Alonso García, labrador
Bartolomé García, panadero
Gabriel García, carnicero
Alfonso Gragera, juez
Gonzalo Gragera, labrador
José Gragera (mayor), propietario
José Gragera (menor), propietario
Mariano Gragera, propietario
Pedro Gragera, comerciante
Eduardo Guerrero, empleado
Jesús Gutierrez, guardia municipal
Diego Hernández, estudiante
Manuel de las Heras, industrial
Cesáreo López, labrador
Fabián Lozano, propietario
Félix Lozano, estudiante
Juan Martín, labrador
Antonio Maza, propietario
Cristobal Maza, propietario
Pedro Maza, propietario
Nemesio Montes, maestro
Leopoldo Moreno, carpintero
Angel Piñero, propietario
José Piñero, propietario
Antonio Ramos, dulcero
Alejo Riñones, labrador
José Riñones, labrador
Baldomero Rodriguez, labrador
Alfonso Romero, electricista,
Francisco Rubio, herrero
Antonio Sánchez, empleado
Críspulo Sánchez, cartero
Juan Soto, ganadero
Antonio Terrero, industrial
Joaquín Thomas, propietario
Alonso Trejo, albañíl
Angel Trejo, albañíl.

(Recogido de Francisco Espinosa. Obra citada, página 307).

Sus esposas y familiares les llevaban comida, colchones, mantas, tabaco, etc. Las Milicias Populares se encargaban por turnos de su custodia; no sufrieron aquellos malos tratos por sus guardianes en los pocos dias que estuvieron encarcelados ni los sacaron a trabajar como en Montijo.
Los detenidos eran los patronos que se habian negado a pagar a sus trabajadores agrícolas los salarios de los domingos en los meses anteriores como fijaban las Bases. Cuando alguno de aquellos se avenía a abonar las deudas que tenían contraída con sus obreros era puesto en libertad.
Los dias que no hacía calor los tenian en los bajos del Ayuntamiento (que eran unas escuelas), y cuando apretaba el calor los trasladaban, a petición suya, a la Iglesia parroquial que era más fresca.
Según Francisco Espinosa en Puebla “con 67 derechistas presos, se acusó a los republicanos de proferir amenazas, “sin llegar a los malos tratos”, y de sacarles en concepto de jornales atrasados unas 150.000 pesetas, parte de las cuales se cobraron en víveres. Se achacó a las fuertes impresiones de esos dias la muerte del obrero preso Alonso Calamonte y las de Miguel Casillas, Caridad Espinosa y Asunción Bermudo, todos ellos familiares de presos…”. (Francisco Espinosa. Obra citada, página 62).

Algunos milicianos radicales defendían que había que ejecutarlos pues decían que, cuando conquistase el pueblo la Columna Madríd, los ex-presos asesinarían a las personas de izquierdas como ya se estaba viendo en los pueblos del sur. Pero los dirigentes locales impidieron que el asesinato se llevase a cabo; tras la caída del pueblo en manos de las tropas franquistas propagarían que el Comité Revolucionario habia tenido preparados bidones de gasolina para quemar la Iglesia con los presos dentro, dato que testigos presenciales declaran ser totalmente falso y que se diría para justificar los asesinatos que se realizaron a continuación.
El presidente de la Agrupación Socialista fué uno de los que intervino activamente para que no los matasen. Tras la caída del pueblo en manos de los franquistas uno de los ex-cautivos y ahora concejal de la Gestora Municipal -Federico Cabo Gragera- se lo llevó a su casa de aperador e impidió que lo fusilasen, caso inusual pues las órdenes del mando militar era que eliminasen a los dirigentes de izquierdas.
Cuando se venía acercando la columna rebelde al pueblo iría el tesorero de la Casa del Pueblo Pedro Parejo a ver a Manuel Lavadiño para decirle que había fondos en la caja por importe de 500 pts. y que qué habia que hacer con ellas. Manuel le dijo: “Tu allá, metelás donde sea pero te aconsejo que lo sepais tu esposa y tú solamente”.

La represión de la izquierda tras la toma del pueblo el 13 de agosto de 1936.

En la noche calurosa del dia trece de agosto vieron los vecinos de Puebla que vivían en los cortijos existentes entre Arroyo de San Serván y Lobón una columna de luces procedentes de los faros de camiones y automóviles. Era la llamada “Columna Madrid” de las tropas rebeldes que iban desde Mérida a tomar Badajoz.
Pararon en el cortijo de Perales algunos vehículos y los caseros le sirvieron café a los legionarios y regulares, los moros cogieron sandia, el resto de la caravana prosiguió su pesado caminar. Los vecinos de Puebla que se habian informado por las emisoras de radio, veían la lombriz luminosa avanzar por los cerros de Lobón, unos aterrorizados por temor a sus vidas y otros alegres por saber que en poco tiempo cambiaría el poder en el pueblo.
A las cinco de la mañana de ese caluroso dia llegaba a Lobón la Columna dirigida por el teniente coronel falangista Juan Yagüe Blanco. Los dirigentes obreros y de izquierdas de Puebla abandonaron el pueblo sin ofrecer la menor resistencia, cosa totalmente imposible ante la desigualdad de las fuerzas.
Como nos relata Francisco Espinosa Maestre, el teniente coronel Yagüe, nombrado por Franco para dirigir la Columna Madrid, se trasladó de Sevilla a tomar Mérida el dia 12 de agosto. “Por la tarde Yagüe comunicó a Franco que al dia siguiente, el 13, ocuparía Lobón y Talavera la Real entre las ocho y las diez de la mañana,… “Necesito que desde las 5 horas hasta la ocupación de Badajoz esté volando la aviación…” le pedía Yagüe. (Francisco Espinosa, obra citada, página 56, datos sacados del Archivo General Militar de Avila (CGG, A.6, L.344, C.5, D.24).

“Sobre las tres horas del dia 13, las fuerzas de Yagüe partieron de Mérida hacia Badajoz… Con cierto retraso sobre lo previsto, hacia las diez de la mañana del dia 13, el coronel Yagüe podia comunicar a Franco, reunido con Mola en Sevilla, la ocupación de los pueblos cercanos a la capital extremeña…” Lobón, Puebla y Montijo. (Francisco Espinosa, página 84).

La columna estaba formada por unos tres mil y pico de hombres; según Yagüe era una “poderosa columna con espíritu elevado e ímpetu arrollador”. Después de la matanza de Badajoz el periódico de Madrid “La Voz” lo describía así, en una crónica del dia 22 de septiembre de 1936: “… el feroz Yagüe, bestia carnicera que diríase arrancada del Apocalipsis”.
A Badajoz se habían ido varios poblanchinos para defender la ciudad del ataque de la Columna Madrid. Los testimonios orales nos dicen que murieron allí unos cuatro milicianos de Puebla: Diego Pilo (hermano de Cándido), “el Aliseda” hijo de Hermenegildo el esquilador.
El mismo dia 14 al mediodia pasaron muchos milicianos corriendo desde Badajoz hacia el frente de Don Benito. Juan Parra, hijo del concejal Francisco Parra, estuvo charlando en la finca del Roscalbado (cerca de Guadiana del Caudillo) con cuatro: Alvaro Montero (de Puebla de la Calzada), … Cerezo y “el hijo de la siña Maria” (los dos de Montijo) y otro más…
Una delegación, compuesta por dirigentes de los partidos de izquierdas y derechas, viajó en un automóvil a rendir el pueblo a Yagüe.
Al puente de Lobón se desplazaría un coche con varios dirigentes de derechas (Fabian Lozano, José Piñero, etc.) para recibir instrucciones de Yagüe. Éste les dijo tras nombrar al primero presidente de la Gestora Municipal: “no dejéis a ningún dirigente de izquierdas vivo”.
La estrategia de los golpistas estaba bien clara: sembrar el terror eliminando a los artífices de la República democrática en cada población.
Posteriormente dirían los miembros de la oligarquía local que ellos se habían opuesto a las ejecuciones pero que no habian sido capaces de detenerlas. La maquinaria represiva les habia superado …
Muchos se irían a los encinares cercanos a La Roca de la Sierra y La Nava de Santiago a ver cómo discurrían los acontecimientos, entre ellos el alcalde Benigno Calero.
Yagüe nombró presidente de la Gestora Municipal que debía sustituir al ayuntamiento de izquierdas a Fabian Lozano Reyes, que ya fuera alcalde del Partido Conservador en años anteriores. Este nombraría inmediatamente vocales de la Gestora a José Piñero Romero (que fuera alcalde del Partido Liberal anteriormente), Cristobal Maza de Coca, Federico Cabo Gragera, Francisco Castillo Amigo (estudiante de arquitectura, que fuera concejal del Partido Agrario desde enero de 1932 y después Jefe Local de Falange Española) y Tomás Gallego Garcia (ferretero). (37)
Nada más ocupar la población, los falangistas fueron a la Casa del Pueblo para registrarla y buscar listados y libros que inculpasen a afiliados a las sociedades y partidos de izquierdas. A continuación se dedicaron a tirar desde los balcones a la calle las banderas, retratos, libros e insignias con la que hicieron una gran hoguera.
Habia que dejar claro que aquellas organizaciones de los trabajadores, que habian conseguido arrancar durante 35 años tantas mejoras laborales y tantos derechos sociales ya no volverían a funcionar más en el Nuevo Estado.
Posteriormente se llevarían los muebles y objetos útiles (un conocido propietario-abogado se llevó a su huerta los caballos de hierro que se encontraban en el solar del Teatro para construir la techumbre).
Inmediatamente se reorganizaría el partido único permitido, Falange Española de las JONS (donde se englobarían todos los de derechas antes existentes), instalando su Cuartel en una casa de la calle Badajoz, entrando a la derecha, propiedad de los Castillo, y posteriormente en la calle Angosta junto al Casino.
Los falangistas más destacados eran Francisco Castillo (primer Jefe Local tras la ocupación del pueblo por los golpistas), Fabian Lozano, Félix Lozano (que moriría en el frente), los dos hermanos Piñero, … Muñoz (guardia municipal). Miguel, Arturo y Pedro Casillas, primos hermanos de los Conejo, estaban muy dolidos porque su padre -Miguel- habia enfermado por los sufrimientos provocados cuando tuvieron detenidos en la Iglesia a dos de sus hijos. Cuando falleció diría su hijo Miguel ante el féretro en el cementerio: “Padre mio ya has sido vengado”.
José Luís Gutierrez Casalá dice: “También hay testigos de que las muertes irregulares fueron ordenadas por los falangistas Andrés Conejo, Francisco Castillo y Miguel Casillas, siendo alcalde Fabián Lozano Reyes”. (Francisco Espinosa, página 115).
Habia afiliados varios obreros desclasados al servicio de sus amos que veían en su militancia en la Falange un seguro para trabajar y ascender socialmente. Algunos socialistas tuvieron que afiliarse e irse al Ejército nacional para salvar sus vidas.
Pronto comenzaría la depuración y represión de los dirigentes obreros y de izquierdas. El objetivo de Franco, asesorado por militares nazis, era establecer el terror en la zona conquistada con el fin de que nadie ofreciese resistencia y que la retaguardia se mantuviese en paz. Esa función fué encargada a la Guardia Civíl, la Falange y la Defensa Ciudadana integrada por civiles armados.
La arbitrariedad, la falta de garantías jurídicas y procesales, y el incumplimiento de los derechos humanos, fueron las formas habituales de eliminación de aquellas personas que habian cometido el “delito” de ser de izquierdas, de “haber ofendido a España”.
La Gestora Municipal publicó un Bando donde se decía que los huídos que no tuviesen delitos de sangre podían volver al pueblo porque se les respetaría la vida. Algunos ingenuos lo hicieron y lo pagaron caro.
En aquellos dias posteriores al 13 de agosto atravesaban muchas personas de izquierdas los cerros de Lobón y las tierras cercanas al Guadiana en dirección al frente de Don Benito. Venían de Badajoz y los pueblos de la zona.
Uno de los militares republicanos huido de Badajoz, el dia 14 de agosto, a Portugal fué el poblanchino Guillermo Botonero Lechón. De Elvas consiguió trasladarse a Lisboa con varios compañeros donde fué detenido por la policia salazarista y encarcelado, el dia 24 de agosto, en el Fuerte de Caxias. (Francisco Espinosa, página 406).
Una comisión de señores de Puebla de la Calzada iría a Badajoz para hablar con el Gobernador Militar y rogarle que no fusilasen a nadie pues defendían que cuando ellos habian estado detenidos en la Iglesia no se les había maltratado ni cometido hechos de sangre. Pero no lo consiguieron en muchos casos pues las órdenes dadas por el Mando de la sublevación era eliminar selectivamente a los dirigentes políticos y sindicales del Frente Popular como escarmiento.
Fabian Lozano Reyes repetia siempre a su amigo y compañero de la CEDA en Montijo Juan Durán Caballero: “Me pesará mientras viva que yo no pudiese salvar del fusilamiento a mis empleados, porque ellos me sacaron a mí de la Iglesia cuando estaba encarcelado”.
Aunque en Puebla de la Calzada son conocidas por todos aquellas personas que destacaron en la represión y “limpieza de rojos”, no vamos a citarlas aquí por respeto a sus familias que no son culpables de lo que ellas hicieron. Diremos que habían sido los gobernantes desde principios del siglo XX por el Partido Conservador y en la dictadura de Primo de Rivera, y después pasarían a la CEDA durante la República. Éstos tenian además una serie de “informadores” y colaboradores voluntarios pertenecientes a las capas inferiores del pueblo que les ayudaban a confeccionar las listas negras.
Los detenidos eran encarcelados en el depósito del Ayuntamiento hasta que les llegaba la orden de fusilamiento; de allí eran conducidos en un pequeño camión al cementerio seguidos por un coche con el pelotón y guardias civíles del Puesto. Cuando los vecinos veían llegar al pueblo el automóvil de un falangista muy famoso de la localidad, de impulsos sádicos, “con una lata arrastrando” para hacerse notar, sabían que aquella noche iba a haber paseillos y se echaban a temblar.
Para que no tuviesen remordimientos de conciencia, al tener que fusilar a familiares o amigos de toda la vida, la estrategia seguida era intercambiar los pelotones de ejecución entre los pueblos. A Puebla venían en coches las Escuadras Negras, desde otros puntos, las noches que había que fusilar.
Cuando se organizaba una manifestación patriótica para celebrar la “liberación” de alguna ciudad, los vecinos tenían que abrir de par en par las puertas de las casas y colocar colgaduras en los balcones. Cuando alguna puerta permanecía cerrada, los milicianos falangistas la abrían a culatazos acompañado por insultos a los propietarios “rojos”.

Asesinados.

Serían fusilados por los nacionales en Puebla de la Calzada más de treinta personas. La táctica de terror recomendada por los asesores militares nazis de Franco era que había que eliminar al 1% de cada población “liberada”, con el fin de que no se moviese nadie en la retaguardia y pudiesen avanzar las columnas de aquél hacia Madrid con tranquilidad.
En el Registro Civíl de Puebla figuran como fallecidos solamente nueve, los que inscribieron sus familiares a comienzos de los cuarenta:
Pedro Parejo Lechón, 40 años, jornalero, muerto el 29 de agosto de 1936.
Manuel Labadiño Garcia, 46 años, jornalero, muerto el 31 de agosto.
Francisco Parra Piñero, 46 años, jornalero, el mismo dia.
Victoriano Álvarez Gonzalez, 25 años, muerto el 1 de septiembre.
Francisco Pérez Mendoza, 58 años, telegrafista, muerto el 10 de septiembre.
Cristobal Melchor Pérez, 47 años, jornalero, muerto el 11 de septiembre.
Antonio Muñoz Esperanza, 38 años, jornalero, el mismo dia.
Diego Calero Moreno, 40 años, escribiente, muerto el 1 de octubre.
Andrés Gabardino Acevedo, 53 años, carpintero, muerto el 2 de octubre. (Francisco Espinosa, página 244).
Aclara Francisco Espinosa que “… la represión por profesiones muestra de manera evidente lo que ya sabíamos … el caracter clasista del conflicto … casi un 60 por 100 de los afectados eran jornaleros …”. (José Luís Gutierrez Casalá. “Colonias Penitenciarias Militarizadas de Montijo. Represión franquista en la comarca de Mérida”. Editora Regional de Extremadura. 2003. Página 105).

Era la venganza de los latifundistas por la ocupación de sus fincas desde el 25 de marzo de ese mismo año.
José Luís Gutierrez Casalá dice: “En el municipio de Puebla de la Calzada, al igual que ocurrió en la localidad de Montijo, los republicanos no ejercieron represión sobre personas consideradas de derecha; sin embargo, los nacionales asesinaron a 10 vecinos. Su Registro Civíl anotó como causa de las defunciones “choque con la fuerza pública” y “causa relacionada con la guerra””. (Testimonio de su hijo Juan Parra).

A los primeros los detenían y los tenían algunos dias en el depósito del Ayuntamiento. Pero posteriormente iban por los condenados al atardecer a sus casas y los fusilaban a la mañana siguiente con lo que la arbitrariedad e indefensión aumentó.
Los fusilados en las tapias del Cementerio viejo de Puebla de la Calzada fueron enterrados en una fosa común; cuando se trasladó aquél al nuevo, en 1946, serían metidos en un nicho (salvo uno o dos que los familiares los enterraron en los de su propiedad) cuya lápida recoge dieciséis nombres por el siguiente orden de arriba abajo:
Maria Concepción Castón: mujer impulsiva y echada para delante, participó en muchas manifestaciones reivindicativas durante la República. Estaba casada con Sebastian Pérez, hortelano, y tenian varios hijos. Fué la única mujer fusilada en Puebla de la Calzada.
Benigno Calero Garcia: el alcalde, se fué fuera del pueblo la mañana del 13 de agosto pero una persona de la familia que sabía dónde estaba lo delató a las autoridades siendo detenido y fusilado. Se inscribió su fallecimiento en el Registro Civíl el dia 2 de abríl de 1943 “por orden superior dimanada de expediente”. Fué asesinado con treinta y cuatro años el 31 de agosto de 1936; en la inscripción dice que murió por “causas relacionadas con la guerra”. (38)
Nicomedes Flores: vivía y trabajaba en Cáceres de artificiero. Estaba casado con Eloisa Pérez Campomanes pero no tuvieron hijos. Estuvo en el frente republicano y allí lo detendrían y fusilarían. Las personas influyentes de Puebla de la Calzada intercedieron para salvarle la vida pero no lo consiguieron.
Victoriano Alvarez Gonzalez: fué asesinado el 1 de septiembre de 1936, cuando tenía 25 años, según consta en el expediente -ordenado por el Juez del Partido de Mérida- que se le instruyó el dia 13 de marzo de 1937. Era hijo de José y Carmen, soltero, vivía en la calle Rosario nº 1. (39)
-Manuel Curado: hijo de Feliciano Curado.
Manuel Lavadiño García: fué asesinado el 31 de agosto de 1936 cuando tenía cuarenta y seis años. Se le hizo expediente por el Juez del Partido el 8 de noviembre de 1936 y fué inscrito en el Registro Civíl el dia 12 de mayo de 1939 como fallecido “en choque con la fuerza militar” y se le había “dado sepultura en el Cementerio de esta villa”. (40)
Miguel Dominguez.
-Francisco Gonzalez.
-Antonio Barrena Oliva: era hijo de Fernando y de Juana, vivía en la calle Montijo, jornalero pero después puso un comercio, estaba casado con Dionisia Pizarro Osorio con la que tuvo siete hijos. Se le abrió expediente por el Juez del Partido de Mérida y se inscribió el 22 de marzo de 1943. Murió el dia 31 de agosto de 1936 “por causas relacionadas con la guerra”, es decir, fusilado. (41)
Antonio Muñoz Esperanza: nació en 1898, era hijo de Juan y Maximina, vivía en la calle Nueva, estaba casado con Antonia Rodriguez Díaz con la que tuvo cinco hijos, era jornalero. Se inscribió en el Registro su muerte el 6 de abríl de 1945 donde consta que “falleció en este término municipal el 11 de septiembre de 1936 por causas relacionadas con la guerra”. (42)
-Alonso Garrido: era Guardia Municipal.
-José Gallego.
Manuel Sanguino (Garcia? ): hijo de Manuel Sanguino Mendoza, cabrero, y Francisca Garcia Garcia, que vivían en la calle Albaicín nº 55 y tenían tres hijos, Manuel, Valeriana y Domingo. (43)
-Cristobal Melchor Pérez: lo asesinaron el 9 de septiembre de 1936. En el expediente que se instruyó en febrero de 1937 consta que murió “a consecuencia de choque con la fuerza pública”, con cuarenta y siete años. Era natural de Montijo, cazador y recolector de productos silvestres (acelgas, cardillos, etc.) para sobrevivir porque no quería trabajar con los señores, vivía en la calle Albaicín, estaba casado con Victoriana Tiburcio y tenían siete hijos. (44)
-Miguel Pérez.
-Antonio Barrena Romero.
Aparte de éstos que constan en la lápida del Cementerio nuevo fusilarían a más izquierdistas allí; a otros los matarían en la Cañada Honda, en la finca Santa Olalla, en La Roca de la Sierra, etc., a donde eran trasladados en camiones por las noches o daban batidas para buscarlos y los asesinaban dónde los encontraban. Los que hemos podido recoger son (50):
-Francisco Parra Piñero: según la inscripción realizada el 4 de mayo de 1942 tras expediente instruído por el Juez del Partido “falleció en este término municipal el dia 31 de agosto de 1936 por causa relacionada con la guerra”. Fué enterrado en el cementerio.(45)
Nació el dia 25 de noviembre de 1889, de profesión jornalero, se casó el dia 27 de noviembre de 1917 viviendo con su familia en la calle Derecha número 23.
Francisco solía trabajar en la uva con Fabian Lozano. Era muy cumplidor con su trabajo pero exigía a los empresarios que se respetasen integramente las Bases aprobadas por el sindicato FNTT y la patronal.
En febrero de 1936 se celebraron las elecciones generales y su patrón Fabian Lozano le pidió a Francisco que votase él, y convenciese a la cuadrilla de trabajadores, por el Frente Contrarrevolucionario de derechas; Francisco le replicó que ellos eran libres para votar por los que les pareciese oportuno. Aquello no lo perdonaría …
Francisco intervino en el reparto de las tierras durante la Reforma Agraria de marzo del 36.
Cuando se enteró que venía la Columna Madrid por los cerros se iría al campo con su familia, igual que el resto de las personas de izquierdas, refugiándose en el cortijo de Las Monjas (del montijano Francisco Carretero). Allí estarían varios dias hasta que escucharon el “Bando del perdón” del alcalde de Puebla que decía que aquellos que no hubiesen cometido delitos de sangre podían volver a sus casas y se les respetaría sus vidas.
Volvieron al pueblo y Francisco fué al Ayuntamiento a entregar las armas que poseía. Fabian Lozano y José Piñero le dijeron que, si se le llamaba, no tuviese miedo porque sabian que él no había hecho nada.
Francisco tenía arrendada una senara y estubo trabajándola durante varios dias. El 22 de agosto por el mediodia estaba en la puerta de su casa recien llegado del campo y vió que venían una pareja de falangistas; intuyendo lo que le iba a acontecer desde ese momento les dijo a su familia: “menos mal que me han dejado terminar las faenas del campo”.
Uno de los falangistas le ordenó: “Vente con nosotros que te van a hacer unas preguntas”. Francisco le contestó: “¿Me puedo lavar antes?”, cosa que se le autorizó aunque con cierta desconfianza por si se daba a la fuga. Al momento se iría custodiado por los fascistas.
Como la esposa veía que tardaba mucho en volver, fué al Ayuntamiento encontrándolo en el depósito. Francisco le dijo que se buscase influencias para que lo soltasen, cosa que hizo pues habló con el médico de derechas Eduardo Olivera.
El doctor fué a pedirle a las autoridades que lo pusiesen en libertad y éstos le contestaron que no se manchase intercediendo por un rojo pues podia perjudicarle. Eduardo llegaría a ser después Jefe Local de Falange.
Una vez más se demostraba que el llamado “Bando del perdón” era una argucia para coger a muchos izquierdistas que estaban huidos por los campos próximos.
Francisco Parra sería fusilado con diez dirigentes de izquierdas (Benigno Calero, Manuel Lavadiño, Pedro Parejo, Maria Concepción, Manuel Curado, “el Miguelete”, etc.), en la madrugada del 31 de agosto en las paredes del cementerio. El lugar exacto: al lado de la puerta de la Ermita de la Concepción donde había un rincón; al pasar por allí uno de los condenados imploró a la Virgen, pero de nada le valió.
Fué el primer “paseo” de la represión franquista en Puebla.
Los cuerpos los trasladaron posteriormente en un carro del Ayuntamiento al interior del cementerio. La viuda de Francisco solicitó a la Jefatura Local de Falange (Francisco Castillo) poder recoger el cuerpo para enterrarlo debidamente, cosa que se le autorizó.
Posteriormente iría la Guardia Civíl a registrar su domicilio buscando quizá listas o libros de actas de las sociedades obreras de la que Francisco era dirigente.
La familia pidió su inscripción de defunción en 1942 en el Juzgado de Paz. (José Luís Gutierrez Casalá. “Colonias Penetenciarias…”. Página 106).

-Fernando Gutierrez Parejo .-
Casado, tenía una hija, trabajaba vendiendo pan y carbón por los pueblos de alrededor. Hombre bien parecido y atractivo para las mujeres. Era de izquierdas pero nunca se había significado como militante.
Iba a menudo a ver a su padre que vivía en Montijo, en la calle Santa Ana, y un dia de septiembre u octubre de 1936 se presentaron en la casa unos falangistas de ese pueblo. Le preguntaron al padre si estaba Fernando y él, como no sospechaba nada, lo llamó (podria haberse salido por la puerte falsa de la calle Arribas) y se lo llevaron detenido al depósito.
La hermana iba a llevarle la comida al Ayuntamiento pero una mañana le dijeron que ya no hacia falta que fuese por allí. De madrugada, un camión con las luces apagadas, seguido por la brigadilla de ejecución, se lo habia llevado junto a otros al cementerio para fusilarlo.
Los motivos: una venganza personal de alguien que estaba dolido por su éxito entre las mujeres.
-Andrés Gabardino Acevedo: fué asesinado el dia 2 de octubre de 1936. En la inscrición que se realizó el 19 de julio de 1941 consta que falleció “a consecuencia de lucha con la fuerza pública”. No comprendemos que lucha hubo puesto que no ofrecieron ninguna resistencia cuándo los detuvieron. (46)
-Pedro Parejo Lechón: fué asesinado el 29 de agosto de 1936 con cuarenta años. En su expediente consta que “falleció en esta villa en choque con la fuerza pública” (47). Su viuda se fué a vivir con los hijos a Lobón.
-Francisco Pérez Mendoza: fué asesinado el 10 de septiembre de 1936 con cincuenta y ocho años. En su inscripción realizada el dia 14 de diciembre de 1939 figura fallecido “por causas relacionadas con la guerra”. Había nacido el dia 5 de septiembre de 1891 en Badajoz, vivió en la calle Cruz nº 19, era Capataz de Telégrafo y habia estado casado con Isabel Simón con la que tuvo dos hijos. (48)
-Melitón Garay.
Francisco Alvarez Murillo (?), secretario de las Juventudes Socialistas.
Diego Calero Moreno: nació en 1896, era natural de Almendralejo, hijo de Benigno Calero Duarte y Francisca Moreno Ortíz y primo del alcalde Benigno Calero, de profesión escribiente, estaba casado con Eloisa Rodriguez Alvarez con la que tuvo tres hijos. Se abrió expediente por el Juez del Partido de Mérida y se inscribió su fallecimiento el dia 18 de octubre de 1942, donde consta que falleció el 1 de octubre de 1936 “a consecuencia de causas relacionadas con la guerra”. (49)
-Francisco Gallego Gonzalez.
-Juan Antonio Merino Aguilar: nació en Puebla en 1893, era hijo de Diego Merino y Josefa Aguilar. Vivía en la Plaza de España nº 11, junto al Casino, donde tenia un bar; estaba casado con Aurelia Alvarez Anguiano con la que tuvo tres hijos (Juan, Alfonsa y Alfonso). Fué asesinado en Puebla el 30 de septiembre de 1936; en su inscripción realizada el 24 de febrero de 1942 figura que falleció “por causas relacionadas con la guerra”. Sería enterrado en el cementerio. (51)
Candido Pilo: Se encontraba un dia echando el hondón a una silla en su casa y fué uno a decirle que huyese que iban a ir a detenerlo. Pero no quiso escaparse y al poco lo llevarían al Ayuntamiento y sería pasado por las armas.
-……….. Muñoz: era el Cabo de los Guardias Municipales, hombre delgado, bajo y nervioso.
– A uno que desconocemos su nombre se lo llevarían detenido a Mérida. Allí se subió en una estatua o ruinas romanas y se tiró para suicidarse, pero no lo consiguió. Los que iban con él lo mataron posteriormente.
-Pedro Sánchez, “Farruco” : no tenia hijos, se fué el dia 13 de agosto de 1936 a la Alcazabilla donde tenía una tia suya en un cortijo. Pero los falangistas se enteraron de su paradero y fueron un dia por él dándole muerte en la finca Cubillo, propiedad del ganadero Lisardo Sánchez, donde trabajaba su hermano, más allá de La Roca de la Sierra. Lo enterrarían allí mismo pero los cerdos lo desenterraron.
-Victoriano Alvarez: añadir que era dependiente del comercio de Antonio Agudo en Montijo, gran persona y bien plantado. El falangista que lo remató el dia de su fusilamiento dijo: “Por flamenco y guapo”.
Pedro Sevilla (?): era albañíl, sería fusilado.
Como el Cementerio viejo estaba cerca de las calles del pueblo (donde hoy están los campos de deportes del Instituto “Diez Canedo”) los vecinos oían perfectamente por las noches las descargas de los fusiles de los pelotones y sufrían un terror enorme.
El enterrador del Ayuntamiento, Manuel …, que tenía la desagradable misión de trasladar los cuerpos en un carromato hasta las fosas comunes, sufriría posteriormente trastornos psíquicos.
Algunos izquierdistas de Puebla se fueron dias antes del 13 de agosto de 1936 a la ciudad de Badajoz para esperar la Columna Madrid dirigida por Yagüe. Allí defendieron como milicianos la legalidad republicana muriendo en el empeño. Conocemos los casos de:
………. Pérez Concepción: hijo mayor de Maria Concepción Castón.
– ………. Tiburcio Garcia “Candiles”: hermano de Modesto.
Francisco Pilo Ortíz nos cuenta cómo el dia 15 de agosto de 1936, a las doce y media de la mañana, llegaba un convoy de cuatro camiones a Badajoz por Puerta Trinidad en el que viajaban muchos prisioneros procedentes de Montijo, Puebla, Lobón y Talavera custodiados por legionarios y regulares. “Algunos lloraban y otros insultaban a los moros y legionarios. Los camiones se dirigieron a la Plaza de Toros y sus ocupantes fueron encerrados en ella. Aquella noche los pelotones de ejecución volvieron a tronar” (52).
La Junta Técnica de Estado presidida por Franco aprobó, el 10 de noviembre de 1936, el Decreto Nº 67 detallando cómo debían inscribirse en los Juzgados los “desaparecidos y fallecidos”, para lo que se debería recabar información de personas que supiesen sobre lo ocurrido a éstos. En el Boletín Oficial de la Provincia de 19 de enero de 1937 venía una Circular sobre la inscripción de aquellos.
Era Juez de Paz en esos años de la guerra y posguerra el letrado Alfonso Gragera Bejarano, quién realizaría las inscripciones de los asesinados.

Salvados de los fusilamientos.

Otros conseguirían salvar su vida salvando múltiples obstáculos. Veamos algunos casos que nos han relatado:
-Pedro Gragera Mendoza, barbero, tenía unos diecisiete años y era socialista. Se fué con una tia suya que era casera del cortijo de D. Cristobal Maza de Coca “El Toronjíl”.
Un dia llegó al cortijo un automóvil con falangistas y le dijo su tia que se escondiese dentro; llevaban a un detenido en el coche y preguntaron por otra persona. La casera les dijo que si buscaban a Pedro, pero un falangista le dijo: “No es a él al que venimos buscando. Si fuese a él, aunque Usted llorase o implorase nos lo llevaríamos”. Un falangista quiso entrar a registrar el cortijo pero el jefe les dijo que se fuesen.
-Luís Viera: natural de Mérida, tenia un comercio en Puebla, lo llevaban en el camión en el primer fusilamiento del 31 de agosto del 36 junto con Benigno Calero, Manuel Lavadiño, Antonio Barrena Oliva, Francisco Parra, etc.; al pasar por las eras se tiró del camión y echó a correr pero se cayó en una zanja. Uno de los falangistas le dió el tiro de gracia pero se equivocó y le hirió en una pierna; Luís se hizo el muerto y cuando se fué el pelotón huyó por el Ejído (pues en verano estaba lleno de pasto) hasta la finca Cabezarrubia, junto a la Estación del ferrocarríl de Talavera la Real, donde le curó una paisana. Los falangistas saquearían posteriormente su comercio
De allí se fué al castillo de Azagala donde se unió a muchos huídos y posteriormente al frente republicano de la Serena.
Después de la guerra, tras ser encarcelado lo apadrinaría el aperador de Dª. Carmen Amigo … Carmona, cuando salió en libertad se casaría y se irían a vivir a Mérida, allí tenían una churrería y trabajaba de fotógrafo.
José Gracia. Destacado socialista. Sus familiares buscaron influencias para que no lo ejecutasen y, en el último momento, cuando iba en el camión camino de las tapias del cementerio llegó una orden para que lo dejasen en libertad. Salvó su vida por instantes.
-Pedro Naranjo Gracia, último presidente de la Agrupación Socialista, se fué a vivir a Badajoz donde le ayudaron propietarios de tierras para los que trabajó de manijero en la poda de olivos.
-Modesto Tiburcio Garcia: nació el dia 14 de abríl de 1909, era hijo de Pedro y de Rosa, vivía en la calle Moreno Nieto nº 10. Era una persona muy valiente, no se arrugaba, daba la cara por cualquiera, era inteligente y buena persona.
Se iría al frente republicano, allí estaría con su paisano Luís Viera ocupando el cargo de Comisario Político; terminando al final de la guerra en La Mancha donde tuvo que sobrevivir huído en las sierras durante un tiempo hasta que fué prendido. Pasaría por varias cárceles (Mahón, el Dueso, Miranda del Ebro).
Cuando fué juzgado, el Juez militar fué diciendo los años y los motivos por los que pasaría en las cárceles detenido, y él le espetó enfadado: “Echa, echa, cabeza pelá, como tú no los vás a cumplir” . Inmediatamente sería expulsado de la sala por orden del Juez.
Volvió a los pocos años a Puebla quedándose a vivir aquí donde regentaba un bar en su casa. Murió en Badajoz siendo enterrado por lo civíl por decisión suya.
-Alonso Barroso Gragera: se salvó de ser fusilado porque se lo llevaría con él D. Cristobal Maza de Coca a trabajar a su cortijo de “El Toronjíl” junto a Guadajira. Su padre era aperador de aquél y lo conocía mucho. Cristobal le dijo a Alonso que, aunque el Bando de la Gestora (de la que él era un miembro destacado) decía que podian volver al pueblo y no los fusilarían, le recomendaba que no fuese a Puebla pues no lo iban a respetar.
Como tenía mucho miedo de que fuesen por la noche a detenerlo, dormia junto al regato que pasa por la finca y con frecuencia se soñaba que lo detenían. Estas pesadillas le han durado durante toda su vida.
Un dia vió venir a lo lejos un camión con falangistas de Almendralejo que iban buscando a un “rojo”, le entraron ganas de salir corriendo por la rivera pero siguió andando por el camino cruzándose con ellos, le pidieron el salvoconducto, se lo mostró y le dijeron que siguiese.
Diego ……….. “el Dios”: lo metieron en la cárcel del Ayuntamiento para fusilarlo, pero intercedieron los Casillas ante las autoridades -con los que habia trabajado- y lo salvaron. A las 3 de la madrugada se presentaba en su casa libre pero con un gran pavor.
-Joaquín ………, que vivía en la calle Corral, estuvo encerrado mucho tiempo en un agujero existente en la cuadra de su casa; la familia le llevaba la comida y cuándo preguntaban los falangistas por él les decían que había huído. Alguién “dió el chivatazo” a las autoridades y se enteraron la familia de que iban a ir a registrar la casa.
Pero él se puso una capa y un sombrero y se fué; tuvo que pasar por delante del Casino de señores pero no lo reconocieron. Al poco estaban los falangistas en su casa y, lógicamente, no lo encontrarían.
-Pedro ………., el esposo de Catalina Vicente (presidenta del Coro de chicas de la Casa del Pueblo) estuvo escondido cierto tiempo en su casa hasta que huyó al frente republicano de la Serena.
-Sebastian Pérez (esposo de Maria Concepción Castón) y su hermano Francisco Pérez, hortelanos arrendatarios de tierras de Leopoldo Castillo, se escondieron tras el fusilamiento de Maria durante dos dias en las loqueras de un pozo tras los cuales se irían al frente republicano.
Rogelio Montes, constructor del Teatro de la Casa del Pueblo, se iría a Portugal y conseguiría salvar la vida. Posteriormente se dedicaría a faenas agrícolas.
A mediado de los años cincuenta estaba registrado en Puebla de la Calzada como maestro de obras.
Miguel Herrera Coronado: perteneció a las Juventudes Socialistas y se quedó en Puebla tras el 13 de agosto del 36. Durante la guerra le tocó por su edad ir al servicio militar y sería enviado a la 9ª Bandera del Tercio, en el bando nacional, con destino en Talavera de la Reina y Madrid.
A los jóvenes de procedencia izquierdista los destinaron a dicha Bandera de La Legión para que se enfrentasen directamente con el Ejército Popular sirviendo como carne de cañón. Allí irían varios de Puebla (Alonso Piñero, Juan Coronado, Pedro Naranjo, etc.).
Pero Miguel Herrera no estava de acuerdo y se pasó al bando republicano, terminando posteriormente en Francia donde viviría muchos años.
– ………. “Costilla”, jornalero casado con Rosa …., vivían en el barrio de San Roque; salió un dia montado en su burro y dijo “voy en busca de cardillos”
pero no volvió más. Pasaría posteriormente a Francia.
A otros izquierdistas los mandarían encarcelar siendo enviados a las cárceles y campos de concentración.
– ………. Sevilla: era zapatero y estaba soltero, a su hermano Pedro lo fusilaron pero él se fué al frente republicano, al final de la guerra sufriría cárceles y tras su liberación visitó alguna vez Puebla.

Escarmiento a “las rojas”.

A muchas mujeres de izquierda -en número de cincuenta a sesenta- las pelarían y purgarían con aceite de ricino (resina) en plena calle, a imitación de lo que venía haciendo el fascismo italiano, y las pasearían por la Plaza para escarmiento público. Aquello era una vuelta a la España de la Inquisición que había sido abolida a la muerte del rey Fernando VII en 1836.
El objetivo era dar un escarmiento a aquellas trabajadoras (empleadas de hogar, modistillas, lavanderas, mujeres de los jornaleros, etc.) que se habian atrevido durante los años de la República a desafiar el orden establecido, a reivindicar derechos laborales y a pedir la igualdad con los hombres. Eran “las marxistas, rojas altaneras y descaradas” a las que había que volverles a enseñar su verdadero papel en la sociedad: “ser sumisas con sus esposos y señores”.
Por las mañanas iban algunos falangistas a las casas de las elegidas para el auto de fe y les decían que tenian que presentarse a una hora concreta en el Cuartel de Falange; de allí eran conducidas al Paseo de la Plaza de España cuando más gente habia. Ellas ya sabían a qué iban y se llevaban un pañuelo para ponérselo en la cabeza tras ser rapadas.
En el paseo habia un grupo de falangistas acompañados por el barbero Rufi, que tenía que hacer este cometido de mala gana y moriría de depresión mas adelante, y grandes frascos de aceite de ricino (que se usaba para quitarle a las bestias el estreñimiento). Tras ser rapadas se les obligaba a tragarse el contenido de un frasco, todo ello acompañado por las voces condenatorias de los guardianes, y se les dejaba marcharse a sus casas defecando por el camino. A la humillación y la pérdida de la dignidad a la que eran sometidas seguian las grandes dificultades para volver a encontrar trabajo en el pueblo.
Las desgraciadas que corrieron esta suerte fueron: Maria Concepción Castón que después sería fusilada, Manuela Asensio Piñero que consiguió salvar la vida porque una miembro de la influyente familia de los Piñero intercedió ante las autoridades, Catalina Vicente y las jóvenes del Coro de la Casa del Pueblo, Manuela Sánchez “la grande” y su hermana, Pepa Blanco, Fermina Blanco, dos hermanas de Alonso Barroso Gragera Francisca y Vitoriana, etc.

Incautación de edificios.

Inmediatamente fueron incautados los edificios y material propiedad de los partidos y sindicatos del Frente Popular. La Casa del Pueblo sería saqueada, destruídas sus banderas, retratos, biblioteca, distintivos, etc. y enviados al Cuartel de Falange las actas de las reuniones, los ficheros de socios y otros documentos que les indicase quiénes ocupaban puestos de responsabilidad.
El 18 de mayo de 1937 acordaba la Comisión Central de Incautación la ocupación de la Casa.
La suerte del Centro Obrero se ve reflejada en la inscripción 3ª, del Registro de la Propiedad Nº 2 de Mérida, efectuada el dia 5 de junio de 1937: “La Comisión Central Administradora de Bienes Incautados por el Estado, en sesión celebrada el dieciocho de mayo último, con arreglo a lo preceptuado en los artículos primero y segundo del Decreto de trece de septiembre de mil novecientos treinta y seis, número ciento ocho, acordó la incautación definitiva de los bienes pertenecientes a la extinta Sociedad “La Unión Obrera” de Puebla de la Calzada, a la Sociedad Obrera “La Defensa” de Montijo y a la sociedad denominada Círculo de Artesanos “El Progreso” de Montijo, que pasaron a propiedad del Estado y que se inscriben a favor del mismo en el Registro de la Propiedad correspondiente.
En su virtúd, y por la incautación decretada, inscribo esta finca a favor del Estado… Este acto está exento del pago del impuesto de derechos reales…”
Posteriormente pasaría a inscribirse de oficio a nombre de los Sindicatos verticales el dia 3 de febrero de 1941. Dice la 4ª inscripción del Registro:
“ahora, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley de veinte y tres de septiembre de mil novecientos treinta y nueve, en su artículo primero, y Decreto de catorce de diciembre último, en sus artículos primero y doce párrafo segundo, pasa a propiedad de la Delegación Nacional de Sindicatos de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS por haberse hallado esta finca inscrita, el diez y ocho de julio de mil novecientos treinta y seis a nombre del Círculo “La Unión Obrera” de Puebla de la Calzada, Agrupación Sindical de carácter obrerista…”
Esta transmisión se llevó a cabo en virtud de disposiciones generales “y de dos comunicaciones de la Delegación Provincial de Sindicatos del ocho y veintisiete de enero último”.
La Casa del Pueblo sería sacada a pública subasta siendo alcalde Sancho Conejo (?), éste se la afreció al vecino Manuel Sánchez Porras pero no quiso comprarla.
En la inscripción 5ª del Registro (del dia 25 de febrero de 1978) leemos:
“La Delegación Nacional de Sindicatos de FET y de las JONS dueña de esta finca inscrita en posesión, y representada por Don Emilio Antón Crespo, mayor de edad, casado y vecino de Badajoz, como Delegado Provincial en dicha capital, en uso del poder conferido el 23 de noviembre de 1951 por escritura otorgada ante el notario de Madrid Don Eduardo López Palop, y autorizado de conformidad con la resolución dictada por el Sr. Ministro Secretario General del Movimiento en escrito de 13 de enero de 1958, y a tenor de lo dispuesto en el Decreto de 3 de enero de 1946, B.O.E., por el Delegado Nacional de Sindicicatos José Solís, en certificado expedido en Madrid el 28 de abríl de 1958, la vende por mitad y proindivisa, estando ocupada por los aquí compradores, por el precio de cuarenta mil quinientas pesetas confesadas recibidas, a Don Diego y Don Juan Piedehierro Cabo, carniceros… y vecinos de Puebla de la Calzada…”
Estos la venderían a Andrés Suarez Viera, albañil, el 20 de septiembre de 1978 quién la caería y se la vendería a Elias Pardo Giraldez el 3 de mayo de 1979, industrial de Madrid. Éste vendería 180 metros cuadrados de la parte delantera y se quedaría con el teatro inacabado, 220 metros cuadrados, con entrada por la calleja Bravo Murillo. En la actualidad pertenecen a otros propietarios.
Tras su incautación al comienzo de la Guerra Civíl, la Casa del Pueblo sería destinada a sede de los Sindicatos verticales, del “Frente de Juventudes”, a viviendas simultáneas de varias familias y para dar espectáculos de peleas de gallos ingleses, hasta que la vendieron a un particular en febrero de 1978.
La antigua sede de las Juventudes de Acción Popular se convertiría en el comedor de “Auxilio Social” para los niños pobres.
La estatua de cobre de la fuente de la Plaza sería requisada (imaginamos que para fabricar municiones) al igual que automóviles y caballerias para el Ejército nacional.
Pronto comenzarían las colectas de dinero y joyas para sufragar al Ejército a las que contribuirían generosamente las familias de la burguesía local.
El dia 16 de agosto de 1938 moriría en el frente del Ebro un hijo del alcalde de Puebla de la Calzada Fabían Lozano -Félix Lozano Gragera- con veinte años de edad, soltero, Alferez Provisional del 5º Tabor de Regulares de Tetuán nº 1. Su padre quedó fuertemente deprimido por lo que presentaría la dimisión sustituyéndole en el cargo José Piñero Romero, quién fuese alcalde liberal en 1912 y radical en 1934. El Fiscal Municipal era su hermano Angel Piñero. Posteriormente serían alcaldes del Movimiento Nacional Sancho Conejo y Maximino Gragera. (53)

Así terminó la historia de aquellos hombres y mujeres de las diferentes izquierdas que lucharon por otra sociedad basada en valores de Igualdad, Solidaridad, Justicia Social, Libertad o Democracia.

La izquierda clandestina durante la posguerra.

Tras la guerra vino la dura posguerra, llena de penurias, hambre y grandes necesidades. En 1941 tuvo lugar una gran hambruna en el que morirían por inanición varias personas en el Hospital Municipal de Puebla.
A los pocos años de finalizar la guerra, a partir de 1943, volvieron algunos vencidos tras conseguir la libertad condicional en las cárceles donde se encontraban. Todas las semanas debian presentarse al cuartel de la Guardia Civíl y todos los meses debian escribir una carta dirigida a los Jefes de las prisiones últimas de donde venían diciendoles cómo se encontraban y si tenían trabajo. Intentaron reacer sus vidas y no hacer actividades políticas para no volver a ser encarcelados.
Liberados los presos de las Colonias Penitenciarias Militarizadas de Montijo a finales de 1945, algunos se casaron en Puebla y se quedaron a vivír aquí: Marcelino Rodriguez, barbero que puso su industria en una casa propiedad de Modesto Tiburcio en la calle Moreno Nieto frente a la calle Ancha, Juan Sánchez, también barbero, Rafael Garcia esposo de “la manfala”, “Mototo”, el marido de Micaela, …

Marcelino Rodriguez preso en las Colonias Penitenciarias Militarizadas de Montijo a principio de los años cuarenta.

Algunos de éstos, junto con varios naturales de Puebla como Modesto Apaga, hacían reuniones clandestinas del Partido Comunista, se repartían el periódico “Mundo Obrero” y constituyeron el Comité Local de la Célula conjuntamente con los camaradas de Montijo. Luís Viera venía de vez en cuando a ver a Marcelino que era el Secretario Político de la Célula y Secretario Comarcal.
En España se había creado la “Alianza Nacional de Fuerzas Antifascistas” integrada por varios partidos democráticos. El grupo de Puebla tenía contactos periódicos con la Alianza desde 1946, pero el dia 11 de julio de 1947 eran detenidos por la Guardia Civíl los integrantes de la Célula comunista y otras personas de izquierdas tras hacer propaganda en contra del Referéndum convocado por Franco para legitimar ante la ONU su Régimen.
Serían condenados a penas de más de catorce años de prisión, cuando sólo llevaban año y medio en libertad tras su salida de las Colonias, y trasladados al célebre penal de Burgos donde permanecerían hasta 1955-1956.
Al salir en libertad les obligaban a pasar todas las semanas por el Cuartel de la Guardia Civíl, a firmar, y por el Juzgado. A mediado de los cincuenta era alcalde de Puebla de la Calzada y Jefe Local de FET de las JONS Cristobal García, Jefe de Puesto de la Guardia Civíl Manuel Pérez, Juez de Paz Alfonso Bernalte, Fiscal Angel Piñero y arquitecto Francisco Castillo. Tenía el pueblo entonces, debido a las obras del Plan Badajoz, 5.930 habitantes de derecho y 6.060 de hecho.

Pero al poco de su liberación, Marcelino Rodriguez, Modesto Apaga y otros camaradas volvían a hacer sus reuniones clandestinas y a distribuir el periódico “Mundo Obrero”.
Continuaba así la lucha por la libertad y la democracia en Puebla hasta el final de la Dictadura.

El Ayuntamiento en los años 50. Foto de VISAM cedida por Amparo Sánchez.

Fuentes y bibliografía.

FUENTES UTILIZADAS
-Archivo Municipal de Puebla de la Calzada. Excmo. Ayuntamiento.
-Archivo Municipal de Montijo. Excmo. Ayuntamiento.
-Entrevistas personales con testigos o hijos de los protagonistas.
-Fundación Largo Caballero. UGT. Madrid.
-Hemeroteca de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Badajoz.
-Registro Civíl de Puebla de la Calzada.
-Registro de la Propiedad Nº 2 de Mérida.

BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
-Victor Manuel Arbeloa. “Las Casas del Pueblo”. Santillana Editorial. 1977.
-Martin Baumeister. “Campesinos sin tierra. Supervivencia y resistencia en Extremadura (1880-1923)”. De. Diputación Provincial de Badajoz y MAPA. 1994.
-Isidoro F. Bohoyo Velazquez. “Situación socio-económica y condiciones de vida en la provincia de Badajoz (1880-1902)”. Univérsitas Editorial. 1984.
-José Camacho Cabello. “Aproximación al movimiento obrero en la provincia de Badajoz (1918-1920)”. Revista de Estudios Extremeños. Tomo XLI. Número II. 1985.
-Julian Chaves Palacios. “La Guerra Civíl en Extremadura. Operaciones militares (1936-1939)”. Editora Regional de Extremadura. 1997.
-Coordinado por Manuel Angel Egea. “Imágenes de UGT (1888-1988)”. Editorial Largo Caballero. 1988.
-Francisco Espinosa Maestre. “La justicia de Queipo. Sevilla, Huelva, Cádiz, Córdoba, Málaga y Badajoz”. Autoedición. 2000.
FRANCISCO ESPINOSA MAESTRE. “La columna de la muerte”. Editorial Crítica. Barcelona. 2003.
JOSÉ LUÍS GUTIERREZ CASALÁ. “Colonias Penitenciarias Militarizadas de Montijo. Represión franquista en la comarca de Mérida”. Editora Regional de Extremadura. Mérida. 2003.
JOSÉ LUÍS GUTIERREZ CASALÁ. “La guerra civíl en la provincia de Badajoz. Represión republicano-franquista”. Univérsitas Editorial. Badajoz. 2003.
-Federación Socialista de Badajoz. “Badajoz, agosto de 1936”. 1997.
-Juan Carlos Molano Gragera. “Introducción a la historia del movimiento obrero en Montijo”. Edita P.C.E. 1982.
-Juan Carlos Molano Gragera. “Masones y republicanos en Montijo (1808-1936). Autoedición. 1991.
-Francisco Pilo Ortíz. “La represión en Badajoz (14-31 de agosto de 1936). Indugrafic. Badajoz. 2001.
-M. M. Román Alvarez. “Aproximación a la represión nacionalista en la comarca de Mérida (1936-1943)”. Memoria de Licenciatura. UEX. Cáceres. 1988.
-Francisca Rosigue Navarro. “La reforma agraria en Badajoz durante la II República”. De. Diputación Provincial de Badajoz. 1988.
-Fernando Sánchez Marroyo. “Aproximación a la historia del movimiento obrero y campesino de Extremadura (1868-1936). Un intento de síntesis”. Revista Alcántara. Nº 1. Enero-abríl 1984.
-Fernando Sánchez Marroyo y Juan Garcia Pérez. “La Guerra Civíl en Extremadura” (1936-1986). HOY Documentos. 1986.
-Fernando Sánchez Marroyo y otros. “Extremadura, la historia”. HOY. 1997.
-Manuel Tuñón de Lara y Manuel Núñez de Arenas. “Historia del movimiento obrero español”. Editorial Nova Terra. 1970.

Notas de pie de páginas.-
1) Manuel Garcia Cienfuegos. “Puebla de la Calzada en el Antiguo Régimen (1700-1799)”. Ayuntamiento de Puebla. 2001. Página 80.
2) Ibídem. Página 13.
3) Ibídem. Página 82.
4) Rafael España Fuentes. “El sexenio revolucionario en la Baja Extremadura”. I Tomo. Diputación Provincial de Badajoz. 2000. Página 147.
5) Archivo Municipal de Puebla de la Calzada (A.M.P.C.). Relación de Casas.
6) Registro Civíl de Puebla de la Calzada.
7) A.M.P.C. Libros de Actas de los Plenos. Sesión de 17 de enero de 1886.
8) Rafael España Fuentes. Obra citada. Página 191.
9) A.M.P.C. Libros de Actas de los Plenos. Actas de la Junta Revolucionaria. Octubre de 1868.
10) A.M.P.C. Libros de Actas de los Plenos. 1873.
11) Ibídem.
12) Rafael España Fuentes. Obra citada. Página 161.
13) A.M.P.C. Libros de Actas de los Plenos. 1873.
14) Ibídem. 1875.
15) Archivo Municipal de Montijo. Libro de Actas de 1876.
16) Periódico “La Región Extremeña”. 6 de octubre de 1896. Hemeroteca de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Badajoz.
17) A.M.P.C. Así figura desde 1871.
18) Periódico “La Región Extremeña”. 1901.
19) Ibídem. 5 de mayo de 1903.
20) A.M.P.C. Libros de Actas de los Plenos. 1904.
21) “La Región Extremeña”. 6 de mayo de 1903.
22) A.M.P.C. Libros de Impuestos de 1924.
23) “Revista de Estudios Extremeños”. 1985. Tomo XLI. Número II.
24) A.M.P.C. Libros de Actas de los Plenos de 1924.
25) A.M.P.C. Libros de Correspondencia de 1930.
26) A.M.P.C. Libros de Actas de los Plenos de 1931.
27) Periódico “La Libertad”. 6 de mayo de 1931. Hemeroteca de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Badajoz.
28) Registro Civíl de Puebla de la Calzada. Libro de Defunciones nº 45.
29) A.M.P.C. Carpetas de Documentos. 1931.
30) A.M.P.C. Carpeta de Presupuestos Municipales de 1936.
31) A.M.P.C. Carpetas de Documentos. 1932.
32) Ibídem.
33) Francisco Espinosa Maestre. “La justicia de Queipo”. Autoedición. Sevilla. 2000.
34)Periódico “El Obrero de la Tierra”. Fundación Largo Caballero. UGT. Madrid.
35) A.M.P.C. Carpetas de Documentos. 1935.
36) Ibídem. 1936.
37) A.M.P.C. Carpetas de Documentos de 1936.
38) R.C.P.C. Libro de Defunciones Nº 47.
39) Ibídem. Tomo 45.
40) Ibídem. Tomo 46.
41) Ibídem. Tomo 47.
42) Ibídem. Tomo 47.
43) Ibídem. Tomo 44.
44) Ibídem. Tomo 45.
45) Ibídem. Tomo 47.
46) Ibídem. Tomo 47.
47) Ibídem. Tomo 45.
48) Ibídem. Tomo 46.
49) Ibídem. Tomo 47.
50) Testimonios de vecinos de Puebla.
51) R.C.P.C. Libro de Defunciones Nº 47.
52) Francisco Pilo Ortíz. “La represión en Badajoz (14-31 de agosto de 1936)”. Indugrafic. Badajoz. 2001. Página 66.
53) Ibídem. Tomo 45.





Juan Carlos Molano Gragera
Juan Carlos Molano Gragerahttp://historiasdemontijo.com
Cuando estudié la carrera de Ciencias Políticas, en la Universidad Complutense, durante los años 1968/72, tuve algunos maestros como Antonio Elorza Domínguez o Juan Trías Vejarano que me enseñaron a investigar en los archivos para elaborar aspectos de nuestra historia. Aquella semilla se fue desarrollando desde finales de los años setenta cuando volví a vivir a Montijo y continúa viva hasta el día de hoy. Espero continuarla hasta que me fallen las fuerzas y la vista. Y me gustaría que se siguiese leyendo después de “pasar a mejor vida”.

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Cuando estudié la carrera de Ciencias Políticas, en la Universidad Complutense, durante los años 1968/72, tuve algunos maestros como Antonio Elorza Domínguez o Juan Trías Vejarano que me enseñaron a investigar en los archivos para elaborar aspectos de nuestra historia. Aquella semilla se fue desarrollando desde finales de los años setenta cuando volví a vivir a Montijo y continúa viva hasta el día de hoy. Espero continuarla hasta que me fallen las fuerzas y la vista. Y me gustaría que se siguiese leyendo después de “pasar a mejor vida”.

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